Entre las acciones para exigir el fin del encierro de Lula sobresalen el envío de cartas a autoridades de Brasil para que termine la injusticia y la celebración de un tuitazo mundial.
Durante el Foro acogido del 15 al 17 de julio por el Palacio de Convenciones de La Habana, jefes de Estado, exmandatarios, intelectuales y personalidades de América Latina y el Caribe manifestaron su solidaridad con el promotor -junto a Fidel Castro- del mecanismo creado en 1990 para aglutinar a las fuerzas progresistas y de izquierda de la región.
La depuesta presidenta de Brasil Dilma Rousseff y la presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, denunciaron en el encuentro que reunió a más de 600 delegados de varios continentes la injusticia cometida contra Lula y advirtieron sobre el temor de la derecha a que el dirigente triunfe en los comicios de octubre.
El Plan de Acción adoptado aquí también recoge el comienzo en septiembre de una campaña internacional dirigida a frenar la persecución política y judicial de líderes populares de América Latina.
De igual manera, prevé actividades para defender la declaración de Latinoamérica y el Caribe como una zona de paz, postura fijada en esta capital por la Celac en su segunda cumbre.
El XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo aprobó además más de 40 resoluciones, relacionadas con temas como el rechazo al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y el apoyo a Venezuela y Nicaragua, países agredidos por la derecha interna y externa con el protagonismo de Estados Unidos.
