El Consejo ampliado de la CONFENIAE en reunión celebrada en el Puyo con las nacionalidades de Pastaza, decidió apoyar la candidatura de Lenin Moreno a la presidencia de la república, entre las motivaciones que llevan a la regional indígena Amazónica a tomar esta resolución sostienen que: “Los pueblos y nacionalidades históricamente se han unido para luchar en contra de la derecha, su irrespeto y discriminación”
Este es un criterio es compartido por las bases del movimiento indígena, así como por actores clave de su brazo político, el Pachakutik, como Humberto Cholango, quien ha sido enfático al señalar que no votará por la derecha burguesa y neoliberal, señalando que: “nosotros como dirigentes, no vamos a estar jamás de brazos con un banquero de la burguesía” – “lo peor de la burguesía”.
Sin embargo de la importancia noticiosa de la resolución tomada por parte de la CONFENIAE, en una coyuntura donde la CONAIE se encontraba reunida para decidir su postura en el balotaje, la noticia fue rápidamente desacreditada por parte de los grandes medios de comunicación privados, tomando como fuente simples publicaciones en Twitter, así sin contrastar, ni investigar.
¿Por qué se elimina con tanta ligereza una noticia importante para la coyuntura? ¿Hay una intencionalidad política tras la línea editorial de esos medios? Es claro que la falta de profesionalismo y honestidad de los medios privados, al negar la noticia, legitiman y fortalecen una organización ilegal y paralela, como la CONFENIAE de Marlon Vargas, quienes son pieza electoral clave de la estrategia de Guillermo Lasso en la Amazonía.
La veracidad de la nota.
El Telégrafo publicó una reseña titulada “La Confeniae respalda a Lenin Moreno”, la respuesta de la CONFENIAE ilegal e ilegítima fue rápida y profesional, en redes sociales comenzó una campaña de desacreditación a través de troll centers, como la fundación Mil Hojas, descartando la información como falsa, sin que de parte de los periodistas exista un abordaje serio, que busque las pruebas y contraste la información.
Así el Universo aceptó sin verificar en otras fuentes la versión de Marlon Vargas (presidente ilegal e ilegitimo de la CONFENIAE), dónde señala sobre la dirigencia de la Cofeniae legal: “aduce representar a las bases pero no ha visitado a las mismas y solo aparece en época electoral para hacer plataforma política”. Desacreditando una acción legítima, que nace de las mismas bases y rebajando el hecho a una trivialidad electoral.
Por su parte la Hora, conocido por su línea radical de derecha, descarta totalmente la discusión sobre la validez del documento firmado por Felipe Tsenkush, presidente legal de la CONFENIAE, al no profundizar, ni informar quienes lo emitieron y bajo que contexto o perspectiva lo hicieron.
Es claro en este punto que los periodistas tienen un direccionamiento editorial en base a acuerdos políticos de los dueños del medio, y por eso actúan de esta manera. Lo que tratan de ocultar a la opinión pública no especializada, es que existe un proceso histórico del movimiento indígena que apoya a Lenin Moreno, en conflicto con la tendencia derechista de las ONG´s, sostenida por una dirigencia que manipula a sus bases para que voten por Lasso.
Los medios encubren la suplantación.
Los medios de comunicación privados están suplantando la realidad con el fin de construir su propia narrativa de los hechos. Esta narrativa se convierte en la versión oficial, la que pasa por alto, elementos fundamentales de la noticia, como la existencia del nombramiento legal de Felipe Tsenkush y el apoyo masivo de las nacionalidades amazónicas, bases de la CONFENIAE, a esta plataforma.
A partir de este momento se abre un triste capitulo para la libertad de expresión de los pueblos y nacionalidades en los medios privados de comunicación. Las voces diversas de las bases son negadas por la maquinaria mediática en aras de sus intereses políticos, ya que únicamente promueven y visibilizan la intervención de los cuadros indígenas de las ONG’s, quienes se han consolidado como dirigencia en la cúpula de la CONAIE y el Pachakutik, y son los que entregan el movimiento indígena al banquero.
La participación en el diálogo democrático de otros sectores de Pueblos y Nacionalidades es una necesidad fundamental para la construcción del Estado Plurinacional, en este contexto, los medios de comunicación tienen una responsabilidad de reflejar los matices y las tensiones. Al parecer los medios no abandonan su rol político, asumido desde la crisis de representación de los viejos partidos políticos, y fortalecido en esta era de política 2.0