Para el periodista e investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas Javier Tolcachier, la conciencia de los pueblos es el antivirus contra el bombardeo mediático y la manipulación que ejercen las grandes corporaciones de la actualidad a través de las redes sociales digitales.
“La conciencia de los pueblos es activa, no somos receptores pasivos de la información, sino que hacemos algo con lo que recibimos. Tenemos que procesar cada vez más ese permanente bombardeo mediático al que estamos expuestos y entonces dilucidar con qué intención se nos entrega determinada información”, resaltó Tolcachier en conversación con el periodista y escritor Orlando Pérez, durante su participación en el programa En Clave Política, transmitido por teleSUR.
Consultado sobre alternativas, el investigador argentino - aunque conciente de la necesidad de no abandonar los espacios comerciales en función de la disputa política de sentidos - recomendó para la información sensible la utilización de las redes sociales libres que, aunque tienen un menor caudal de visitas, trabajan desde otros conceptos y pueden resultar de interés. “Las organizaciones sociales y de medios manejan en su articulación mucha información interna. Es un consejo que ese tipo de información circule de manera cifrada a través de las redes libres y no a través de lo que nos ofrecen empresas como Whatsapp”.
Indicó que la población debe involucrarse más en estos temas debido a que las grandes corporaciones mediáticas ensayan estrategias cada vez más atractivas para obtener de los usuarios sus datos de manera gratuita. Explicó que la cuestión de los fake news - o noticias falsas - está tratando de ser usada para una regulación de contenidos que no apunta a la ética periodística a través de agencias de chequeo, sino a limitar ciertos mensajes, a controlar y a censurar.
Como ampliación, mencionó el caso de plataformas de izquierda en Estados Unidos, quienes han verificado una caída en su cantidad de usuarios en base a la censura algorítmica y de tráfico que les establecen Facebook, Twitter o Google. “El acceso al conocimiento hoy lo restringen las corporaciones de las redes sociales digitales”, dijo.
Tolcachier, agregó, que si bien la opinión publica está marcada por los grupos hegemónico-monopólicos, la apuesta de los pueblos debe ser por la comunicación popular, alternativa y comunitaria, la cual ha sido determinante en algunos momentos históricos de América Latina. “Por ejemplo, en el caso de la revolución sandinista, ha sido muy importante el aporte de las radios y medios rurales”, recordó.
La entrevista tuvo lugar en Quito días después de la culminación del seminario "Desenredando las redes sociales digitales", que fuera organizado por ALAI, FLACSO y CIESPAL y del que se desprendieron numerosas conclusiones para un manejo inteligente de las redes por parte de organizaciones sociales y de comunicación.
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