Dos candidatos presidenciales en las próximas elecciones en Brasil, una de las abogadas de Lula da Silva y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, reunidos en el cierre del Segundo Foro Latinoamericano de La Poderosa, reclamaron “la inmediata libertad” del ex mandatario preso. Los cuatro oradores condenaron “el golpismo en Brasil y la persecución de Cristina Kirchner y Rafael Correa” en Argentina y Venezuela, a la vez que llamaron en forma coincidente “a lograr una unidad de las fuerzas de izquierda y progresistas de todo el continente” y avalaron “la convocatoria de La Poderosa para que la unidad se logre a partir de la base, en la calle, para derrotar al golpismo, y a las dictaduras que hoy están representadas no por el Ejército en la calles sino por los jueces que se arrogan poderes supremos, la política neoliberal mezclada con autoritarismo fascista, el mercado y los medios hegemónicos que avalan todo este despliegue que lesiona la democracia y los avances sociales que se habían logrado en las últimas décadas a partir de la presencia de gobiernos progresistas que, más allá de errores, habían avanzado en forma conjunta para favorecer la justicia social”.
Todo lo encomillado, aunque no surgió de esa manera textual en el discurso de uno de los candidatos en forma individual, resume el contenido colectivo de los discursos que pronunciaron ante más de cuatro mil personas de doce países del continente, reunidos en el final de una asamblea popular conformada por referentes y militantes de organizaciones sociales, pobladores de villas, favelas y barrios pobres de la región. Los que llegaron a tales coincidencias, sobre el escenario, fueron la abogada Carol Pruner, una de las juristas que asumieron la defensa de Lula da Silva, los candidatos presidenciales Guillerme Boulos y Manuela D’Avila, y el propio Pérez Esquivel, quien cerró el encuentro con un “agradecimiento a La Poderosa, a toda esta gente que vino de nuestros países hermanos, y a Nacho Levy por invitar a una reunión en la que, desde el comienzo, se nos viene reclamando la unidad para poder enfrentar al autoritarismo y al golpismo de los gobierno que hoy prevalecen en la región”.
Luego de la presentación del panel a cargo de Levy, la primera en hacer uso de la palabra fue Pruner, quien dio una explicación jurídico-política sobre “cómo hoy es el poder de los jueces el que domina la escena de nuestra América Latina, como lo demuestra claramente la persecución que sufren los ex presidentes Lula da Silvia, Cristina Kirchner y Rafael Correa”. También resaltó que en ese marco de autoritarismo y de “odio a los derechos populares”, se llegan “a crímenes como los de Marielle Franco en Brasil y Santiago Maldonado en la Argentina, dos personas que militaban en favor de las demandas populares”.
Manuela D’Avila, que tuvo una breve intervención y pidió disculpas porque tenía que ir a cuidar a su hijo pequeño, retomó el reclamo por el homicidio de Marielle y abonó con ejemplos la grave situación que viven hoy los pueblos del continente; “Marielle y Santiago están muertos, Lula está en la cárcel, la policía nos está persiguiendo, pero nosotros nos comprometemos a seguir luchando porque somos representes del pueblo y el pueblo sigue luchando por sus derechos como están haciendo hoy ustedes”. Antes de bajar del escenario, Dávila tuvo palabras de elogio “para las mujeres que en Argentina están peleando por la legalización del aborto” y se comprometió a viajar a Buenos Aires el 8 de agosto próximo “para acompañarlas en su lucha”, el día en el que el Senado tratará le ley favorable a la despenalización que ya tiene la media sanción de la Cámara de Diputados.
A su turno Boulos habló sobre “los golpes ocurridos en Brasil, que ya no son con el Ejército en las calles, sino con el Poder Judicial que cercena las democracias y el poder popular, por el Parlamento que toma decisiones arbitrarias sin respetar el mandato popular, el poder económico que maneja las cuestiones de fondo y los grandes medios de comunicación que presentan como válido lo que representa un atropello a la democracia”.
