Para Ecuador, 2016 será por mucho tiempo el año en que este país sudamericano se convirtió en capital mundial de importantes eventos integracionistas en materia de política, desarrollo sostenible y cultura.
El año comenzó con la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que reunió en enero a jefes de estado y altos funcionarios de los estados miembros del bloque regional.
Durante tres días, del 27 al 29 de enero, temas como las crisis económicas, la situación de la migración y la integración latinoamericana dominaron los principales debates del encuentro, en el cual los líderes fijaron postura sobre los principios del bloque.
El evento sirvió para corroborar una vez más que la unidad, con respeto a las diferencias, constituye el eje principal para encontrar soluciones a los problemas enfrentados por la región.
Otras citas y talleres internacionales reunieron en los últimos 12 meses a intelectuales, académicos, economistas, hombres de negocios y personalidades de la cultura de diferentes zonas del planeta en Quito.
Pero sin dudas, el III Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP), las reuniones para impulsar el Banco del Sur y la Conferencia Mundial Hábitat III, marcaron momentos relevantes y situaron a Ecuador en la mira de los medios a nivel internacional.
El III Foro de Ministros de Finanzas del Banco del Sur y la III Reunión Ordinaria de su Consejo de Administración tuvieron lugar en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) del 30 de agosto al 1 de septiembre para consolidar el ente financiero regional.
Esas citas reunieron a directivos de Argentina, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Venezuela, Brasil y Paraguay, países que suscribieron el acta fundacional de la instancia regional, con la meta de impulsar la institución financiera como una herramienta vital en la búsqueda del desarrollo de Sudamérica.
Como resultado de las mismas quedó reajustado el cronograma de aportes de capital de los estados miembros, fijado en el cinco por ciento del total que a cada uno le corresponde en un año.
Según se acordó, a Quito correspondería abonar 400 mil dólares, Caracas cuatro millones de dólares y La Paz 100 mil, mediante la apertura de una cuenta y su respectivo depósito en los Bancos Centrales de esas naciones, con lo cual completarían un ingreso inicial de cuatro millones 500 mil entre los tres.
Las reformas comprendieron aprobar una extensión de plazo para los abonos iniciales de Argentina y Uruguay, pero pese a los inconvenientes y situaciones puntuales, el mecanismo financiero mantiene su intención de llegar a siete mil millones de dólares en 10 años para inversiones de diferentes proyectos nacionales y regionales.
Más tarde, la instalación del Directorio Ejecutivo y la elección del economista uruguayo Pedro Buonomo como Presidente de la instancia, marcaron la arrancada de la fase preoperativa del ente, rumbo a la construcción de una nueva arquitectura financiera regional.
ELAP III, del 28 al 30 de septiembre, reunió a representantes de más de 80 organizaciones sociales y partidos progresistas de una veintena de naciones de América Latina, que analizaron la coyuntura política y económica actual, y afinaron posturas rumbo a la necesaria lucha ideológica para consolidar los gobiernos progresistas del área.
En el III Encuentro Latinoamericano Progresista los delegados ratificaron su compromiso de llevar adelante acciones, mediante la integración y el trabajo conjunto de los pueblos, para derrocar la arremetida imperial, que ya hizo mella en algunos estados de la zona como Argentina y Brasil, y busca desestabilizar el proceso bolivariano en marcha en Venezuela.
En octubre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dirigió en esta capital la Conferencia sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible Hábitat III, que por cuatro días acogió a unas 45 mil personas en representación de casi todos los 193 países integrantes de la instancia multilateral (193).
Bajo el lema ‘El cambio nace en el corazón del mundo’, la cita fue espacio propicio para reiterar la voluntad de los gobiernos de trabajar por mejorar la calidad de vida de sus pueblos, en especial en el tema relacionado con la vivienda y el desarrollo de las ciudades.
Mesas redondas, sesiones de conferencias magistrales, reuniones bilaterales y exposiciones de experiencias favorables en temas urbanísticos destacaron en el encuentro, que concluyó con la Declaración de Quito, texto ratificador de las líneas de la nueva agenda urbana, la cual deberán cumplir los gobiernos en un esfuerzo global por erradicar la pobreza. Hábitat III unió a dignatarios, funcionarios de gobiernos, líderes de comunidades, organizaciones internacionales y movimientos sociales en un mismo espacio y con un objetivo común, transformar el mundo para mejor.
Otro evento de importancia, aunque menos concurrido en términos de participación internacional fue la Feria del Libro de Quito, celebrada durante 10 días del mes de noviembre en la Casa de la Cultura Ecuatoriana ‘Benjamín Carrión’ y que tuvo a Cuba como invitado de honor.
Charlas, presentaciones de libros, lectura de poesía y conversatorios marcaron la fiesta literaria que constituyó otro aporte a la cultura de esta nación sudamericana luego del intercambio con la literatura y el arte cubano, ecuatoriano, de Chile, Turquía y Argentina, entre otros.
Numerosos eventos, mucho movimiento y el encuentro de personas de todas las latitudes, en un mismo escenario, demostraron este 2016, en Ecuador, que más allá de diferencias, el mundo es uno solo y puede andar de la mano por el bien común.