La reincorporación de Cuba a la espuria lista de países patrocinadores del terrorismo por parte de Donald Trump, a pocas horas de asumir la presidencia de los Estados Unidos, evidencia la continuidad de una politica de agresión imperialista contra el pueblo cubano. ALBA Movimientos denuncia esta medida y expresa que es injustificada y que intensifica el bloqueo económico y utiliza herramientas de chantaje para someter a los países a los intereses del gobierno del norte.
Ayer, a minutos de la toma de posesión de Donald Trump, la Casa Blanca emitió un comunicado que dice que anula la decisión de su predecesor sobre Cuba junto con una larga lista de órdenes ejecutivas. Este acto, marca el inicio de un nuevo período de agresión desde Washington.
"No existe razón, ni legal, ni política, ni moral que justifique esta decisión", expresa un comunicado de ALBA Movimientos que define a la lista como un instrumento de chantaje internacional utilizado por Estados Unidos para someter a otros países a sus intereses políticos y económicos. Lejos de combatir el terrorismo, la medida refuerza la política imperialista y agresiva de la potencia norteamericana.
El anuncio también ha sido interpretado como una continuidad del legado de Joe Biden, quien durante su mandato mantuvo intactas las medidas de bloqueo que profundizaron lo que ha sido descrito como un "genocidio en cámara lenta" contra el pueblo cubano, agravando aún más las
dificultades durante la pandemia de COVID-19.
En este contexto, ALBA Movimientos afirmó: "La postura de Trump apuesta por la confrontación abierta y desenmascarada, una acción que
refleja la irracionalidad de un enemigo histórico dispuesto a recurrir al lenguaje de la fuerza contra los más débiles". Además, esta medida ha contado con el respaldo de sectores anticubanos en Estados Unidos, lo que pone de manifiesto la persistencia de una "camarilla filofascista" en el gobierno estadounidense, cuya intención es consolidar un sistema imperial destinado a destruir a Cuba y a cualquier otro proyecto progresista en la región.
Frente a este escenario, la resistencia cubana se reafirma como una lucha de largo aliento, en la que la solidaridad de los movimientos sociales y pueblos de Nuestra América y el mundo es clave. Las implicaciones de esta medida no son solo simbólicas, sino también prácticas, agravando el hambre y la miseria en la isla, señaló ALBA Movimientos. Los efectos del bloqueo han sido ampliamente documentados en los informes que cada año entrega Cuba a la Organización de Naciones Unidas y tiene sus mayores impactos entre las mujeres, los ancianos y los niños.
En este contexto, la solidaridad internacional es más crucial que nunca. Las organizaciones sociales y populares de la región y el mundo deben denunciar el rol histórico y actual del imperialismo estadounidense en esta crisis, presionar a sus gobiernos para que adopten acciones concretas de apoyo al pueblo cubano y a repudiar cualquier postura en la que se respalde el bloqueo.
Declaración completa a través de este enlace https://albamovimientos.net/