La pandemia de Covid-19 evidenció en todo el mundo las contradicciones del capitalismo, que pone las ganancias por encima de la vida de las personas.
➢ Las empresas farmacéuticas multinacionales, preocupadas solamente por sus ganancias, entregan las vacunas primero a quien tiene más dinero. Del total de vacunas distribuidas, 75% están en manos de los 30 países más ricos, mientras la población de los 130 países pobres del Sur Global aún no tiene acceso.
➢ Los gobiernos, en su mayoría, tomaron medidas para proteger más la economía que la vida, pocos fueron los que tuvieron la valentía de decretar la paralización total de las actividades no esenciales para frenar el avance del virus.
➢ Gran parte de la población se siente desamparada, sin vacuna, sin empleo, sin ingresos, sin expectativa de futuro. Esa situación, desde el punto de vista étnico y de género, es aún más grave entre las mujeres, los jóvenes, las/los negras/os y los pueblos indígenas.
➢ Vivimos una verdadera guerra contra un enemigo invisible, que afecta a toda la humanidad y que ya mató a casi tres millones de personas.
➢ El imperialismo estadounidense y sus aliados sólo se preocupan por la geopolítica y las ganancias de sus corporaciones, a pesar de tener amplios recursos económicos, técnicos y financieros, que podrían aportar para salvar vidas.
➢ Mientras tanto, el gobierno estadounidense, de forma criminal, mantiene e incrementa el bloqueo económico, comercial y financiero contra diversos países, en especial sobre Cuba, Venezuela e Irán.
➢ Además de eso, siguen impulsando la práctica de una nueva “Guerra Fría" contra China, con una retórica hostil contra el gobierno y el pueblo chinos, aplicando sanciones económicas y persiguiendo a sus compañías, y difundiendo la mentira de que el Estado chino es el culpable por la pandemia.
Ante esta situación, debemos unificar los esfuerzos en todo el mundo, a través de las diferentes organizaciones populares, comunitarias, sociales y políticas, para defender el cumplimiento de las medidas objetivas de protección de la vida de los seres humanos. Desde nuestras organizaciones, concordando con las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ampliando las reivindicaciones, proponemos:
➢ Vacuna gratuita para toda población. Garantizar formas de adquisición de la vacuna para todos los países de forma justa e igualitaria, retirando las patentes que transforman las vacunas en propiedad de la industria farmacéutica privada. La vacuna es un bien fundamental de la humanidad.
➢ Paralización total de las actividades no esenciales en los países en que la transmisión de Covid-19 está fuera de control.
➢ Garantía de una renta básica que asegure condiciones de vida digna a las familias más pobres, que son las más afectadas por la pandemia, para que puedan reorganizar sus vidas.
➢ Suspensión de las deudas públicas de los países más pobres del Sur Global con los países ricos del Norte y su sistema financiero.
➢ Suspender todas las actividades bélicas en todos los países del mundo durante la pandemia. Esto incluye el fin de la represión policial en respuesta a movilizaciones y a familias que ocupan casas y tierras. ¡No más guerras! ¡Queremos paz y vacuna!
➢ Planificación de las actividades productivas para el período pos-pandemia, con el objetivo de reestablecer la vida en los países, con base en el empleo para todos y en la producción de bienes básicos para una vida digna.
➢ Desarrollar programas de apoyo a la producción de alimentos saludables para los pueblos y sus mercados locales en todos los países.
➢ Reconstrucción y reorganización del Estado: implementación de políticas públicas y leyes que sean responsables por la reproducción social, impulsando la desmercantilización de la vida y ofreciendo servicios públicos y protección social a los sectores populares.
➢ Poner fin a las medidas coercitivas unilaterales promovidas por los gobiernos de los Estados Unidos y de sus aliados que violan el derecho internacional. Esas “sanciones” perjudican el acceso de esos pueblos a alimentos, medicamentos, equipos de protección individual (EPI) y hasta combustible —elementos fundamentales para enfrentar la pandemia.
➢ Que la OMS y la ONU asuman sus responsabilidades en reordenar los recursos financieros de los paraísos fiscales y refrenar a los gobiernos que no respetan las reglas de la vida democrática y la vida de su pueblo en este momento de grave crisis sanitaria internacional.
Para denunciar lo que está ocurriendo y luchar por las transformaciones necesarias, queremos aprovechar la semana del 7 de abril, Día Mundial de la Salud, decretado por la ONU en 1948, para:
Convocar a todas las organizaciones populares, sociales y políticas, colectivos, campañas y entidades locales, nacionales e internacionales de todos los países, para la construcción de una Jornada Internacional de Lucha Antiimperialista entre el 7 y el 11 de abril de 2021, con el objetivo de manifestar nuestra indignación con la actual situación del mundo y, al mismo tempo, reafirmar nuestro compromiso de construcción de un mundo más justo e igualitario, donde la vida esté por encima del lucro.
Tenemos la certeza de que sólo unidos podremos hacer mucho más en defensa de la humanidad.
¡Saludos antiimperialistas!