Argentina está a la espera de una temida segunda ola de la pandemia de coronavirus. Con récord de muertes, Brasil enfrenta una tragedia absoluta. En Paraguay ya no hay lugar en los hospitales. Chile, Ecuador y Perú preparan elecciones en medio de la crisis sanitaria. En Chile y Uruguay avanzan exitosas campañas de vacunación mientras padecen el peor momento de contagios y refuerzan restricciones.
Un año después de la llegada de la pandemia a la región, la incertidumbre es el común denominador que recorre a los países que ponen en marcha estrategias diferenciadas.
Unos vuelven a cerrar fronteras, declaran nuevas cuarentenas y limitan la movilidad ciudadanaincluso con toques de queda; otros confían en la responsabilidad de la gente que, en muchos casos, es inexistente: abundan las concentraciones masivas de todo tipo en playas, calles y centros comerciales; el mal uso o la ausencia de barbijos es una constante, tanto como la evasión a las medidas de prevención.
El agotamiento ciudadano es generalizado en un momento en que rige la alerta por la expansión de las nuevas variantes del coronavirus que son todavía más contagiosas, como la brasileña. Y justo en medio de la escasez de vacunas, que van llegando a cuenta gotas a la región porque la producción ha sido acaparada por los países ricos que, además, se negaron a liberar las patentes.
El presidente Alberto Fernández realizó la semana pasada una inesperada cadena nacional para advertir sobre la inminente segunda ola de contagios que se esperan en el país. Contrario a las especulaciones que se habían dispersado, no anunció nuevas restricciones, pero sí confirmó la continuidad del cierre de fronteras para turistas extranjeros que rige desde el año pasado.
También desalentó los viajes al exterior. Además, no será tan fácil el regreso de los 30.000 argentinos que andan paseando por el mundo a pesar de la pandemia, ya que, a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, el Gobierno no hará repatriaciones.
Campaña de vacunación con Sputnik V en Buenos Aires, Argentina, febrero de 2021Matias Baglietto / Reuters
Fernández explicó que solo 18 países han recibido el 88 % de las vacunas que se han distribuido en el mundo. Y solo 15 ya obtuvieron más del 10 % de las vacunas que compraron. "Esta es la realidad del mundo de 2021: la escasez, la desigualdad y la demora de las vacunas", dijo.
Argentina, que acumula 2,2 millones de contagios y 54.517 muertes, cuenta con las vacunas Sinopharm (China) y Sputnik V (Rusia). Hasta ahora ya aplicó 3,2 millones de dosis y confía en superar los cinco millones en abril para terminar de dejar atrás el escándalo por la vacunación privilegiada que recibieron decenas de personas que se "adelantaron a la fila" y que culminó con el despido del ministro de Salud, Ginés González García.
Los bolivianos recibieron el fin de semana la buena noticia de la llegada de 228.000 dosis de la vacuna Oxford AstraZeneca, que servirán para inocular a 144.000 ciudadanos.
El cargamento fue posible gracias a la iniciativa Covax encabezada por la Organización Mundial de la Salud que, en total, prevé entregar a este país 672.000 dosis a más tardar en abril, que se suman a los 5,2 millones de vacunas Sputnik V que Bolivia le compró al laboratorio Gamaleya y cuyos primeros lotes comenzaron a llegar a fines de enero.
Pacientes esperan atención en el Hospital de Clínicas en La Paz, Bolivia, 23 de febrero de 2021David Mercado / Reuters
Hasta ahora, han sido vacunas 167.000 personas en un país en el que se han registrado 264.634 contagios y 12.060 muertes.
La vacunación es uno de los temas prioritarios del Gobierno de Luis Arce, quien el jueves estará en México para ver a Andrés Manuel López Obrador, con quien reiterará el llamado para que los países ricos liberen las patentes de las vacunas con el fin de universalizar su producción y acceso.
