Seminario Internacional de Comunicación para la Integración
La integración regional necesita un proyecto e inversión en la batalla de las ideas
Tatiana Carlotti / Fotos: Priscila Ramos/MST
Miércoles, Septiembre 25, 2024

Las continuas amenazas a las democracias latinoamericanas. La apropiación de la revolución tecnológica por el capital. La expansión de la extrema derecha en el continente. La necesidad de integración entre los países latinoamericanos. Estos fueron algunos de los temas debatidos en la primera noche del Seminario Internacional de Comunicación para la Integración, que tuvo lugar entre el 20 y el 22 de septiembre en la Casa Popular del MST.

Por Tatiana Carlotti
Fotos: Priscila Ramos/MST

El evento, organizado por el Centro de Estudios Alternativos Barão de Itararé y la agencia Inter Press Service (IPS), con el apoyo del Centro de Información y Coordinación del Punto BR (NIC.br), a través del Comité Gestor de Internet en Brasil (CGI.br), reunió a periodistas de medios de comunicación de la región, comunicadores e investigadores para reflexionar colectivamente sobre las posibilidades efectivas de integración del sector en el continente.

El primer panel, de carácter más coyuntural y coordinado por los periodistas y directores de Barão de Itararé, Felipe Bianchi y Carlos Tibúrcio, debatió sobre Los desafíos de la democracia en América Latina.

Participaron Fernando Morais, escritor y presidente de IPS en Brasil; Renata Mielli, coordinadora del Comité Gestor de Internet en Brasil (CGI.br); Javier Tolcachier, periodista de la agencia Pressenza y co-facilitador del Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América (FCINA); Monica Valente, secretaria ejecutiva del Foro de São Paulo; Patrícia Villegas, periodista colombiana y presidenta de Telesur; y el anfitrión del evento, João Paulo Rodrigues, coordinador del MST.

¿Quién domina la información digital en Brasil?

"Mi generación creía que la libertad de expresión, sobre todo la de prensa, se conquistaría en las trincheras, en las plataformas y en las manifestaciones. La tecnología acabó por darnos un golpe", señaló Fernando Morais al abrir los debates.

"El mundo entero está sufriendo los resultados de lo que imaginábamos que podría ser una luz en la oscuridad: la aparición de Internet como herramienta de comunicación", añadió, recordando que la esperanza inicial resultó ingenua.

 



 

"¿Quiénes son los que dominan la información digital en Brasil? No es el Barão de Itararé, no son los blogs y sitios web mencionados aquí, sino el loco sudafricano Elon Musk, un empresario que viene desafiando al máximo poder de Brasil -el Tribunal Supremo- para defenderse de un crimen que ha confesado, que es el mantenimiento de X sin ningún soporte en términos de legalidad, y haciendo el uso que hace de ella".

Citando ejemplos del papel que internet y la comunicación pueden jugar a favor y en contra, recordó la primera manifestación pública en la red, en vísperas de las elecciones a la jefatura del Gobierno en España en 2004, cuando estalló una bomba en la estación de metro de Atocha de Madrid que causó 200 muertos.

En aquel momento, el jefe del Gobierno español, José María Aznar, "comunicó inmediatamente al mundo entero, no como un rumor, sino oficialmente", que ETA, brazo armado del movimiento de liberación vasco, era la responsable de la bomba, pero Al Qaeda reivindicó el atentado. "Lo que salvó las elecciones y permitió que José Luis Rodríguez Zapatero saliera elegido por los pelos fue Internet, que desmintió la sinvergonzonería de José María Aznar", dijo.

El otro ejemplo, en sentido contrario, fueron las elecciones de 2018 en Brasil. "Lo que le dio la victoria a Bolsonaro fue un chaparrón de falsedades, sin que diera tiempo a desmentirlas o porque se repitieron tantas veces, que se convirtieron en verdad. Y estamos viendo cosas parecidas ahora mismo en las elecciones a la alcaldía de São Paulo", advirtió.

También destacó la fragilidad de los Estados nación ante la extensión global de internet, citando una de las escenas de la película "Snowden", de Oliver Stone, que muestra el alcance del control: "Si quisiéramos, podríamos apagar las luces de todo Japón en un minuto", dice uno de los responsables de la inteligencia estadounidense.

Sobre la vigilancia estadounidense, Morais citó un ejemplo personal. Mientras escribía el segundo volumen de su biografía del presidente Lula, ha estado intentando, con dificultad, desenterrar de las agencias de inteligencia estadounidenses todos los registros y documentos relacionados con el líder brasileño.

