Con los antecedentes aún frescos de las fuertes movilizaciones populares de julio pasado, el pueblo haitiano volverá a tomar las calles este 17 de octubre, aniversario 212 del asesinato de Jean-Jacques Dessalines, líder de la primea revolución exitosa de América Latina y el Caribe.
Esta movilización denunciará el desfalco por parte de los últimos tres gobiernos haitianos de unos 3.8 mil millones de dólares, ofrecidos al país en el marco de la plataforma de integración energética Petrocaribe, uno de los programas más significativos de ALBA-TCP.
¿Dónde está el dinero de Petrocaribe? Es la consigna que convoca a las clases populares haitianas desde las redes sociales hasta las calles de todo el país.
El líder campesino Chavannes Jean-Baptiste dijo que "es preciso hacerle conocer al pueblo haitiano la verdad respecto a la idea de Chávez y Fidel con Petrocaribe, que es un proyecto solidario para apoyar a varios países, y que sus gobiernos implementaran programas de beneficio social; pero lo que ha sucedido en Haití, es que los gobiernos corruptos han robado ese dinero..."; así mismo, aseguró que se expondrán pruebas irrefutables, argumentos sólidos, que demuestran ese robo, como será expuesto en un mitin convocado al efecto por dirigentes populares de la región central del país.
Además, el referente haitiano sostuvo que: "Chávez sentía un profundo amor por nuestro pueblo, y ese dinero debería dedicarse a mejorar infraestructuras de salud, educación, transporte, electricidad, y otros; sin embargo, se hicieron y pagaron los proyectos, hay informes como ejecutados, y no es verdad. Se miente descaradamente"-enfatizó.
Dando continuidad a la crisis política abierta tras la insurrección popular de julio (en respuesta al intento de aumento del precio de los combustibles), diversos sectores de la sociedad haitiana empezaron a demandar el esclarecimiento del hecho, y el juicio y castigo a los responsables políticos.
Para Camille Charlmers, reconocido intelectual y luchador popular haitiano, "los eventos del 6, 7, 8 de julio han exacerbado los conflictos internos dentro de los sectores de la clase dominante (...) La crisis actual es la manifestación del fracaso total del modelo institucional construido (...) Este modelo está agotado y se está cayendo a pedazos. El sublevamiento de julio refleja una pérdida total de legitimidad del Presidente, del gobierno, del parlamento y del sistema judicial".
Lo que comenzó como una campaña en las redes sociales, pronto se trasladó a una serie de intervenciones y movilizaciones de calle. En estos momentos el objetivo de los movimientos populares es hacer converger estas demandas en una gran jornada nacional de lucha, con epicentro en la capital Puerto Príncipe, y expresión en todas las regiones de país.
No casualmente sectores de derecha han comenzado a fomentar acciones de amedrentamiento, disparos nocturnos en las periferias, y otras estrategias tendientes a implantar un virtual estado de sitio, para de esta forma, desmovilizar a las multitudes que se espera tomen las calles del país.