En Brasil a diario están muriendo más de 2.000 personas por coronavirus. Los servicios de salud están colapsados. La ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos oscila entre el 80 % y el 90 %. O ya es total, como en el caso de Brasilia
A pesar de que este es el país que más sufre el impacto de la pandemia en la región, el presidente Jair Bolsonaro continúa con su estrategia de minimizar la emergencia sanitaria y se niega a poner en marcha una estrategia de prevención y atención efectiva. Es el único presidente que no impulsa una campaña de vacunación masiva.
Ello explica que hasta ahora solo hayan sido vacunados alrededor de 13,5 millones de brasileños, lo que representa el 1,57 % de la población. Y las expectativas de acelerar la inmunización son tan escasas como las propias vacunas. Por ahora, solo han llegado cargamentos de la Sinovac (China) y Oxford- AstraZeneca (Gran Bretaña).
Además de la negligencia de Bolsonaro, Brasil padece otro factor de gravedad, ya que en el Amazonas, en la ciudad de Manaos, se descubrió una nueva variante del coronavirus que se propaga más rápido y que es el motivo por el que países vecinos están reforzando sus fronteras.
Con 11,9 millones de contagios y casi 300.000 muertos, Brasil es el segundo país del mundo, después de Estados Unidos, con más víctimas de la pandemia, lo que explica las múltiples denuncias por genocidio en contra de Bolsonaro.
Chile registró el sábado 7.084 casos de Covid, la cifra más alta desde que comenzó la pandemia. Un par de días antes había comenzado la nueva cuarentena estricta decretada por el presidente Sebastián Piñera. Y está registrando los peores indicadores desde que llegó el coronavirus y que ya acumula 931.939 contagios y 22.279 muertes.
El regreso de las restricciones, que incluyen toque de queda, es el más duro desde que el Covid llegó al país, y la alarma por el incesante aumento de contagios, contrasta con la exitosa campaña que ha permitido que ya hayan sido vacunados 8,4 millones de ciudadanos, cifra récord en América Latina. De hecho, Naciones Unidas ya anticipó que, en la región, solo Chile, República Dominicana y Uruguay podrán vacunar a la totalidad de su población durante este año.
Chile está recibiendo las vacunas Sinovac (China) y Pfizer (Estados Unidos), mientras sigue los trámites para contar con la Oxford-AstraZeneca (Gran Bretaña). La estrategia quedó empañada por un escándalo de "vacunas VIP", ya que más de 40.000 personas que no pertenecían a los grupos en riesgo fueron inmunizadas de manera irregular.
Enfermeras transfieren a un paciente de Covid en un hospital de Santiago, Chile, el 24 de junio de 2020Martin Bernetti / AFP
La crisis sanitaria impacta, además, en el histórico proceso electoral que el país llevará a cabo para elegir a 155 convencionales que redactarán la nueva Constitución, más 45 alcaldes, 2.252 concejales y 16 gobernadores regionales.
En un principio la elección estaba convocada para el 11 de abril, pero la semana pasada se desdobló en dos jornadas para evitar aglomeraciones, es decir, contagios, por lo que ahora se llevará a cabo el 10 y el 11 de abril, aunque la confirmación de los comicios dependerá de cómo evolucione la pandemia en los próximos días.
La semana pasada, el presidente colombiano, Iván Duque, celebró el millón de vacunas aplicadas en el país sudamericano, el cual está recibiendo cargamentos de Pfizer (Estados Unidos) y Sinovac (China), mientras sigue a la espera de vacunas de Covax (OMS), Oxford-AstraZeneca (Reino Unido), Janssen y Moderna (ambas de Estados Unidos), y en negociaciones por la Sputnik V.
Con sus 2,3 millones de contagios y 62.028 muertes, Colombia es el tercer país de América Latina, después de Brasil y México, más afectado por la pandemia por número de enfermos y fallecidos. En enero, la ocupación de unidades de cuidados intensivos de los hospitales llegó a superar el 80 %, pero en las últimas semanas ha ido a la baja.
