Un destacado grupo de políticos, intelectuales y dirigentes sociales de América Latina suscribieron un manifiesto en el que expresan su “preocupación respecto de los efectos nocivos que sobre el régimen político poseen” algunas de las preguntas incluidas en la consulta popular convocada para el próximo 4 de febrero en Ecuador.
La cuestión sobre la constitucionalidad del referéndum y consulta popular presenta al menos dos nudos problemáticos que revisten características locales pero que, por sus implicancias, poseen una resonancia que trasciende las fronteras nacionales.
Los firmantes se declaran defensores del referéndum y consulta popular como mecanismos democráticos capaces de complementar las limitaciones del sistema representativo. Sin embargo ¿cómo pueden funcionar ciertos mecanismos democráticos si el sentido de sus principales resortes es capturado para ponerlo al servicio de un interés partidario o personal? En este punto la democracia no puede definirse únicamente como un conjunto de instituciones, sino como aquel régimen político que habilita la participación, la discusión, el intercambio y la pluralidad de ideas. Si uniformidad no equivale a consenso, menos aún la política puede ser sinónimo de emocionalidad o desborde.
De cara a la delicada situación que atraviesa Ecuador, el manifiesto asume la tarea de convocar a abrir espacios de diálogo, tanto nacionales como internacionales, en los que pueda comprenderse el impacto que este proceso conlleva para la democracia y el Estado de derecho. Ante la estructura monopólica de los medios de comunicación en nuestras sociedades, que bloquea la discusión sobre los temas políticos más significativos, es imperativo generar canales para trazar una agenda pública que los restituya el debate.
En este sentido, en una de sus conclusiones, los firmantes consideran de vital importancia “respaldar la apertura social y mediática para un debate profundo y con igualdad de espacios para todas las voces, sobre la constitucionalidad del procedimiento de convocatoria y objetivos del referéndum y consulta popular”.
El “Manifiesto por la democracia en Ecuador” está firmado por la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini (Argentina), la diputada Camila Vallejo (Chile), Emir Sader (Brasil), Hugo Moldiz (Bolivia), Jacques Ramírez (Ecuador), Ricardo Forster (Argentina) y Marco Enriquez Ominami (Chile), entre muchos otros destacadas personalidades de la región.
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MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA EN ECUADOR
Quienes creemos en el referéndum y consulta popular como mecanismos democráticos capaces de complementar las limitaciones del sistema representativo, vimos en su implementación en la Constitución del Ecuador del 2008, un avance importante hacia la construcción de una democracia más participativa. En esta línea, apoyamos también la consagración de un nuevo sistema de controles interinstitucionales, el cual, más allá de sus limitaciones, abrió camino para que la ciudadanía pueda tener un rol activo en los procesos de selección y vigilancia de las distintas autoridades de control del Estado.
Al mismo tiempo, consideramos que reconocer al Ecuador como un Estado constitucional de derechos y justicia, implica necesariamente destacar la importancia de la figura del control previo de constitucionalidad previsto en su norma fundamental como una garantía ante posibles excesos o manipulaciones en la instrumentación de estos mecanismos de democracia directa.
En este contexto vemos con gran preocupación el referéndum y consulta popular convocado por el actual presidente del Ecuador, Lenin Moreno Garcés para el próximo 4 de febrero. Consideramos que la omisión del filtro de control previo de constitucionalidad ha dado paso a la formulación de preguntas que podrían lesionar el modelo de Estado constitucional y democrático vigente. El uso de estos mecanismos con el objetivo de bloquear un proyecto político que fue mayoritario durante la última década en el Ecuador, significa una grave vulneración del principio de pluralismo sobre el que se asientan nuestros regímenes democráticos contemporáneos.
En esencia, expresamos nuestra preocupación sobre los efectos nocivos que sobre el régimen político poseen:
Por lo dicho anteriormente, consideramos de vital importancia:
Ricardo Forster (Filósofo – Argentina), Camila Vallejo (Diputada por el Partido Comunista – Chile), Jorge Alemán (Psicoanalista y escritor – España), Emir Sader (Profesor universitario – Brasil), Teresa Parodi (Ex Ministra de Cultura – Argentina), Marco Enriquez Ominami (Político – Chile), Hugo Moldiz (Abogado y periodista – Bolivia), Hebe de Bonafini (Madres de Plaza de Mayo – Argentina), Jacques Ramírez (Antropólogo – Ecuador), Carolina Mera (Decana de la Facultad de Ciencias Sociales UBA – Argentina), Diego Tatián (Filósofo UNC – Argentina), Florencia Saintout (Diputada BS AS por Unidad Ciudadana – Argentina), Patricia de la Torre Arauz (Socióloga e investigadora – Ecuador), Graciela Morgade (Decana de la Facultad de Filosofía y Letras UBA – Argentina), Pablo Ferreyra (Legislador CABA por Alternativa Popular – Argentina), Lucila De Ponti (Diputada por el Frente para la Victoria – Argentina), Diego Conno (Politólogo – Argentina), María Pía Lopez (Socióloga y escritora – Argentina), Ricardo Aroskind (Economista – Argentina), Lucía García Itzigsohn (Periodista – Argentina), Leonardo Vilches (Abogado – Chile), Daniel Chonillo (Artista audiovisual – Ecuador), Matías Capeluto (Politólogo – Argentina), Andrés Imperioso (Politólogo – Argentina), Emilce Cuda (Filósofa – Argentina), Mariana Vazquez (Politóloga – Argentina), Marita Gonzalez (Socióloga – Argentina), Inés Nercesian (Socióloga – Argentina)
Se reciben adhesiones aquí