El socialista obtenía un 39,9 por ciento de los votos, frente a Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, que obtenía 29. Ernesto Talvi (12,5) y Guido Manini Ríos (10,7) apoyarán a Lacalle en la segunda vuelta.
Eran las 20.30 de la noche cuando los uruguayos ya tenían una certeza: que el candidato Daniel Martínez, del Frente Amplio, era el ganador, pero que no le alcanzaba para imponerse en primera vuelta. Con los datos de las proyecciones del escrutinio anunciados por las consultoras Factum y Equipos Consultores, el socialista obtenía un 39,9 por ciento de los votos, frente a Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (Blanco), que obtenía 29 por ciento. En tercer lugar, se ubicaban el colorado Ernesto Talvi (12,5 por ciento) y el ultraderechista Guido Manini Ríos (10,7 por ciento). Tanto el economista neoliberal Talvi como el excomandante en jefe del Ejército anunciaron su apoyo a Lacalle Pou para el ballottage, que se realizará el 24 de noviembre.
Pasadas las 21 horas, Martínez se dirigió a sus a seguidores desde su comando de campaña en el centro montevideano. “Se siente se siente, Martínez presidente”, cantaba la militancia. El exintendente de la capital, de 62 años, llevaba una bandera de Uruguay en su hombro izquierdo, secundado por su compañera de fórmula Graciela Villar. “La fuerza más importante del Uruguay se llama Frente Amplio. Es la apuesta a las certezas, a la estabilidad, y no la apuesta al ajuste con un destino incierto. En esta nueva etapa que se abre los ciudadanos van a elegir a personas concretas. Acá están Graciela y Daniel, vamos que podemos”, sostuvo.
El Frente Amplio pierde la mayoría parlamentaria con la que gobernó durante tres períodos consecutivos a partir de 2005, y deberá pugnar en solitario por la Presidencia.
Eran las 22. 30 cuando habló Lacalle Pou ante sus simpatizantes, acompañado por su compañera de fórmula Beatriz Argimón. El ex diputado y senador de 46 años, que se candidatea por segunda vez a las presidenciales, insistió con su idea de campaña: “queremos cambiar el país….Se va a instalar el Uruguay de la tolerancia”. Quiero pertenecer a un gobierno que no les diga a los uruguayos que no les van a subir los impuestos y las tarifas y después les mienta". El abogado, hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle --recordado por sus políticas neoliberales-- dijo que agradecía el apoyo de los otros partidos para formar una coalición variopinta.
Consultado por Página12, el historiador Gerardo Caetano señaló los desafíos para la coalición de centro-izquierda oficialista. “El Frente Amplio se confirma como la primera fuerza política. De cara al ballottage, la situación de ventaja es para Lacalle Pou. El hecho novedoso es el partido ultraderechista de Manini Ríos: el voto de Cabildo Abierto será clave para la segunda vuelta. Ese partido tiene la llave de las mayorías legislativas” afirmó el politólogo.
De su lado, Adolfo Garcé, profesor del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de La República dio su opinión sobre esta elección. “El Frente Amplio lleva 15 años gobernando. Siempre surge un poco de descontento, de promesas incumplidas. Por ejemplo, la desocupación es baja (8 por ciento), pero se fueron perdiendo puestos de trabajo en los últimos años. El déficit fiscal viene en aumento desde hace tres años. El gobierno tuvo que subir impuestos en 2016 y eso generó malhumor”.
El economista Alberto Couriel, quien fue 25 años senador del FA, señaló a este diario que mientras la coalición oficialista siempre se preocupa por el gasto social, el empleo y la salud, la derecha siempre está preocupada por el déficit fiscal. “La derecha ve al déficit fiscal como si fuera todos los males del mundo. Ya vemos las experiencias de Macri, Bolsonaro y Piñera. La derecha va a implementar un ajuste clásico: recortar el gasto, lo que conlleva a una menor demanda interna y la caída del salario real.
