Al 15 de junio se confirman al menos 163 pueblos contagiados de Covid-19. Casi 8 mil indígenas contagiados solo en las zonas rurales. 129% de incremento solamente en la última semana y más de 800 indígenas fallecidos.
Con esos datos, el segundo informe preparado por el Observatorio Regional sobre Pueblos Indígenas del Fondo Indígena para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe – FILAC y miembro de la Plataforma Indígena Regional frente a la COVID-19, alerta sobre la grave situación de riesgo en la que están las comunidades indígenas del continente.
“Más allá de los números, este informe destaca la gravedad de la situación para las comunidades. Muchas de ellas están en alto riesgo, incluso de desaparecer. Así se evidencia en varios casos que se explican en el informe y en los testimonios contenidos en el mismo” con esas palabras, inició la presentación del informe la presidenta del FILAC, Myrna Cunningham
El informe sugiere prestar atención en la situación epidemiológica y carencias de servicios de salud y a las medidas de higiene y protección personal ya que buena parte de las comunidades indígenas de la región carecen de servicio de agua potable y, en algunos casos, de agua aún sin potabilizar. Carencias que resultan habituales, tanto en los territorios como en las comunidades indígenas asentadas normalmente en las laderas de las urbes de la región.
“Los Pueblos Indígenas con población reducida, los pueblos aislados o en contacto inicial, algunos transfronterizos, entre otros, enfrentan situaciones extremadamente graves que, si no se atienden de manera urgente y apropiada, corren serio riesgo de ver afectada su propia existencia. El rápido ritmo de avance del contagio y la pérdida de vidas en los territorios indígenas de América Latina dan cuenta de un escenario de alerta máxima.” relató en el evento, Álvaro Pop, Secretario Técnico del FILAC.
Por otra parte, el informe contextualiza también la respuesta de los Pueblos Indígenas ante las afectaciones de la COVID-19, da ejemplos de varios casos a lo largo de la región, mediante acciones conmovedoras y eficientes, que van desde la vigilancia comunitaria, la divulgación de información en idiomas propios, acciones solidarias para atender la inseguridad alimentaria, entre otras que fueron expuestas en el acto de presentación.
Finalmente, el documento que presenta el FILAC profundiza y detalla en mapas las observaciones sobre la agudización de los efectos que tiene la pandemia en los Pueblos Indígenas, efectos ya alertados en el primer informe presentado en el mes de mayo.
El objetivo del arduo trabajo de recopilación de datos cuanti-cualitativos en coordinacion con la red de monitoreo, la red de comunicadores, ambos de pueblos indigenas y las delegaciones gubernamentales miembros del FILAC, finalmente, es el de salvar vidas y proteger comunidades. Están invitados a leer el informe y a utilizarlo para coadyuvar en ese cometido.
Segundo Informe Pueblos Indígenas ante la COVID-19: Comunidades en Riesgos y Buenas Prácticas