Un grupo de más de 100 expertos internacionales en economía y estadística descartó un fraude electoral en las elecciones del 20 de octubre en Bolivia y llamó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a retirar sus “declaraciones engañosas” sobre ese tema.
Además hizo un llamado “al Congreso de Estados Unidos (para) que investigue este comportamiento de la OEA y se oponga al golpe militar, a su continuo apoyo por parte del Gobierno de (Donald) Trump, así como a la continua violencia y a las violaciones a los derechos humanos del Gobierno de facto”.
El documento lleva las firmas de expertos de entidades como el Economic Policy Institute y diversas universidades de Estados Unidos, Australia, México e India. Se indica que el termino de fraude electoral sirvió como una de las “justificaciones” más utilizadas para consumar el “golpe militar” del 10 de noviembre, apoyado por el gobierno del Presidente de Estados Unidos.
Morales dimitió el 10 de noviembre, acorralado por una fuerte presión cívica alentada por una denuncia de fraude electoral, a la que se sumó un motín policial y la “sugerencia” del alto mando militar de entonces de dimitir.
Un informe preliminar de los observadores de la OEA cuestionó la tendencia en la transmisión rápida de los resultados, lo que agitó la situación ya crítica en Bolivia. El presidente y candidato en ese entonces Evo Morales pidió al mismo organismo realizar una auditoría, que en su informe preliminar da por ganador a Morales pero pide una nueva elección.
Los expertos explican el resultado final de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), que dio una ventaja de más de 10% a Morales sobre Carlos Mesa, pese a que antes de un corte en la publicación de datos la brecha era menor y daba paso a una segunda vuelta.
Un informe de los observadores de la OEA, poco después de conocerse los resultados preliminares, hablaba de un cambio drástico en la tendencia de votos y difícil de explicar, “sin aportar pruebas”.
“No es inusual que los resultados de unas elecciones tengan un sesgo por ubicación geográfica, lo que significa que los resultados pueden variar dependiendo de cuándo se cuenten los votos de las diferentes áreas”, refiere el documento y para respaldarlo pone de ejemplo unas elecciones en Estados Unidos, donde el candidato demócrata John Bel Edwards ganó por 2.6 puntos porcentuales, después “de haber aparecido como perdedor casi toda la noche”.
“Y el cambio en el liderazgo de Morales no fue “drástico” en absoluto; fue parte de un aumento constante y continuo en la ventaja de Morales iniciado horas previas a la interrupción”, aseguró y complementó: “La explicación del aumento del margen de Morales fue, por lo tanto, bastante simple: las áreas que informaron sus votos posteriormente fueron más pro-Morales que las áreas que informaron sus votos más temprano.
“Hacemos un llamado a la OEA para que retire sus declaraciones engañosas sobre las elecciones, las que han contribuido al conflicto político y han servido como una de las “justificaciones” más utilizadas para consumar el golpe militar”, refiere el documento.