El II Seminario ''Realidades y Desafíos de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz'', celebrado La Habana, evidenció el empeño histórico de Cuba por preservar la convivencia pacífica entre los países.
Convocado por el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos (Movpaz), el evento, que tuvo como sede el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI), congregó a pacifistas e investigadores de 10 naciones para activar a las organizaciones sociales y de izquierda en torno al cumplimiento del compromiso regional firmado en enero de 2014 por los 33 integrantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Los participantes trataron asuntos relacionados con la ofensiva imperial de Estados Unidos y de sus aliados en el subcontinente contra los gobiernos progresistas y revolucionarios, lo cual consideraron un peligro inminente para la democracia y la soberanía de los pueblos, así como para la proclama de paz lanzada en la II Cumbre de la Celac, que acogió la mayor de las Antillas.
Al respecto, la presidenta del Consejo Mundial por la Paz, María do Socorro, ejemplificó que la arremetida de la derecha en Latinoamérica, dirigida por Washington, encontró en Brasil una de sus víctimas, pues en ese país se mantiene un complot judicial contra el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
También habló del intento de golpe de Estado en Nicaragua, el ataque a la Revolución bolivariana de Venezuela; y de las persecuciones, en sus propios países, a los expresidentes de Argentina, Cristina Fernández, y de Ecuador, Rafael Correa.
De igual modo, resaltó las alertas del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, sobre ese tipo de situaciones así como su lucha por la convivencia pacífica en América Latina y el Caribe.
Do Socorro calificó en ese sentido al líder cubano de humanista y gran combatiente por la paz.
Destacó que tras el triunfo de la Revolución, en enero de 1959, Cuba es ejemplo de solidaridad y soberanía, pese a casi 60 años de bloqueo impuesto por Estados Unidos a la nación caribeña, una política que consideró criminal.
La luchadora y activista brasileña llamó a transformar a la región en una verdadera zona libre de guerras y conflictos, como acordaron los Jefes de Estado y Gobierno que asistieron en 2014 a la II Cumbre de la Celac en La Habana.
Por su parte, el ministro de Cultura de Venezuela, Ernesto Villegas, en una conferencia magistral afirmó que las sanciones impuestas por Estados Unidos a su país son también un acto de injerencia para América Latina y el Caribe.
Tras esbozar la situación de los venezolanos, que enfrentan una crisis económica inducida por Washington y sus aliados, así como campañas mediáticas de desinformación, se refirió a la importancia del compromiso regional firmado por los integrantes de la Celac.
'La Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz (aprobada hace cuatro años) nos obliga a resolver pacíficamente nuestras controversias y precisa respetar la soberanía de cada uno de los Estados para garantizar la convivencia pacífica en la región', afirmó Villegas.
Asimismo Roy Chaderston, director del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos 'Pedro Gual' de Venezuela, remarcó el papel de la campaña mediática en la guerra no convencional de Washington contra su país y otras naciones que no están alineadas a las políticas imperiales.
Académicos cubanos ratificaron que la declaración regional por la paz representa un freno para los intereses hegemónicos de Estados Unidos en la región, por lo que conminaron a los movimientos sociales y de izquierda a defenderla por el bienestar de sus pueblos.
Los investigadores requirieron el esfuerzo de los activistas de la región para la preservación de la unidad, pues, opinaron, es una de las principales fortalezas ante el intervencionismo en los Estados latinoamericanos y caribeños.
El embajador de Bolivia en Cuba, Juan Ramón Quintana, pormenorizó el escenario bélico que amenaza al subcontinente a través del Comando Sur, una estructura de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Señaló que en esa permanente amenaza la administración de la Casa Blanca utiliza a Colombia como una plataforma militarizada de conjunto con Brasil, Chile y Argentina; y sus campos de demostración son Venezuela, Bolivia y Nicaragua, acotó.
En tanto, Roberto Yepe, profesor del ISRI, detalló la acentuación de la política agresiva del actual Ejecutivo estadounidense hacia Cuba para complacer a los sectores más conservadores de la derecha cubanoamericana.
Significó que tras su llegada a la Casa Blanca en enero de 2017, Donald Trump dio participación en la estrategia contra la Revolución cubana a personajes reaccionarios como el senador Marcos Rubio, el vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado, Mike Pompeo.
En ese sentido, auguró un incremento de la agresividad de Washington hacia la isla y, por consiguiente, un mayor deterioro de las relaciones bilaterales.
La cita, efectuada del 19 al 21 de septiembre, culminó con una declaración final en la que los delegados plasmaron su rechazo a la ofensiva de Estados Unidos contra los procesos progresistas, principalmente de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Cuba, al tiempo que repudiaron la complicidad de la Organización de Estados Americanos(OEA) en el complot imperial.
Reclamaron el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por Estados Unidos y demandaron la devolución del territorio de la provincia de Guantánamo, ilegalmente ocupado por el país norteño con una base naval.
Los luchadores por la paz reafirmaron su apoyo incondicional al pueblo venezolano y a su presidente, Nicolás Maduro, y denunciaron los actos vandálicos perpetrados en Nicaragua por la oligarquía con el objetivo de derrocar a la Revolución sandinista.
Condenaron, asimismo, las falsas pruebas presentadas en Brasil para el ilegal encarcelamiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, así como la injusta inhabilitación de su candidatura a las elecciones presidenciales.
Ratificaron su acompañamiento a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, al Ejército de Liberación de Nacional y al pueblo colombiano en su lucha por lograr la paz verdadera en su nación.
También expresaron su apoyo al reclamo de salida al mar presentado por Bolivia ante la Corte internacional de Justicia de La Haya y su condena a los intentos desestabilizadores contra el presidente constitucional de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.
Patentizaron, además, su respaldo al derecho de Puerto Rico a la independencia y plena soberanía.
En el II Seminario se abordaron también temas referidos a la problemática caribeña dentro del contexto regional, así como los desafíos en la educación, las tecnologías de la información y las comunicaciones, los retos ambientales, los conflictos, el desarrollo sostenible, los gastos militares y la sostenibilidad energética.
El Movpaz consideró el encuentro un éxito y dejó abierta la convocatoria para su tercera edición, convocada del 3 al 5 de mayo de 2020.