Representantes de cinco gobiernos sudamericanos ratificaron en esta capital al Banco del Sur como un pilar para el desarrollo y la integración regional, en medio de los desafíos económicos y políticos que vive la zona.
El interés común de avanzar hacia la consolidación del ente financiero quedó revalidado por representantes de Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay y Venezuela, los cinco países que confirmaron su adhesión al Banco y quienes sostuvieron encuentros en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) durante tres días.
Una reunión del Consejo de Administración del Banco del Sur, realizada en la misma instalación, ubicada en La Mitad del Mundo, precedió la cita de Alto Nivel, a la cual se sumó Brasil, en calidad de observador, pues pese a firmar el Tratado Constitutivo, falta el aval del Congreso.
Con una agenda muy dinámica, el Consejo se enfocó en dar continuidad a los Acuerdos generados en 2015, en Buenos Aires.
La actualización del cronograma de aportes de capital por cada estado miembro y el análisis del posible cuadro directivo de la institución, también formaron parte de la sesión de trabajo.
Seguidamente abrió la III Reunión de Ministros de Finanzas del Banco del Sur, en la cual los delegados reiteraron la necesidad de contar con una alternativa para impulsar la autonomía financiera en el área y en América Latina en general.
La idea compartida es consolidarse a nivel regional para extender su capacidad hacia otros territorios que también puedan contar con los beneficios de financiamiento propio con la finalidad de desarrollar proyectos.
En ese sentido, captar el ahorro de recursos generados en la zona, aumentar la capacidad de solventar necesidades inmediatas y fortalecer la integración de los pueblos son las prioridades.
Uno de los acuerdos del pleno fue hacer algunas variaciones al cronograma de pago para los primeros 12 meses del Banco.
En principio, todos los miembros de la instancia aportarían el cinco por ciento del capital que a cada uno le corresponde en un año.
Teniendo en cuenta la situación real de cada estado, el reciente encuentro determinó que en los próximos 30 días Ecuador, Venezuela y Bolivia harán sus respectivos desembolsos según lo establecido.
Quito depositará 400 mil dólares, Caracas abrirá con cuatro millones de dólares y La Paz aportará 100 mil, mediante la apertura de una cuenta y su respectivo depósito en los Bancos Centrales de cada una de esas naciones, con lo cual completarán un ingreso inicial de cuatro millones 500 mil entre los tres.
Según los participantes en la cita, ese dinero servirá para atender gastos de funcionamiento y administración en la etapa pre-operativa del Banco del Sur.
Las reformas al cronograma comprendieron una extensión de plazo para los abonos iniciales de Argentina y Uruguay.
A pesar de los inconvenientes, el mecanismo financiero mantiene su intención de llegar a siete mil millones de dólares en 10 años para inversiones de diferentes proyectos nacionales y regionales.
Con esa meta, establecieron que Argentina, Venezuela y Brasil aportarán dos mil millones cada uno, mientras a Ecuador y Uruguay les corresponde 400 millones, respectivamente, y Bolivia y Paraguay entregarán 200 millones, divididos a partes iguales.
La junta directiva del Banco fue otro de los temas debatidos por el pleno, en específico, las propuestas de autoridades por las Repúblicas Argentina y Oriental del Uruguay.
Por otra parte, los presentes invitaron a Colombia, Chile, Guyana, Perú y Surinam a adherirse a la iniciativa regional.
En medio de todos los desafíos económicos y políticos que enfrentan los países de América del Sur, la instancia financiera se convierte en un mecanismo promotor de la unidad regional y del desarrollo común.
Uno de los objetivos de la instancia es entonces retornar al área capital que actualmente se encuentra en bancos ubicados en otras zonas geográficas.
Datos oficiales confirman que más un billón de dólares de territorios sudamericanos están fuera de la región y el 75 por ciento de ellos reside en bancos estadounidenses, realidad nada provechosa para esos pueblos en busca de estabilidad económica y avances.
"El Banco del Sur es parte de la respuesta a esta fuga de capitales; es parte de la respuesta a la repatriación de dineros tan necesarios para alcanzar nuestro desarrollo", afirmó recientemente sobre ese tema el canciller ecuatoriano, Guillaume Long.
El capital servirá, entre otros proyectos, para garantizar la interconectividad vial, ferroviaria y desarrollar programas destinados al avance científico técnico regional.
La unidad de los estados sudamericanos por el bien común es uno de los elementos clave en pos del avance de sus pueblos.
Se espera que la sede del Banco del Sur quede establecida en Caracas y sus primeros pasos están previstos para el próximo mes de octubre.
Entre sus funciones constan favorecer el proceso de integración sudamericana mediante el desarrollo de un sistema monetario regional, el incremento del comercio intra y extra regional, el ahorro interno de la zona, así como la creación de fondos de financiamiento para el desarrollo.
El 9 de diciembre de 2007, Argentina, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Venezuela, Brasil y Paraguay suscribieron el Acta Fundacional de la instancia regional y aunque todos son miembros, los dos últimos están pendientes de ratificar el instrumento legal.
*Corresponsal Jefa de Prensa Latina en Ecuador.