“La elaboración del informe anual, por casi cinco décadas, representa una intromisión en los asuntos internos de los Estados, que pretende erigirse como un instrumento para calificar las políticas de los países en materia de derechos humanos”, subrayó el bloque de integración.
El ALBA-TCP manifestó que Estados Unidos no puede aspirar a dar lecciones en este ámbito, al abstenerse de revisar su situación interna e incurrir en la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra los pueblos del mundo, además de y realizar campañas de desinformación y desprestigio para lesionar a otros gobiernos.
La Secretaría Ejecutiva del bloque de integración ratificó su rechazo al citado informe de Washington por carecer de moral y rigor técnico, y por pretender emplearlo de manera oportunista para agredir a otros países.
Asimismo, la Alianza hizo un llamado a la comunidad internacional a rechazar este tipo de acciones injerencistas y reiteró su compromiso con la promoción, respeto y defensa integral de los derechos humanos.