La oposición gritó que hubo fraude en las elecciones del 20 de octubre en Bolivia y la secretaría general de la OEA lo confirmó. Luego vino el golpe.
Ahora tres estudios rigurosos internacionales afirman que no hubo ningún fraude. Y si no hubo fraude, ¿qué coresponde hacer?
Si no hubo fraude, ¿no debería volver Evo Morales y asumir el nuevo mandato, dado que ganó legítimamente las elecciones?, se pregunta el analista internacional Pedro Brieger.