Julian Assange, fundador de WikiLeaks, afirmó a través de una carta que se ve imposibilitado de ejercer su defensa en prisión ante los intentos de EE.UU. de conseguir su extradición y posiblemente su muerte. En el texto, escrito a mano el pasado 13 de mayo y enviado al periodista independiente británico Gordon Dimmack, el activista australiano hizo un llamado a que todos los que compartan sus ideales luchen "hasta el día en que sea libre".
"Estoy indefenso y cuento con usted y con otras personas de buen carácter para que salven mi vida", indicó Assange, lamentando que los días en los que podía organizar su defensa quedaron atrás. "Todos los demás deben tomar mi lugar", añadió.
En su reclusión dentro de la prisión británica de Belmarsh, el fundador de WikiLeaks precisó que no cuenta con ningún tipo de acceso a una computadora, Internet u otro tipo de fuentes de lectura, y que si lo consiguiera "solo sería por media hora una vez a la semana".
"¿El otro lado? Una superpotencia que se ha estado preparando durante nueve años, con cientos de personas y millones de dólares no revelados que se han gastado en el caso", señaló Assange días antes de que la Justicia estadounidense anunciara 17 nuevos cargos criminales que elevan a unos 175 años la potencial condena en su contra.
"El gobierno de EE.UU. o, más bien, los lamentables elementos que en él odian la verdad, la libertad y la justicia, quieren abrirse camino hacia mi extradición y muerte", afirmó el activista antes de recordar que su labor periodística ha sido siete veces nominada al Nobel de la Paz. "A la larga, la verdad es todo lo que tenemos", acotó.