Un hombre recibe la vacuna Sinovac en el municipio de Sibate, cerca de Bogotá, Colombia, 24 de febrero de 2021Raul Arboleda / AFP
Sin embargo, la crisis sigue. Por eso Duque extendió hasta el 31 de mayo la declaratoria de emergencia sanitaria que incluye restricciones de concentraciones masivas de personas y recomendaciones para que los mayores de 70 años cumplan con aislamiento preventivo.
La emergencia sanitaria avanza en Ecuador a la par que las campañas presidenciales rumbo a la segunda vuelta prevista para el próximo 11 de abril.
Ese día, 13 millones de electores están convocados a elegir a su próximo presidente entre Andrés Arauz, el abanderado de Unión por la Esperanza, la alianza promovida por el expresidente Rafael Correa, y el conservador Guillermo Lasso.
Ecuador registra hasta ahora 312.598 contagios y 16.451 muertes, y solo ha aplicado 141.000 vacunas de Pfizer y Oxford-AstraZeneca. Chile le donó 20.000 dosis de Sinovac y está a la espera de que arriben cargamentos de la iniciativa Covax.
La estrategia quedó ensombrecida en febrero, cuando el entonces ministro de Salud Juan Carlos Zevallos tuvo que renunciar luego de que se descubriera que había beneficiado con vacunas a sus familiares, entre ellos a su madre. Los escándalos por inmunizaciones irregulares han continuado y abarcan a tik tokers y a miembros del selecto Club Rotario.
En Paraguay ya no hay camas para atender a pacientes graves con coronavirus. La semana pasada, la ocupación de los Centros de Cuidados Intensivos llegó al máximo en un país que ya roza los 200.000 contagios y más de 3.700 muertes.
La directora general de Redes y Servicios de Salud, Leticia Pintos, reconoció que las 655 camas de terapia intensiva están ocupadas, por lo que el Gobierno creara nuevos espacios de atención médica, incluso en cuarteles del Ejército, medida que otros países anticiparon desde que comenzó la pandemia.
El caos sanitario que enfrenta Paraguay derivó ya en una crisis política para el presidente Mario Abdo Benítez. Marzo ha estado marcado por el pedido de juicio político realizado por diputados de la oposición y que fue rechazado por mayoría en la Cámara de Diputados. Pero la tensión se mantiene y se refleja en las protestas masivas que han sido reprimidas por las fuerzas de Seguridad, y en el forzado cambio de gabinete ordenado por el presidente.
La incipiente campaña de vacunación, además, quedó empañada por un "error" que sigue siendo motivo de fuertes dudas y críticas, ya que el Ministerio de Salud se equivocó en el envío de los fondos para adquirir la vacuna a través del mecanismo Covax. En lugar de transferir a la cuenta de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, lo hizo a la Alianza para las vacunas de la fundación de Bill Gates. El escándalo por la ineptitud desató protestas y la dimisión del ahora exministro de Salud Julio Mazzoleni.
El "error" retrasó la llegada de las vacunas. Recién el viernes pasado, Paraguay recibió 36.000 dosis de la vacuna Oxford-AstraZeneca a través del mecanismo Covax, mientras la fragilidad del Gobierno de Abdo Benítez sigue latente.
Al igual que en Ecuador, en Perú las campañas con miras a las presidenciales del 11 de agosto avanzan de manera simultánea a la crisis sanitaria, que aquí ha dejado un saldo de 1,4 millones de contagios y más de 50.000 fallecimientos, cifras que lo convierten en el tercer país con mayor mortalidad por coronavirus.
La apatía y desconfianza ciudadana es el sello de esta elección. De la veintena de candidatos a la presidencia, solo cinco encabezan las encuestas pero ninguno supera el 16 % de intención de voto. En ese caso están Yonhy Lescano (Acción Popular), George Forsyth (Victoria Nacional), Keiko Fujimori (Fuerza Popular), Verónika Mendoza (Juntos por el Perú) y Daniel Urresti (Podemos Perú), quienes el domingo participaron en un debate en el que la pandemia fue uno de los temas centrales.
