El Grupo de Puebla, alianza conformada por varias personalidades políticas de 14 países, rechazó la presencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) como observadora electoral en futuras elecciones en la región.
En un comunicado, ese brazo encabezado por 44 distinguidas figuras, entre ellas el presidente argentino Alberto Fernández y otros 10 exmandatarios, considera que tras el papel que desempeñó la OEA en los comicios presidenciales bolivianos de 2019, no se puede confiar en esa organización como observadora imparcial de elecciones a futuro.
El Grupo insistió en el rol jugado por esa agrupación en el desenlace golpista en Bolivia y además denunció que, recurriendo a argumentos falaces sobre un supuesto fraude electoral, el gobierno de facto de Bolivia intenta perseguir a exfuncionarios bolivianos y proscribir al Movimiento al Socialismo (MAS) en los próximos comicios, previstos para el 6 de septiembre.
'Frente a las nuevas evidencias presentadas en varios estudios técnicos y académicos, y reproducidas en importantes medios de comunicación, el Grupo de Puebla solicitó al Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD) que analizara los diversos estudios sobre el proceso electoral boliviano y el rol desempeñado por la OEA en estos comicios, agrega el texto.
La alianza, fundada el pasado año, advierte sobre el singular comunicado de prensa del Secretario General Luis Almagro, del pasado 16 de junio, que no responde a las inquietudes presentadas por los diferentes investigadores que analizaron las evidencias presentadas por la OEA.
'Más allá de sus groseras descalificaciones, no aporta elementos técnicos que puedan refutar lo demostrado en los diferentes estudios', remarca.
Asimismo, el Grupo de Puebla consideró que lo ocurrido en Bolivia pone en entredicho el rol de la OEA como observador y señala como imperativo que se establezca mecanismos regionales de observación electoral que sean técnicos, éticos, imparciales y respetuosos del derecho, como fue el Consejo Electoral de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas).
Por otro lado, hace un llamado a los Estados miembro de la OEA y al Consejo Permanente de la organización para exigir que se realice una investigación exhaustiva de todo lo actuado por la OEA en el contexto del proceso electoral boliviano de 2019, y en consecuencia, se procure el restablecimiento de la legitimidad democrática en Bolivia.
En el comunicado, exige además al gobierno de facto de Bolivia que cumpla con el cronograma aprobado por la Asamblea Legislativa Plurinacional para la organización de elecciones y cesen así, los intentos por impedir que el pueblo boliviano pueda elegir a sus gobernantes.