Calixto Huanacu Aguilar es la décima víctima fatal de los hechos de violencia del martes 19 de noviembre en Senkata, El Alto, desde donde un operativo policial-militar evacuó un convoy de cisternas y camiones con gas licuado para paliar el desabastecimiento de ese entonces en la ciudad de La Paz.
Según informó la Defensoría del Pueblo en un comunicado, Huanacu Aguilar murió al mediodía de este miércoles en el hospital de Villa Dolores por un cuadro de traumatismo cráneo encefálico “severo por arma de fuego”.
En medio del operativo fallecieron seis personas que formaban parte del bloqueo que impedía el paso de combustibles a La Paz en apoyo a Evo Morales y en rechazo al gobierno de Jeanine Áñez.
Entre el 20 y 24 de noviembre otras tres personas perdieron la vida producto de la gravedad de sus heridas en distintos centros hospitalarios de El Alto.
Todos perdieron la vida, según informe defensorial, por impacto de herida de bala. La Fiscalía estableció que las víctimas no murieron por disparos de armas militares.
La administración de Áñez aprobó un decreto que eximió de responsabilidad penal a los militares que participen de los operativos para restablecer el orden.
Al menos 31 personas perdieron la vida en medio de los hechos de violencia desatados tras la dimisión de Morales, como consecuencia de un prolongado paro cívico, un motín policial nacional y la sugerencia del mando militar de dimitir
Una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegó a Bolivia para verificar la situación de los derechos humanos y calificó de “grave” el contenido del decreto que eximió de responsabilidad penal a los militares.