Las cifras son impresionantes: 819 documentos (613 sólo de la CIA) y más de 3.000 páginas sobre Lula. Decenas involucran las relaciones políticas entre el entonces presidente y la ex presidenta Dilma Rousseff, sus contactos con Oriente Medio y China, los planes militares de nuestro país y, por supuesto, cuestiones relacionadas con la producción de petróleo y Petrobras, en particular durante la era Pre-Sal.

Estos episodios demuestran "más que cualquier otro discurso, que tenemos que unirnos de forma organizada y como bloque geopolítico". ¿El camino a seguir? "La ruta es el Sur Global, los BRICS con los llamados BRICS+".

"Todo el mundo tiene que desempeñar su papel en la unidad que hay que crear", subrayó Morais, que propuso un "Foro Digital de São Paulo" y una articulación entre periodistas nacionales y extranjeros y gobiernos y jefes de Estado progresistas para que podamos realmente "hacer frente a este dragón monumental que ya nos está quemando las espinillas con su fuego".

Una plataforma soberana para la región

Renata Mielli, coordinadora del Comité Gestor de Internet en Brasil, pronunció una conferencia sobre la Internet de ayer y de hoy en el continente. Destacó las principales similitudes en la forma en que se han desarrollado los medios de comunicación latinoamericanos, siempre "dominados por el sector económico dominante en cada país" y en torno a "un proyecto político de poder y una ideología dominante".

Ahora, el reto consiste en elaborar un proyecto de integración capaz de hacer frente a estos "poderes económicos enquistados" en este momento de transición tecnológica, en el que la llegada de Internet comercial influye en la producción, distribución y adquisición de información en los distintos países.

 

 

Internet, explicó Mielli, no es lo mismo que Facebook o WhatsApp, sino un "conjunto de protocolos internacionales que conectan un terminal con otro y permiten una comunicación descentralizada". Tras recordar que "no fue internet la que creó el espionaje, la desinformación o la concentración económica", hizo un breve repaso de cómo se desarrolló la red y sus principales obstáculos en la actualidad.

Al principio, hubo un periodo de libertad en la red. Todavía no había "una presencia tan fuerte del poder económico actuando en internet, cuyo impacto fue de hecho muy positivo para la libertad de expresión y la democracia". El problema, sin embargo, "es que el capital se ha reorganizado" desde la crisis de 2008, cuando empezamos a "ver un cambio en el comportamiento de la organización del capital que, en busca de nuevas formas de acumulación, ha hecho del Estado del bienestar y de la democracia su principal oponente".

A partir de 2008, "muchos gobiernos progresistas de América Latina y otros países comenzaron a retroceder y la economía comenzó a basarse en una lógica de acumulación diferente, basada en estas grandes plataformas digitales". Hoy vivimos una fase en la que dominan no sólo en Brasil, sino en todos los países y en América Latina.

Las plataformas digitales están estructuradas sobre la base de la recolección de datos, que es estratégica - después de todo, no se trata de datos aislados de tal o cual persona, sino de información. Y "la información es poder".

"Estas empresas, que son globales y operan en países sin ningún tipo de regulación, extraen nuestra información y con ella han construido un entramado de capacidad tecnológica y digital para predecir movimientos económicos, crisis climáticas, tendencias de todo tipo que alimentan el poder que ya tienen, porque ahora pueden predecir y anticiparse, utilizando la información a su favor", dijo.

Dirigido a extraer la mayor cantidad posible de nuestros datos, el modelo de negocio de estas plataformas, la llamada economía de la atención, se basa en un sistema de recompensas (likes, etc.) "para mantenernos permanentemente conectados, enganchados, interactuando con contenidos que nos secuestran cognitivamente no desde la conciencia crítica, sino desde la emoción", añadió.

En cuanto a las propuestas, Mielli dio en el clavo: "Tal vez la comunicación para la integración de América Latina no se trate sino de que pensemos en plataformas soberanas alternativas para nuestra región. ¿Es un desafío? Sí, pero por algún lado tenemos que empezar".

¿Qué proyecto vamos a comunicar?

¿Qué proyecto vamos a comunicar? ¿Qué proyecto en América Latina nos permite construir una política de hegemonía en el campo de las ideas? ¿Qué vamos a comunicar para defender? Estas y otras preguntas fueron planteadas por el anfitrión de la velada, el coordinador del MST João Paulo Rodrigues.

Destacando que la tecnología es más que redes sociales, es una forma de organizar la vida de las personas, el mundo del trabajo, la explotación de la mano de obra, Rodrigues recordó que en los últimos cien años ha sido el movimiento sindical el que mejor ha organizado la comunicación en el ámbito democrático, y "mucho más eficazmente en la vida real".