En momentos en que se observa un posible regreso al poder de la izquierda en Latinoamérica, Bolivia le envía un interesante mensaje al progresismo.
La izquierda peruana está muy cerca de ganar las elecciones, y en Brasil el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), se perfila como el favorito para los comicios de 2022.
Con este escenario, al que se le agrega la propia Bolivia, Argentina y México, además de Venezuela, el sueño de una unión entre los pueblos latinoamericanos vuelve a renacer, especialmente en tiempos en que el COVID-19 demostró que la cooperación entre países en esta parte del mundo fue escasa y que la región más desigual del planeta no tuvo más remedio que supeditarse a los deseos de las grandes potencias para conseguir vacunas.
Así, el canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, en una entrevista con Sputnik, aprovechó la ocasión para mandar el siguiente mensaje: América Latina tiene que fomentar una integración regional por encima de ideologías.
"Más allá del posicionamiento de izquierda o derecha, creo que los países en Latinoamérica lo que estamos aprendiendo de la pandemia es que una herramienta fundamental para resguardarnos es concretar y fortalecer el proceso de integración regional, de forma más decisiva", afirmó Mayta.
El canciller realizó estas afirmaciones luego de ser consultado sobre qué acciones debería impulsar la izquierda en América Latina para no cometer los errores del pasado, que en algunos países significaron el regreso al poder de partidos de derecha.
Una de las ideas que frecuentemente muchos dirigentes políticos de derecha y varios analistas señalan es que durante el auge de los gobiernos de izquierda en la región (2003-2015) se apostó a una integración, especialmente con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), basada en afinidades ideológicas.
Por su parte, el canciller boliviano consideró que otra hubiese sido la historia si América Latina hubiese tenido una "herramienta tan poderosa" como la Unasur, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) "potenciada", o una Organización de los Estados Americanos (OEA) "que no estuviese en crisis".
"Esos procesos de integración nos han hecho falta, nuestros países a veces hemos tenido un diálogo solidario, pero en la mayoría de los casos ha sido un "sálvense quien pueda". Eso se ve en que nuestras capacidades se han visto limitadas por ese actuar individual", dijo Mayta.
El ministro de Exteriores boliviano agregó que otro hubiese sido el escenario de la pandemia si dentro de los procesos de integración América Latina hubiese desarrollado sus capacidades para crear vacunas y producir medicamentos de acuerdo a los requerimientos de sus patrones culturales y características de sus sistemas de salud.
"En cambio, hemos estado dependiendo de la solidaridad, apoyo y relacionamiento con proveedores de Asia, Europa o EEUU. El reto para el futuro para nuestros países es aprender esas lecciones; más allá de discursos demagógicos o chovinistas, necesitamos integrarnos para fortalecernos", reflexionó el canciller boliviano.
La Unasur fue fundada en 2008 con la idea de incrementar el intercambio cultural, social y comercial en el sur de América Latina y desde esa región con otras del mundo.
Inicialmente, estuvo conformada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
No obstante, el bloque está en crisis desde 2018 por diferencias políticas entre sus países miembros y quedó paralizada desde abril de 2019, cuando Bolivia pasó la presidencia pro tempore a Brasil.
En 2018, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Paraguay decidieron retirarse del grupo, al igual que Ecuador en 2019 y Uruguay en 2020.