Bolivia, vive uno de los momentos más difíciles de su revolución popular, porque aquello que se vivió en tiempos de Evo Morales fue una autentica y profunda revolución política que democratizó el acceso al Estado en su intento de descolonizarlo, redujo la pobreza y la desigualdad, sentó soberanía frente al imperialismo y nacionalizó los recursos naturales y las empresas estratégicas. Sin embargo, hoy el golpe contrarevolucionario pretende imponerse por la violencia, el racismo y el fascismo.
La falta de la transformación revolucionaria del Estado y la economía, y la convivencia con sectores proempresariales de la oligarquía nacional, es aquello que hoy pone en peligro la revolución boliviana. Es el Estado, que hoy se rebela mediante sus fuerzas represivas para expulsar a las clases populares de la conducción política del país y entregar el poder a sus viejos amos. Cuando caía la Wiphala con ella caían las clases populares otra vez a la exclusión y al racismo, eso lo comprendieron rápidamente las masas, se movilizaron contra el golpismo y debilitaron al mismo Estado. En efecto, en gran parte del territorio nacional ya no domina el Estado, sino juntas vecinales, sindicatos obreros y campesinos que se autoconvocan y son la única autoridad reconocida. En rigor, la derecha golpista tiene el gobierno, pero todavía no tiene el poder.
Por ello, este es el momento más importante, aún las fuerzas conservadoras no han asegurado todas sus posiciones, aunque buscan hacerlo rápidamente como condición imprescindible para que triunfe el golpe. Sin embargo, la contrarevolución ve alzarse ante sí a un movimiento popular vigoroso, que está dispuesto a luchar si es necesario, pero que recibió un duro golpe en su dirección política. Precisamente, ahí radica uno de los peligros del actual momento histórico: no contar con una dirección parlamentaria lo suficientemente unida y decidida para luchar contra el golpismo, y su distanciamiento con el valeroso pueblo auto-organizado y movilizado que le viene haciendo frente a los golpistas.
La victoria del movimiento popular en lucha pasa por la renuncia impostergable de Jeanine Añez, títere de Luis Fernando Camacho, por ser la expresión del Golpe de Estado en marcha. No se trata de un mero gobierno de transición, de afianzarse el gobierno de Añez, las viejas clases dominantes y el imperialismo no permitirían una elección justa para el pueblo. Elecciones sí, pero sin los fascistas en el gobierno. La única garantía de auténticas elecciones libres y democráticas son aquellas que respeten el orden constitucional, que Camacho y su representante Añez no respetaron y no respetaran nunca. Todo candidato del pueblo y/o partido popular que no esté alineado al golpe, será perseguido, amedrentado y reprimido en futuras elecciones administradas por Añez y Camacho.
Que nadie se confunda, que nadie se equivoque, los golpistas firmarán cualquier acuerdo siempre que se garantice dos aspectos: 1) Continuación de Jeanine Añez para que las viejas clases dominantes y el imperialismo se apropien definitivamente del Estado para controlar y manipular las futuras elecciones. 2) Desmovilizar a las clases populares que son el enemigo a vencer para los golpistas, por ser estos los únicos focos de libertad política que aún se conservan resistiendo valientemente a los enemigos de la patria.
Los fascistas firmarán cualquier acuerdo para desmovilizarnos, y luego se aplicará la represión selectiva a dirigentes políticos, sindicales y populares. Hay varios ejemplos parecidos en la historia, solo tenemos que recordar que luego de la desmovilización de los indígenas en Ecuador vino la dura represión de Lenin Moreno, y en Colombia donde la derecha luego de la firma de los acuerdos por la paz aplicó la violencia más sañuda contra dirigentes populares.
En resumen, las viejas clases dominantes están en pleno proceso de consolidación y afianzamiento de posiciones en el aparato del Estado con el objetivo de vencer al pueblo organizado. Solo así el golpe estará consumado. Está claro que la reacción buscará reprimir totalmente al movimiento popular, ya lo hace de manera parcial, fragmentada y selectiva mediante el despliegue de militares que ya han ocasionado lamentables muertes por el uso de armas de fuego. Lo que se pretende, sin duda, es obtener una victoria militar que sepulte a las organizaciones sociales.
