La nueva edición del Panorama Laboral en el área advierte que la tasa de desocupación femenina se mantuvo al cierre de 2021 en un 12,4 por ciento, lo cual indica que no hubo mejoría desde 2020 y amplifica el impacto de la crisis sobre la desigualdad de género en el trabajo.
De acuerdo con el reporte esta situación está asociada a la mayor presencia de ellas en los sectores más afectados por la actual coyuntura económica derivada de la pandemia de Covid-19, como la hotelería, los restaurantes y otras actividades de servicios.
Asimismo, desde antes de la emergencia sanitaria las mujeres tenían una fuerte vinculación con el empleo informal, lo que añade un plus a la precariedad que experimentan.
De forma general la tasa promedio de desocupación en América Latina y el Caribe cerró 2021 con un 9,6 por ciento, cifra que representa una mejoría desde el 10,6 alcanzado en 2020; sin embargo, la fuerza laboral femenina no corrió igual suerte.
Otro tanto ocurre con los jóvenes, que según el informe de la OIT muestra niveles sin precedentes al ubicarse en un 21,4 por ciento.
Resulta preocupante que antes de la pandemia la tasa rondaba el 18 por ciento y ya era considerada como demasiado elevada, pero la crisis rápidamente superó el límite del 20 por ciento y aún no baja, apunta el reporte.
Según la OIT, en el escenario actual es urgente adoptar políticas integrales y de gran alcance que estén centradas en las personas, y en particular en la creación de empleo formal, pues de lo contrario el impacto de la crisis se prolongará y dejará profundas cicatrices sociales y laborales por largo plazo.
Al respecto el informe del organismo en la región apunta que la actual situación podría prolongarse hasta 2023 e incluso el 2024, atendiendo a que el crecimiento económico registrado en 2021 (más del seis por ciento) no fue suficiente para recuperar los puestos de trabajo perdidos debido a la Covid-19.
Se calcula que alrededor de 49 millones de empleos desaparecieron durante el peor momento de la crisis por la pandemia (segundo trimestre de 2020), de los cuales todavía faltan por recuperar 4,5 millones.
De acuerdo con la OIT, la región de América Latina y el Caribe está inmersa en el momento más difícil desde 1994 en el ámbito laboral, pues se estimaba que al comenzar 2022 unos 28 millones de personas buscaban ocupación sin encontrarla.