Entre el 7 y el 16 de diciembre en San José, la capital de Costa Rica, tendrá lugar la 6ª edición del CRFIC, Festival Internacional de cine. Un total de 73 de las mejores películas del cine independiente de Centroamérica y el resto del mundo se presentarán en este festival que se constituye como ventana de la producción audiovisual regional.
El cine centroamericano vive un momento muy especial y como dijo a Nodal Cultura el director artístico del Festival, Raciel del Toro, el crecimiento de la producción y su consolidación estética ha permitido también el crecimiento del CRFIC.
Aunque formalmente es la sexta edición, el trabajo es de larga data.
Adriana Cordero Chacón, productora general de CRFIC y realizadora audiovisual, directora de la recién estrenada “La Dixon”, explicó que el prólogo del Festival fue una muestra que se desarrolló durante 19 años. De modo que el pasaje de una muestra local a un Festival Internacional fue paulatino. La transformación acompañó el crecimiento del cine, costarricense primero y regional después, y hoy es una muestra atractiva, competitiva y poderosa.
La edición 2017 tendrá como película de apertura la argentina “La cordillera” y la actriz Érica Rivas estará presente en la ceremonia. Pero además una gran cantidad de cineastas visitarán San José y participarán de diálogos abiertos con el público. Serán de la partida realizadores como César González (Argentina), director de Atenas; la mapuche Claudia Huaiquimilla (Chile), directora de Mala junta; Julia Solomonoff (Argentina), directora de Nobody’s watching; Alice Shindelar (Estados Unidos), directora de Four Walls; y Júlia Murat (Brasil), directora de Pendular.
Sobre el origen del Festival, sus objetivos, el presente del cine centroamericano y las muchas actividades especiales que presentarán durante esta sexta edición del CRFIC, dialogamos con Adriana Cordero Chacón y Raciel Del Toro
¿Cómo definen ustedes el perfil del Festival y cuál es la tradición que encierra el mismo?
ACC: Esta es la sexta edición del Festival, aunque nació de lo que fue la muestra de cine y video costarricense, que fue luego de cine y video centroamericano. Esa muestra duró 19 años. Hubo un período en el cual se pasaba prácticamente todo lo que se producía, cortos universitarios y amateurs, sin criterio de selección. Luego hubo un período de transición. Este es el tercer año en que se produce como Festival independiente y se cuenta con un proceso diferente de curaduría.
El Festival muestra independiente de todo el mundo, cine de calidad que de otro modo en Costa Rica no se podría ver. Por otro lado nos estamos convirtiendo en la ventana del cine Centroamericano al mundo.
RDT: En 2012 se decidió convertir la muestra en Festival. En los 3 primeros años, hasta 2014, solo había muestra internacional, no había competencias ni premios. Teníamos una curaduría internacional. A partir de la edición de 2015 se creó el puesto de dirección artística y se conformó un equipo de programadores y surgieron las secciones competitivas. De allí surgieron la competencia internacional de largometraje, la competencia nacional de cortometraje y, lo destacamos especialmente, la competencia centroamericana de largometraje, ya uno de los principales enfoques del festival es que sirva como plataforma para la presentación del cine que se está gestando en Centro América hacia la comunidad audiovisual internacional.
Desde entonces es un Festival que privilegia el cine independiente de alta calidad de diferentes partes del mundo. Además de las secciones competitivas tiene panoramas donde se exhibe el cine de directores más reconocidos en el mundo, y la sección Radar, que es para primeras o segundas películas, que tienen un cine mucho más rebelde en cuanto a lo audiovisual como lenguaje o donde se presentan películas que demuestran una gran madurez a pesar de ser operas primas.
¿Desde cuándo han incluido el cine centroamericano en la muestra / festival?
ACC: El Festival, incluso cuando era muestra, siempre incluyó cine de Centro América. Hemos privilegiado mostrarlo y promover el intercambio con los países de la región. Al habernos convertido en Festival Internacional hemos incorporado la sección competitiva y allí hay más película y de mejor calidad.