En su programa de gobierno Lacalle Pou plantea reducir el gasto del Estado para superar el déficit fiscal de 4,9 por ciento del PIB que arrastra el país. Entre otras medidas criticadas por el oficialismo, propone reducir la reposición de vacantes en el sector público para bajar erogaciones.
Si bien la inversión en educación es de un 4,2 por ciento del PBI, Garcé alertó sobre un aspecto a resolver, parte de los reclamos de la ciudadanía. “Hay deserción de estudiantes de secundario de los barrios más pobres. Cuatro de cada diez estudiantes termina el liceo, y son los que viven en barrios acomodados. Entonces es un problema de desigualdad”.
Los uruguayos decidieron este domingo sobre una reforma constitucional que promovía la creación de una guardia nacional que pondría a 2.000 militares en las calles en tareas de seguridad. El impulsor del plebiscito, el senador blanco Jorge Larrañaga, dio una palabras tras conocer el resultado desfavorable: un 46 por ciento de los votos --necesitaba superar el 50 por ciento--. “No contábamos con ningún candidato a la presidencia apoyándonos. El millón y pico marca que estamos felices y contentos porque hemos jugado un papel importantísimo para el resultado que tiene hoy el Partido Nacional”.
La Teja y Pocitos
La Teja, a pocos kilómetros del centro, tiene un habitante ilustre: Tabaré Vázquez. El presidente uruguayo vivió toda su vida en este barrio de clase media baja y de obreros. En el Club Progreso Tabaré votó por la mañana ante la mirada atenta de simpatizantes del Frente Amplio.
Se veían banderas rojo, azul y blanco en cada cuadra. En autos, sobre los hombros de “chiquilines”, en pintadas en los postes de luz. Un pasacalle anunciaba: “Los uruguayos votamos a conciencia y con memoria”.
“El Frente me ayudó y me dio libertad” dijo la trans que es enfermera y que está haciendo los papeles para cambiarse el nombre; en su documento figura como Luis Alberto García. “Mujica nos dio la cédula y la Mides (una política social)”, aseguró con orgullo. Durante este período de gobierno se aprobó la Ley integral para personas trans.
Daniel Martínez votó antes del mediodía en el barrio Pocitos, una zona que contrasta con la Teja. Allí se ven más banderas blanca y celeste (del Partido Nacional) en las ventanas de edificios y casas de uruguayos con alto poder adquisitivo. El ex presidente de la petrolera Ancap, de padres blancos que siempre le criticaron sus ideas de izquierda, fue al Colegio Marista Champagnat.
Mate en mano, Martínez dijo que la jornada era “una fiesta en la calle" y que había hablado por teléfono con el candidato argentino Alberto Fernández en momentos en que también se votaba en la otra orilla.
De Pocitos es oriundo Lacalle Pou. Fue al colegio secundario en la British School, en Carrasco. En este barrio de clase media acomodada el jubilado Juan Illa sostuvo con convicción: “Soy blanco de toda la vida. Quiero un cambio. Este gobierno hizo cosas buenas, pero hay que mejorar la seguridad”.
El tema seguridad era una obsesión para los vecinos electores de este barrio.
Un cantante de tango amateur de nombre Mauricio Petri, señaló su balcón del semipiso, frente a la escuela Brasil. Dueño de un local de ropa, improvisó ante esta cronista el tango “Uno” y después -dijo--le voy a cantar “Volver”. Este señor votó por el Partido Colorado por tradición familiar. “El Frente Amplio estuvo 15 años, hay crisis. Nadie compra nada hasta después de las elecciones”, dijo.
En menos de un mes, los uruguayos definirán si se mantienen en el camino de los últimos 15 años o si optarán por un giro a la derecha.
El debate electoral en Uruguay
Aborto legal, matrimonio igualitario, regulación del cannabis y leyes en favor de peones rurales, empleadas domésticas y personas trans.
Desde Montevideo
En 15 años de gobiernos del Frente Amplio, Uruguay avanzó con una agenda de derechos: aborto legal, matrimonio igualitario, regulación del cannabis, ley de jornada laboral del peón rural, ley para empleadas domésticas, ley integral para personas trans.
