Las grandes corporaciones globales de tecnología digital se han ido convirtiendo con el pasar de los años en el cerebro que controla todos los sectores y aspectos de la economía mundial. Lo que nació con el rol de conectar a los actores y actividades en sus plataformas de comunicación hoy es la mina de oro que provee cuantiosas ganancias a los principales conglomerados de Internet, quienes se apropian de los datos de los usuarios para, una vez procesados, venderlos como productos a las empresas interesadas en esta inteligencia mundial.
Estos aspectos de impacto transversal en el desarrollo y futuro de las nuevas sociedades fueron abordados este jueves en el conversatorio “Construyendo la soberanía digital de los pueblos en América Latina y el Caribe”, espacio impulsado por la iniciativa regional Internet Ciudadana en el marco del Foro Social Mundial 2021 y promovido por la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), Pressenza, OpenlabEC y el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
Destacados analistas y estudiosos del tema, así como integrantes de los movimientos sociales y medios comunitarios, debatieron junto a las comunidades propuestas y alternativas para la democratización de las tecnologías de la información y la comunicación en la región.
La primera en tomar la palabra fue la periodista británica-ecuatoriana de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), Sally Burch, quien destacó el tema de la economía de datos, la cual considera “la principal fuente de ordenamiento económico y de distribución de riqueza y poder de la actualidad”. Tomando en cuenta las advertencias de otros analistas, Burch indicó que el mundo está regresando peligrosamente a la época del feudalismo, ya que existe una apropiación por la fuerza de los datos.
Indicó que a pesar de ser los datos hoy un recurso económico central se está prestando poca atención a su protección y que es necesario hacer frente a esta situación como colectivo. “Estos sistemas ya están implicados en la sociedad y no será fácil cambiarlos, pero su carácter es eminentemente colectivo y cualquier respuesta efectiva requiere ser colectiva. El sentir de lo común ha sido expropiado nos buscan convertir en un rebaño.”
La periodista resaltó que las alternativas a este modelo deben estar orientadas hacia “el bien de las personas y las comunidades, que transparente su funcionamiento para que como usuarios tengamos la capacidad de decisión informada, voluntaria y autónoma. Se requiere protección de datos, de la intimidad, pero también capacidad para frenar la concentración monopólica de las corporaciones digitales, varios gobiernos están avanzando en estos temas”.
Luego de la participación de Burch, tomó la palabra Alfredo Moreno, profesor de Tecnología de la Información y Comunicación en la Universidad de Moreno en Argentina. Reflexionó sobre la soberanía digital en relación a la infraestructura tecnológica que soporta el despliegue digital en el mundo y alternativas de otros modelos de digitalización. Sobre este último punto, manifestó que es posible otro modelo “pero es necesario que el pueblo y sus representantes puedan entender las profundidades de la tecnología para plantear defensas y alternativas al modelo extractivista de datos”.
Comentó que un nuevo modelo de digitalización alternativo puede integrar las herramientas de las TIC a la filosofía del Buen Vivir provenientede los pueblos andinos. De esta manera se lograría un modelo centrado en el ser humano con regulaciones de políticas públicas donde los pueblos tengan voz junto a los gobiernos y las empresas privadas.
“La alternativa es una figura de soporte público que pueda operar estas redes para garantizar transparencia hacia el pueblo, hacia las comunidades, en el sentido que los datos van a ser cuidados, que responden a una política de seguridad abierta y que las empresas que toman los servicios de infraestructura los vendan a precios razonables y en un acuerdo entre la política pública y la defensa del consumo”, argumentó.
Luego de estas intervenciones participaron en el bloque de propuestas hacia la soberanía digital Miguel Guardado, docente y militante por las soberanías tecnológicas; Jimena Montoya, comunicadora del Centro Latinoamericano deAnálisis Estratégico; y María Cristina Martínez, integrante de la Red de Investigación de Conocimiento, Hardware y Software Libre.
Al respecto, Guardado indicó que es imperativo en estos tiempos avanzar como ciudadanía hacia la integración regional para tener mayor incidencia política a fin de aprovechar los espacios públicos y exigir que los estados garanticen el acceso a Internet como un derecho humano esencial y que la propiedad de los datos digitales sea colectiva, entre otros puntos.
Por su parte, Montoya conversó sobre el impacto de la digitalización de la vida en el campo de la comunicación y el trabajo y propuso como primera premisa adherir a los principios de la comunicación popular. Consideró fundamental que las organizaciones sociales y la ciudadanía puedan apropiarse de las herramientas para intervenir los espacios digitales y que los Estados fomenten la producción de contenido desde y para las comunidades.
Finalmente intervino en este bloque María Cristina Martínez para conversar sobre los efectos de la era digital en las áreas rurales y plantear propuestas de protección del agro, el medio ambiente y la soberanía alimentaria y abogó por el acceso a la tecnología en el campo alejada de las lógicas corporativas y con participación comunitaria.
Para profundizar más te invitamos a ver el conversatorio