EEUU y Reino Unido deben retirar los cargos y suspender la extradición contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, reclamó la organización Amnistía Internacional.
"Julian Assange no debe ser extraditado a EEUU pues de ser trasladado a ese país corre riesgos de violación de derechos humanos. Las autoridades estadounidenses deben retirar los cargos de espionaje y otros que pesan sobre él y, además, Assange debe ser puesto en libertad de inmediato", afirmó Amnistía Internacional en un comunicado.
El juicio de extradición contra Assange, quien se encuentra preso en Londres, comenzará el lunes 24 de febrero, con una primera fase centrada en argumentos legales y una exposición general de los casos de ambas partes.
Assange está acusado por EEUU de 18 delitos, la mayoría por violaciones a la ley de espionaje, luego de que filtrara miles de documentos clasificados sobre las operaciones del Ejército estadounidense en Irak y Afganistán.
Amnistía Internacional afirmó que si no se retiran los cargos contra el ciberactivista, Reino Unido debe garantizar que Julian Assange no será extraditado a EEUU.
"Existe un riesgo real de que sea sometido a torturas, malos tratos y también a un juicio sin garantías dada la campaña pública contra él por parte de autoridades estadounidenses de más alto nivel, que ha dañado gravemente su derecho a la presunción de inocencia", agregó.
La organización sostuvo que el Gobierno de EEUU realizó una "implacable persecución" contra Assange por la publicación de documentos sobre crímenes de guerra, lo que significa "un ataque en toda regla al derecho a la libertad de expresión".
La organización advirtió también sobre el efecto amedrentador que puede tener este caso sobre los profesionales de los medios de comunicación y quienes denuncian actuaciones gubernamentales.
"Según el análisis de Amnistía Internacional, los cargos contra Assange se deben exclusivamente a la publicación de documentos a los que tuvo acceso por su trabajo en Wikileaks. Esta actividad, en sí misma, es un reflejo del trabajo que de forma habitual realizan los periodistas de investigación en el ejercicio de su profesión, y no debería castigarse", agregó.
El activista se refugió en la Embajada ecuatoriana en Londres en 2012, tras perder todas las apelaciones contra la extradición que el Reino Unido se aprestaba a cumplir, accediendo al pedido de la Fiscalía sueca que lo requería para interrogarlo por presuntos delitos sexuales.
Ecuador anuló el asilo al ciberactivista australiano el pasado 11 de abril, y este fue inmediatamente encarcelado por la Justicia del Reino Unido, que lo requería por haber violado las condiciones de su libertad provisional en 2012.