Luis Lacalle Pou, diputado por el Partido Nacional desde el año 2000 –entonces tenía 26 años—y que en 2015 se instaló en el Senado, no votó ninguna de las mencionadas leyes. Hijo de una familia patricia, Lacalle Pou se define “muy creyente” y contrario al aborto. “Voté en contra todas las veces y creo que hay que trabajar para que no se produzcan más abortos” dijo a la agencia EFE.
El abogado recibido en la Universidad Católica sostiene que si pudiera volver el tiempo atrás, daría su apoyo al matrimonio igualitario. En una entrevista televisiva, Lacalle Pou se mostró a la defensiva diciendo que estuvo a favor de “14 de los 24 artículos de la Ley para personas trans”, pero, al mismo tiempo no podía justificar por qué no votó el artículo sobre la operación de cambio de sexo.
Desde el FA temen que los blancos, de llegar al poder, deroguen las leyes de derechos. Daniel Martínez les preguntó a los simpatizantes: “¿qué garantías tenemos que no habrá retrocesos?”.
El estudiante de Diseño gráfico, Santiago Ripa, con cigarro de marihuana en mano, explica a esta cronista por qué votó al socialista Martínez. “Mis padres fueron de izquierda durante la dictadura. En 15 años de gobierno se ha logrado equidad, mejorar la salud y la educación. Claro que falta mucho por hacer, ta”. Ripa, de 26 años, votó por segunda vez y en ambos casos por el FA. “Lacalle Pou quiere bajar cupos en educación. Representa a los de arriba”.
Como este joven estudiante, desde 2014 se registraron 48.296 personas en el Instituto de Regulación y Control del Cannabis. Según las cifras oficiales, son 37.890 adherentes en farmacia, 7513 por cultivo doméstico y 3896 miembros de clubes.
La Ley de regulación de producción, venta y consumo de marihuana se sancionó en diciembre de 2013 sólo con los votos del bloque frenteamplista. El senador blanco Jorge Larrañaga sostuvo entonces: “Uruguay se va a convertir en territorio liberado”.
El exintendente de Montevideo, Mariano Arana, brindó en diálogo con Página/12 otros ejemplos de la nutrida agenda social. “No fueron sensibles los que dijeron que tradicionalmente apoyaban el trabajo del campo. ¿Cuándo se acordaron de los peones rurales? Si no hubiera sido por el Frente Amplio nadie se acordaba de ellos”. El referente frenteamplista se refería a la Ley 18.441 del año 2008 que limitó la jornada laboral de los peones rurales a máximo 8 horas diaria y estableció el pago de horas extras. Arana sostuvo también: “Mi madre trabajó en el servicio doméstico, sometida a múltiples arbitrariedades y barbaries. Por primera vez las empleadas domésticas tienen una ley que las proteja“, dijo en alusión a la norma sancionada en 2006.
Sin embargo, persiste una deuda con los derechos humanos. El Frente no logró derogar la Ley de Caducidad y se mantiene intacto el pacto de silencio en las altas jerarquías militares. El excomandante del Ejército, Guido Manini Ríos ocultó a la justicia penal la confesión del represor José Nino Gavazzo sobre la desaparición de Roberto Gomensoro en 1973. Gavazzo había sido exculpado en la causa por falta de pruebas. Por eso, Tabaré Vázquez destituyó a Manini Ríos en marzo de este año. “En Uruguay solamente un pequeño grupo de criminales estatales ha sido juzgado y condenado”, señaló Crysol, Asociación de ex presos y presas políticas.
Macarena Gelman, nieta del poeta argentino e hija restituida de María Claudia García Iruretagoyena y Marcelo Gelman, desaparecidos por el Plan Cóndor, advirtió en una entrevista radial: “las políticas de los gobiernos que no fueron del Frente Amplio han sido bloqueadoras en cuanto a las búsquedas de desaparecidos. Volverían dificultades que hoy estamos sorteando”. En marzo de 2012, durante el gobierno de José Mujica, el Estado uruguayo pidió perdón a las víctimas de la dictadura tras el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso Gelman.