De algún modo el crecimiento del Festival va de la mano del crecimiento del cine de la región. Se puede decir que se han ido desarrollado juntos.
RDT: La competencia centroamericana de largometraje surgió en 2015 al tiempo que surgieron las secciones competitivas en el Festival. Obviamente responde a la efervescencia de los últimos años en producción en la región. Casi todos los países han crecido en la cantidad y calidad de la producción audiovisual y están en la mira de la comunidad internacional audiovisual como una zona emergente, cinematográficamente hablando. El CRFIC ha servido, y pretendemos seguir siéndolo, como un espacio para que agentes de ventas, distribuidores y decisores en otros festivales puedan venir y conocer de primera mano que es lo que se está realizando en la región.
¿Qué hay del cine costarricense en el Festival? ¿Hay una competencia nacional de largometrajes?
RDT: Las películas costarricenses de largometraje conviven con el resto de las películas centroamericanas. No hay una distinción entre ellas, sino que dialogan entre ellas en una misma sección. Y dialogan no solo como obras artísticas, sino que quienes hacen lo mejor del cine centroamericano se reúnen en San José cada diciembre desde 2012 y dialogan también personalmente.
En cuanto al cine costarricense, estamos apoyando aquel que hacen cineastas nuevos, que nos interesa visibilizar, a través de la competencia nacional de cortos es. Allí se toma el pulso a cuáles son las inquietudes, los lenguajes y las estrategias narrativas que están potenciando los que serán quienes en un futuro hagan las nuevas películas en el país.
Las actividades especiales
ACC: Lamentablemente este año hemos tenido que reducir las actividades especiales de formación e industria, y también los encuentros, ya que contamos con un 35% menos de presupuesto que en años anteriores. Esas actividades tienen que ver con que queremos que se fortalezca tanto el sector audiovisual nacional y regional como el público en general. Es por ello que tratamos de ofrecer talleres y charlas que no existen en las universidades o las escuelas de cine.
RDT: Las actividades paralelas de formación e industria del CRFIC tienen para nosotros gran importancia. En el caso de formación tiene dos dimensiones. Una de clases magistrales, conferencias y mesas de debates que son abiertas al público, sobre temas que son directamente vinculadas a las películas exhibidas y a los invitados. La otra dimensión es el espacio de capacitación profesional, donde queremos privilegiar experticias o profesiones que han estado vinculadas al cine como industria, pero que no son propiamente el cine desde el punto de vista técnico, como la crítica, el marketing, la distribución, que son profesiones que han crecido y desarrollado alrededor del cine, pero que acá en Centroamérica han quedado rezagadas. Entonces no hay distribuidores o críticos preparados. Por eso tenemos un laboratorio de crítica cinematográfica con un enfoque centroamericano, un seminario de formación de promotores cinematográficos y un taller de documentalistas en colaboración con el Instituto Goethe de México y el programa Documentar y Campus, para la formación en distribución, coproducción e impacto para estrenos, para Centroamérica, México y el Caribe.
En cuanto a la formación en industria, está dedicada a los proyectos aún no terminados en dos categorías: Foro de presentación de proyectos, dedicado exclusivamente a películas costarricenses en desarrollo y la categoría Cine en construcción, dedicado a películas en posproducción de alcance centroamericano. No solo se entregan incentivos económicos, sino que también hay un diálogo con los asesores y jurados que participan de esta sección.
Presencia del cine de animación
RDT: Creemos que el cine es uno solo y lo que nos importan son las historias, por lo tanto no hacemos distinción sobre el formato y hacemos convivir tanto ficción, documental como animación. Y cada una de las secciones hay casi siempre alguna película de animación, aunque debemos reconocer que todavía en la región se hace muy poco cine de este tipo, especialmente en largometrajes. Este año tendremos una muestra de Animasivo, el festival de cine de animación contemporánea de la ciudad de México.