Pero, ¿Realmente están en condiciones para hacerlo?, ¿tienen efectivamente cohesionadas las fuerzas represivas ante un creciente e imparable movimiento popular?, ¿no hemos visto cambiar decisivamente la correlación de fuerzas a favor del campo popular a partir de las masivas movilizaciones? La reacción golpista no tiene la legitimidad suficiente para el uso de la violencia, porque sin legitimidad social tanto a nivel nacional como internacional, será la confirmación de una dictadura y la autodestrucción del gobierno de facto de Jeanine Añez.
Todos debemos concentrar nuestras fuerzas en la RENUNCIA DE LA AUTOPROCLAMADA JEANINE AÑEZ porque ella es el sustento del golpe fascista que está asesinando sin piedad a nuestro pueblo. Este golpe a la democracia popular significa la enajenación de nuestros recursos naturales, la perdida de la patria, la dignidad y la soberanía del pueblo boliviano. Este gobierno no es transitorio es la contrarevolución misma que significará el fin de las conquistas populares que hoy disfruta nuestro pueblo y que le ha costado sangre.
Por tanto, hagamos nuestros los objetivos del movimiento popular organizado en cabildos que son los verdaderos órganos de la democracia popular:
1.- Renuncia de Jeanine Añez como condición necesaria para la pacificación del pueblo.
2.- Inmediata liberación de los detenidos injustamente en las movilizaciones del pueblo por el carnicero Arturo Murillo.
3.- Repliegue inmediato de los militares a sus cuarteles porque cualquier violación de los derechos humanos es un delito de lesa humanidad imprescriptible que será juzgado en instancias nacionales como internacionales. Basta recordar los conocidos casos de Luis García Mesa, Arce Gómez y muchos otros represores del pueblo latinoamericano.
4.- Respeto a la Wiphala al representar la lucha milenaria por la liberación de los pueblos indígenas que hoy están resistiendo al retorno del racismo y el colonialismo más extremos de la oligarquía nacional.
5. Castigo ejemplar a la policía por haber traicionado al pueblo y haberse vendido claramente al golpe racista y fascista de la derecha, con sanción penal por haber ultrajado los símbolos patrios de nuestro Estado Plurinacional reconocidos constitucionalmente.
6. Cárcel para Luis Fernando Camacho, Williams Kaliman, Carlos Mesa, Pumari, Waldo Albarracín y Rafael Quispe por propiciar el golpe de Estado, la violencia y las matanzas de nuestros hermanos y hermanas bolivianos en las sangrientas masacres de Sacaba, Yapacaní y otros.
7.- Declarar enemiga del pueblo a la prensa vendida al golpe cívico, político y militar por calumniar, desinformar y ocultar la lucha legítima del pueblo boliviano.
8.- Mantener la movilización permanente, declarar paro indefinido a nivel nacional y cerco a la ciudad de La Paz con bloqueo de mil esquinas hasta que renuncie Añez y se restablezca la constitución y la democracia.
9.- Convocamos a la Central Obrera Boliviana (COB), a la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), sector cooperativista, fabriles, gremiales, universitarios, profesionales, y otros, a asumir su rol histórico al lado de su pueblo que ahora está en lucha contra el golpe de la derecha fascista, neoliberal e imperialista. De lo contrario, pasarán a la historia como cómplices de la enajenación de nuestros recursos naturales y del derramamiento de sangre del pueblo humilde y trabajador.
10.- Exigimos que los asambleístas nacionales electos el 2014 por el pueblo sesionen con las garantías democráticas necesarias para restablecer el orden constitucional en la patria. Los diputados y senadores que estén al lado de su pueblo contra el golpe de la derecha fascista tienen todo el respaldo y el apoyo de las bolivianas y bolivianos que prefieren morir antes que esclavos vivir.
¡VIVA BOLIVIA DIGNA, LIBRE Y SOBERANA!
¡ABAJO EL GOLPE DE LA DERECHA NEOLIBERAL Y FASCISTA!
#TodosContraElGolpe
17 de noviembre del 2019