Desde el sangriento golpe de Estado que derrocó al legítimo presidente Salvador Allende en 1973 a instancias de la política exterior de los Estados Unidos, la dictadura de Pinochet instaló en Chile un modelo neoliberal a ultranza, que sin atenuantes se continúa hasta la actualidad.
En Chile la educación, la salud, las pensiones y hasta el agua están privatizadas y es el país con la mayor desigualdad en América Latina. La (más que justa) actual protesta popular es el resultado del abuso al que ha sido sometida la población chilena durante más de cuatro décadas a través de las políticas neoliberales.
Las y los comunicadores y movimientos sociales articulados en el Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica repudiamos la ola de violencia institucional desatada por el gobierno de Sebastián Piñera y sus expresiones guerreristas. Exhortamos con la mayor firmeza a cesar la represión, el toque de queda y el estado de emergencia.
Es un hecho lamentable que en NuestrAmérica los ejércitos continúen actuando en la represión contra el propio pueblo. Esto constituye una muestra del carácter real de dictadura del capital, cuyo barniz democrático – que tan pomposamente suele proclamarse- no resiste la legítima y pacífica movilización de pueblos cansados de la vejación y el maltrato.
En razón de nuestra vocación de unidad latinoamericana y caribeña, rechazamos el papel que ha tenido el gobierno chileno en la paralización de la UNASUR y su pretendida suplantación por ProSur, un pseudo organismo de integración regional cuyo objetivo plenamente ideológico es contribuir a la injerencia y la agresión contra la hermana República Bolivariana de Venezuela.
Reafirmamos nuestra plena solidaridad con los movimientos sociales y ciudadanía que exigen una transformación profunda de esta situación social y política, en la que sobran uniformes y falta justicia.
FORO DE COMUNICACIÓN PARA LA INTEGRACIÓN DE NUESTRAMÉRICA
21/10/2019