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Los boletos pueden conseguirse en el Cine Magaly, Teatro de la Aduana, Teatro 1887 (San José de Costa Rica) o por venta en línea en www.costaricacinefest.go.cr y www.yappexperience.com
+info en www.costaricacinefest.go.cr
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COMPETENCIA CENTROAMERICANA DE LARGOMETRAJE
Medea de Alexandra Latishev – Costa Rica
Violeta al fin de Hilda Hidalgo – Costa Rica / México
Nosotros las piedras de Álvaro Torres – Costa Rica –
Atrás hay relámpagos de Julio Hernández Cordón – Costa Rica / México
500 Años de directora Pamela Yates – Guatemala
El puma de Quelepa de Víctor Ruano – El Salvador
Heredera del viento de Gloria Carrión – Nicaragua
Morazán de Hispano Durón – Honduras
Olancho de Ted Griswold y Chris Valdés / Honduras
COMPETENCIA INTERNACIONAL DE LARGOMETRAJES
Mala junta de Claudia Huaiquimilla – Chile
Pendular de Júlia Murat – Brasil / Argentina / Francia
Men don’t Cry (Los hombres no lloran) de Alen Drljevic – Bosnia-Eslovenia / Croacia / Alemania
Tehran Taboo de Ali Soozandeh – Austria / Alemania
La novia del desierto de Cecilia Atán / Valeria Pivato – Argentina
Last Men in Aleppo (Los últimos hombres de Aleppo) de Feras Fayyad – Dinamarca / Siria / Alemania
La libertad del diablo de Everardo González – México
City of the Sun (La ciudad del sol) de Rati Oneli – Georgia / Estados Unidos / Catar / Países Bajos
Insyriated de Philippe Van Leeuw – Bélgica / Francia / El Líbano
Sexy Durga de Sanal Kumar Sasidharan – India
PANORAMA
La Cordillera de Santiago Mitre – Argentina
In the Fade de Fatih Akin – Alemania
On Body and Soul de Ildikó Enyedi – Hungría
Una mujer fantástica de Sebastián Lelio – Chile
Sueño en otro idioma de Ernesto Contreras – México
Radiance de Naomi Kawase – Japón
Zama de Lucrecia Martel – Argentina
Vazante de Daniela Thomas – Brasil
Loveless de Andrey Zvyagintsev – Rusia
Happy End (Final feliz) de Michael Haneke – Francia
RADAR
Chavela de Catherine Gund – Daresha Kyi – Estados Unidos
Nobody’s watching de Julia Solomonoff – Argentina
Axolotl Overkill de Helene Hegemann – Alemania
Bosque de niebla de Mónica Álvarez Franco – México
Pop Aye de Kirsten Tan – Singapur
Loving Vincent de Dorota Kobiela – Hugh Welchman – Polonia
Beauty and the Dogs de Kaouther Ben Hania – Túnez
Carpinteros de José María Cabral – República Dominicana
Rey de Niles Atallah – Chile
Have a Nice Day de Liu Jian – China
PRESENTACIONES ESPECIALES
San José de noche de Felipe Zúñiga – Carlos Benavides – Sasha Zuwolinsky – Costa Rica
Atenas de César González – Argentina
Leafcutters de Catherine Chalmers- Estados Unidos
RETROSPECTIVA AKI KAURISMÄKI
The Other Side of Hope (2017)
Un hombre sin pasado (2002)
Nubes pasajeras (1996)
La chica de la fábrica de fósforos (1990)
PUENTES
Four Walls de Alice Shindelar – Estados Unidos
Haxan de Benjamin Christensen – Suecia
500 Años de Pamela Yates- Guatemala
Tesoros de María Novaro- México
Ruido de Osvaldo Jiménez- Costa Rica
VENTANA COSTARRICENSE
Ruido de Osvaldo Jiménez
Soy improvisao de Juan Manuel Montero
Gigi de Erika Bagnarello