A fines del año pasado, Perú sufrió una segunda ola de contagios que derivó en una ocupación total de las unidades de cuidado intensivo en la capital. Aunque los casos comenzaron a decrecer a principios de marzo, la situación sigue siendo delicada, ya que hoy en todo el país solo hay 112 camas de este tipo disponibles.
Ciudadanos se forman para recibier sopa en Lima, Perú, 3 de febrero de 2021Ernesto Benavides / AFP
Para enfrentar la emergencia, el presidente interino Francisco Sagasti decretó una nueva cuarentena que incluye restricciones de movilidad, toque de queda y aforos limitados en espacios abiertos y cerrados, así como la prohibición de usar las playas.
Al mismo tiempo, avanza en una campaña que ha sido fuertemente criticada por su lentitud, ya que hasta ahora solo 486.000 personas han sido vacunadas con las dosis de Sinopharm.
El desgaste de la imagen de los políticos peruanos, que ya se había reflejado en la crisis política del año pasado, a raíz de la destitución del presidente Martín Vizcarra, se reforzó con el escándalo que estalló al saber que por lo menos 487 dirigentes, entre ellos el propio Vizcarra, se vacunaron de manera irregular y adelantada gracias a un lote de Sinopharm que todavía estaba en etapa de ensayo clínico.
Hasta ahora, Uruguay era el país que registraba los mejores resultados con respecto a la crisis sanitaria, pero en las últimas semanas la situación cambió de manera drástica, lo que encendió las alarmas para el Gobierno de Luis Alberto Lacalle Pou, que mantiene sus fronteras cerradas para no residentes.
Con sus 84.212 casos confirmados, Uruguay tiene la tasa de positividad más alta de la región con respecto a su proporción de habitantes, superando ya incluso a Brasil. Con un 63 % de camas de terapia intensiva ocupadas y la advertencia de un posible colapso, para Uruguay es el peor momento de la pandemia.
Campaña de vacunación de presos en una cárcel de Montevideo, Uruguay, 19 de marzo de 2021Ana Ferreira Cirigliano / Reuters
El lunes, el ministro de Salud, Daniel Salinas, reveló que ya se detectó la variante de Manaos en siete departamentos del país, lo que explica la propagación acelerada del virus y la convocatoria urgente de Lacalle Pou a un Consejo de Ministros para este martes. Diversas organizaciones médicas ya le pidieron que ordene mayores restricciones de movilidad, a lo que el presidente se resiste.
En medio de ese escenario, la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva anticipó el fin de semana que, si el aumento de contagios sigue a este ritmo, a más tardar en dos semanas la ocupación de camas de terapia intensiva quedará saturada.
Con respecto a las vacunas, hasta ahora han sido inmunizadas más de 300.000 personas con dosis de Sinovac y Pfizer, lo que prácticamente representa al 10 % de la población.
Desde el pasado lunes, en Venezuela quedaron suspendidas todas las actividades no esenciales durante dos semanas, lo que implica que no podrá haber viajes de vacaciones de Semana Santa.
Así lo decidió el presidente Nicolás Maduro al explicar que la nueva "cuarentena radical" se debe al incesante aumento de contagios de coronavirus provocada por la variante brasileña que entró por la frontera entre ambos países.
Maduro también descartó la apertura de escuelas en abril a pesar de los reclamos de gran parte de la población para diseñar un esquema de clases presenciales escalonadas, como ocurre en otros países de la región.
Venezuela acumula más de 150.000 contagios y 1.483 muertes, y comenzó la campaña masiva de vacunación a mediados de febrero. Desde entonces ha recibido cargamentos de la Sputnik V y Sinopharm. El próximo mes, además, recibirá 60.000 vacunas Soberana 02 y Abdala, producidas en Cuba, y que terminarán aquí su tercera y última fase de ensayo clínico.