Claudia López se convirtió este domingo en la primera mujer en ocupar el cargo de alcaldesa por medio del voto popular en Bogotá, al capital colombiana, en una jornada electoral que mostró una vertiginosa caída del uribismo de la extrema derecha en varias regiones del país, incluido su fortín de Antioquia.
Aunque la mayoría de las encuestas daba por favorito a Carlos Fernando Galán, que tenía el apoyo de casi todos los partidos del sistema y quedó cuarto, ganó de la mano de la coalición conformada por el Polo Democrático y el Movimiento Activista. Claudia López se manifestó abiertamente orgullosa de que mujeres y lesbianas sean representadas en ellas.
“Nunca he transigido con las maquinarias, he enfrentado al narcotráfico, he arriesgado y arriesgaría todo en mi vida para librar a los colombianos de la voracidad de la corrupción y la violencia, de unas minorías otrora poderosas, otrora invencibles, que hoy derrotamos”, expuso la nueva alcaldesa quien honró también el legado de Luis Carlos Galán, el mártir liberal, cuyo hijo se unió a su campaña en los últimos días.
“Por fin ganamos”, fueron las primeras palabras de la nueva alcaldesa de Bogotá, una de las principales opositoras de Uribe que es reconocida por sacar adelante la lucha anticorrupción y denunciar la participación de paramilitares en las campañas de Uribe y su sector político. “Hoy era el día de las niñas”, agregó, recibiendo ovación. “También de los jóvenes, de las mujeres, de las familias hechas a pulso, como la suya, como la mía”, expresó López.
Hoy, los analistas hablan del “despertar de los colombianos”. El gran derrotado fue el uribismo, en medio de un buen clima electoral: ni los paramilitares, ni los narcotraficantes, ni las disidencias guerrilleras atacaron puestos de votación como era común antes del acuerdo de paz, aunque antes de los comicios paramilitares asesinaron a siete candidatos, junto a numerosos dirigentes sociales, campesinos e indígenas.
En las gobernaciones, la mayoría fueron ganadas por equipos de coaliciones. Los candidatos del uribista Centro Democrático fueron derrotados en las principales capitales del país: Cali, Bucaramanga, Medellín, Santa Marta, Bogotá, Cúcuta, Montería, César, Boyacá, Manizalez y Caquetá, otrora fortines del presidente genocida.
En Cartagena, el izquierdista William Jorge Dau, logró la alcaldía. Carlos Mario Marín del Partido Verde, y Luis Carlos Velásquez, candidato inscrito por firmas y con aval de los verdes y La U, ganaron respectivamente la Alcaldía de Manizales y la Gobernación de Caldas. Los grandes derrotados fueron el uribista Centro Democrático y el Partido Liberal. En Medellín, Daniel Quintero, ex viceministro de Juan Manuel Santos, y avalado por varios partidos obtuvo la alcaldía.
Las noticias del triunfo también fueron para quienes dejaron las armas y se lanzaron a la política. Guillermo Torres y Edgardo Figueroa, exguerrilleros de las lograron las alcaldías de Turbaco y Puerto Caicedo, convirtiéndose en los primeros reinsertados en lograr un cargo de elección popular tras el Proceso de Paz..
El excandidato presidencial centroizquierdista Gustavo Petro, trinó que “es el comienzo del fin de Álvaro Uribe Vélez”, el gran perdedor de estas votaciones, quien ha sido cuestionado ética y jurídicamente. Los colombianos parecen cansando de las violencias y la trampa.
En los últimos tres meses siete candidatos fueron sido asesinados, algunos salvajemente como Karina García, incinerada junto a su madre y escolta; otros 88 recibieron amenazas, 12 sufrieron atentados, otro más secuestrado, y en medio de todos continuó el asesinato de ex combatientes de Farc.
Este domingo hubo bastante calma, pero plena de delitos electorales como la compra de votos en departamentos (Atlántico, Bolívar, Antioquia). La Fiscalía recibió más de siete mil denuncias por delitos y abusos y decomisó unos 140 mil dólares con los cuales los corruptos pretendían pagar votos.
** Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)