En el marco de la séptima Asamblea de los Pueblos del Caribe realizamos los días 25 y 28
de octubre la primera plenaria caribeña de ALBA Movimientos con participación de
organizaciones de Bahamas, Brasil, Cuba, Curazao, Haití, Puerto Rico, República Dominicana,
Santa Lucia, Trinidad y Tobago y Venezuela. Este espacio de encuentro y reflexión surgió
como acuerdo de la segunda Asamblea Continental de Movimientos Sociales hacía el ALBA
-realizada en diciembre 2016 en Colombia- con el objetivo de reconstruir el vinculo entre las
luchas y los esfuerzos de los movimientos caribeños y las otras regiones del continente,
reconociendo que existe una brecha que ha sido generada por el modelo civilizatorio
colonial que nos fue impuesto desde hace mas de 500 años a fuego y sangre.
Los pueblos del Caribe hemos combatido contra el imperialismo en sus progresivas oleadas
históricas, primero europeo y luego también norteamericano. Hoy seguimos siendo pueblos
rebeldes en contra de un modelo de civilización occidental que sostiene –y ha sostenido- su
modo de acumulación y reproducción sobre el saqueo de nuestras tierras, nuestras vidas y
nuestros cuerpos.
Por eso no tenemos más opción que seguir luchando por vivir libres, independientes,
soberanas y soberanos; y eso solo es posible si agrupamos todas nuestras luchas como
banderas comunes en la batalla:
Nos plantamos contra la agenda neoliberal que mercantiliza los -recursos- comunes de la
madre tierra, sobre los que sentó la llamada acumulación originaria que continua hasta el
día de hoy, y por lo tanto exigimos reparación de toda la expoliación de nuestras tierras, la
naturaleza y nuestras vidas. Denunciamos la ampliación de las bases militares como forma
de mantener el control colonial por la fuerza, como en nuestra querida Haití. Evidenciamos
la promoción del racismo social, cultural, económico, jurídico, institucional como forma de
sostener el poder a partir de la negación de nuestra identidad, configurando los regímenes
migratorios como forma expresa de esa negación, ejemplo la sentencia 168-13 en República
Dominicana que arrebata la ciudadanía a dominicanas, dominicanos de ascendencia
haitiana en este país. Este orden de dominación no solo nos impuso divisiones inexistentes
con sus estados-nación modernos sino que además mantiene control directo sobre buena
parte de nuestras islas que siguen siendo colonias, como el vergonzoso ejemplo del heroico
pueblo de Puerto Rico. Denunciamos que el imperialismo condena con golpes de estado y
bloqueos a aquellos pueblos que levantan banderas de liberación nacional como Cuba
Revolucionaria y Venezuela Bolivariana.
Con este cuadro común de luchas, las organizaciones que nos hemos reunido en esta
oportunidad creemos necesario construir puentes de comunicación, diálogo e intercambio
entre todos los pueblos del Caribe para construir un modelo alternativo de integración. Así
como socializar capacidades inventivas y alternativas de los procesos de resistencia y lucha
con los hermanos pueblos de las demás regiones del continente: los pueblos del Sur, Andes,
Mesoamérica y Norteamérica, porque un nuevo proyecto de integración desde los pueblos,
el ALBA, debe ser síntesis de nuestras miradas y luchas históricas, la unidad demanda
reconocimiento mutuo para re-unir nuestras manos que han sido separadas.
También necesitamos colocarnos en condiciones de articular con los pueblos de África,
Europa, Asia y Oceanía, porque entendemos que todos y todas somos dominados y
dominadas de este orden hegemónico capitalista, patriarcal, colonial, racista y depredador
de la naturaleza; en tal sentido nos parece fundamental que la voz de los pueblos del Caribe
estén en escenarios de articulación popular como la próxima Asamblea Internacional de
Movimientos y Organizaciones del Pueblo a realizarse en Venezuela en 2018.
Por último denunciamos al imperialismo yanqui con relación a la temporada de huracanes
que azotaron diversas islas caribeñas. Fenómenos de gran intensidad, consecuencia del
calentamiento global antropogénico que el actual gobierno del magnate supremacista
blanco Donald Trump pretende negar. Además no asume sus responsabilidades como
potencia ocupante en Puerto Rico, rechazó ayuda internacional solidaria de Cuba, Venezuela
y México. No ha dado una respuesta de emergencia, rápida y coherente, aumentando el
sufrimiento del pueblo. Retrasando el restablecimiento del servicio de electricidad en aras
de su estrategia de privatización de este servicio, resultando en numerosas muertes. En San
Martin, en vez de enviar recursos suficientes, aumentaron los precios durante este momento
de crisis. Todo esto ilustra cómo las islas del Caribe sufren el sistema colonial; las colonias
han sufrido más en las manos de los imperialistas que cuentan con mucho más recursos,
que las islas caribeñas independientes, que cuentan solamente con el apoyo de sus vecinos.
En este periodo debemos administrar nuestras fuerzas priorizando fortalecer la solidaridad
y unirnos en cada lucha local, promoviendo articulaciones nacionales que sean espacios
concretos de integración y lucha. Unificando esfuerzos en las batallas que hoy se libran en
la región como: el fin del bloqueo a Cuba Revolucionaria, la desmilitarización en Haití ya que
la MINUSTAH no ha concluido, la solidaridad con Venezuela Bolivariana asediada por los
EEUU, la lucha por erradicar la ley de cabotaje en Puerto Rico. Y la lucha común por las
reparaciones a nuestros pueblos en tres niveles: justicia climática contra el enorme daño
ecológico -los recientes huracanes son consecuencia del cambio climático-, reparación por
la esclavitud de nuestras ancestras y ancestros, reparación por el daño que ha desatado el
cólera en Haití.
Este año convocamos a los pueblos del Caribe a organizar jornadas de solidaridad con la
Revolución Bolivariana y repudio al imperialismo yanqui entre los días 4 y 9 de diciembre. El
año próximo empezamos a trabajar en una agenda comunicacional y formativa que
fortalezca nuestras luchas en la perspectiva del ALBA como proyecto de integración desde
los Pueblos.
Santo Domingo, 28 de octubre de 2017