¡Qué fácil es decirlo! Pero las tareas, desafíos superados, luchas permanentes, para poder llegar a 40 años de actividad interrumpida marcan toda una epopeya y un ejemplo, el de ALAI, en esta vieja, larga, dura lucha para vernos con nuestros propios ojos, para que todas y todos los latinoamericano-caribeños tengan voz e imagen.
Aunque usted no lo crea, el camino empezó en Montreal, con un pequeño grupo de periodistas latinoamericanos exiliados, preocupados por la desinformación sobre sus países y la realidad de la región, a los que pronto se sumaron una británica y un ecuatoriano. Y el desafío no era solo informar, sino el de comenzar a tejer una red informativa, sumando esfuerzos, trabajando con miras a aquel viejo sueño -muchas veces frustrado- de la agencia informativa.
Hoy ALAI se ha convertido en un centro de difusión no solo de información sino de análisis regional, donde investigadores, intelectuales, dirigentes sociales y políticos, periodistas, van sumando sus aportes, y sobre todo, un nodo de articulación de organizaciones y medios populares y de sustento al pensamiento crítico latinoamericano.
En 1978 comenzó a recorrer el camino de ocho Encuentros de Prensa Popular, con talleres de capacitación y jornadas de intercambio, que van consolidando la red. En 1987, en Quito, tras un taller con las organizaciones indígenas, surge la Campaña 500 Años de Resistencia Indígena, Negra y Popular, inicio de la coordinación entre movimientos y comunicadores urbanos, campesinos, indígenas.
Desde el inicio estuvo ALAI en la lucha contra el ALCA, en su permanente coordinación de las mingas en los foros sociales mundiales y regionales, en la permanente lucha por sumar voluntades, que tiene su punto alto con la creación del “Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica”, que hoy suma a una treintena de redes y medios de comunicación y coordinaciones sociales del continente que promueven la integración de los pueblos y la democratización de la comunicación.
Durante muchos años acompañamos –de una u otra forma- las actividades de ALAI, y nos sumamos a la tarea de aunar esfuerzos contra el síndrome de la atomización y la disgregación, para poder creer realmente que otro mundo es posible, necesario e imprescindible (y no una mera consigna).
El aporte de ALAI, de Sally y de Osvaldo, fue también sustantivo en la creación de Telesur en 2005, trabajando en el concepto de crear contenidos desde lo plural y hacia lo plural, entendiendo qué significa diversidad cultural.
Y seguimos acompañando a ALAI, tratando de construir desde lo colectivo, haciendo frente al individualismo, la apatía, el derrotismo, el vedetismo. Han recorrido un largo y gran camino, muchachos.
Desde la Fundación para la Integración Latinoamericana, desde el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico, desde los portales Nodal, Questiondigital, Surysur, Integración, Surversión, Tiempodecrisis, desde los nuevos nodos de medioactivismo, vaya un abrazo grande, sincero, extensivo a todos esos colectivos que fueron formando en estas cuatro décadas.
Llevan 40 años caminando… ¡y lo que falta!