Coincidió en que Marielle y Santiago “son las banderas que sintetizan la lucha que tenemos que llevar adelante, para terminar con los golpistas en Brasil, para derrotar a Macri en la Argentina y para empezar un nuevo período progresista y democrático, con el ejemplo y la esperanza que se abrió a partir del triunfo de López Obrador en México”. Para alentar en esa búsqueda, recordó la palabra de Ernesto “Che” Guevara en el sentido de que es “necesario soñar y luchar para hacer realidad esos sueños”. En un portuñol bastante aceptable como para entenderlo, señaló algunas “cuestiones esenciales que son necesarias para poder retomar y desarrollar ese camino progresista”.
“Una primera cuestión es comprender que el ciclo y la experiencia de los gobiernos progresistas que tuvimos en nuestro continente y que ahora han sido cerradas, en forma traumática y golpista, merecen una reflexión profunda como para analizar las contradicciones que tuvieron, no para dejar de reconocer los logros sino para poder corregir los errores cometidos” porque la lección es que “con la derecha no se puede llegar a ningún tipo de acuerdo nunca jamás”, en referencia a algunos acuerdos del gobierno de su país que luego se volvieron en contra.
Sobre los actuales gobiernos, tanto en Brasil como en Argentina, señaló que en forma coincidente “impusieron una agenda de retrocesos en los derechos sociales, una agenda que no fue votada por los pueblos, como ser la reforma en la jubilación, como el corte del presupuesto público en las áreas sociales, una agenda liberal de lo más salvaje que en el caso nuestro, llegó como consecuencia del golpe”. Insistió en que “tanto acá como en la Argentina y en Ecuador, tenemos un Poder Judicial que se pretende poder absoluto, a partir de un proceso de judicialización de la política y también de politización y de partidización de la Justicia, un Poder Judicial que se expone como el que debe decir quién nos tiene que gobernar y quién no”.
Aseguró que para emprender un nuevo camino progresista en América Latina “hay que tener en claro que tenemos que tener un política de enfrentamiento total con el poder financiero, con los bancos, con el mercado y eso tiene que ser un aspecto central si queremos abrir un nuevo ciclo en nuestra región”. Puntualizó que habrá que avanzar también “en la búsqueda de leyes fundamentales que garanticen los derechos de nuestros pueblos, sin entrar en negociaciones de balcón, y se tiene que avanzar en el derecho al aborto por el que están luchando las mujeres argentinas y en la despenalización del consumo de drogas, porque con la excusa de la lucha contra el narcotráfico están matando a nuestros jóvenes y en ese mismo sentido hay que avanzar en la desmilitarización de las policías”. Como cierre, Boulos sostuvo que “nosotros vamos a seguir pidiendo la libertad de Lula sin importar quién gane la elección, porque lo importante es derrotar a los sectores golpistas que nos han llevado a esta situación”.
Pérez Esquivel, como cierre, dijo que compartía “en un todo lo que dijeron mis antecesores, pero quiero recordar en ese momento a los que no están presentes, pero que nos han marcado un camino” y recordó que estuvo en la favela “con todos los favelados, recordando a Marielle Franco, una luchadora que nos dio un ejemplo de vida”. Sostuvo que en reuniones como estas “no nos comprometemos con el pueblo, porque nosotros también somos el pueblo, de manera que tenemos que comprometernos con nosotros mismos”. Dijo que lo que hacen los militantes populares asesinados “es dar su vida para la vida, no para la muerte”. El ejemplo de esos mártires populares “es que nos indican un camino positivo, de amor y fraternidad, y también de memoria, pero no para quedarnos en el pasado sino para recordar de dónde venimos y hacia dónde vamos”. Luego de mencionar a Fidel Castro, recordado en una gigantografía asentada en un enorme globo que se agitaba sobre las cabezas de los presentes, terminó su intervención: “Con una vieja frase que sigue vigente: Hasta la victoria siempre”.
Cuando se retiraron los invitados, desde el escenario, Nacho Levy anunció que los asambleístas resolvieron que el Tercer Foro Latinoamericano se va a realizar en Buenos Aires, en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), “hoy convertida en un lugar de memoria para rendir homenaje a nuestros treinta mil compañeros desaparecidos”.