Con ocasión del ingreso de Venezuela al Mercosur, el 31 de julio de 2012 en Brasilia, el comandante Hugo Chávez Frías afirmó que “Estamos en nuestra exacta perspectiva histórica, nuestro norte es el sur, estamos dónde debimos estar siempre, estamos donde Bolívar nos dejó pendiente para estar y ser”.
Ese día, Chávez también agregaba: “Estamos en esa exacta perspectiva histórica, este es nuestro mundo, nuestra lugar en la historia, este es nuestro sitio, esta es nuestra esencia, Suramérica y dentro de esta gran patria el Mercosur como un gran motor. Venezuela llega al Mercosur completamente, con toda nuestra pasión, voluntad y deseos de integrarse dignamente en un nuevo mecanismo de integración que vaya más allá del comercio”.
Sin embargo, a partir de la modificación de la correlación de fuerzas política en los diversos países que componen el bloque mercosuriano, se empezaron a esgrimir argumentos políticos y técnicos que pretendían minimizar la presencia venezolana en el bloque e impedir el ejercicio de la Presidencia Pro Témpore venezolana que comenzara el pasado 1° de julio, una vez que el Gobierno uruguayo culminara su período de seis meses.
Los argumentos políticos fueron esgrimidos fundamentalmente por el canciller paraguayo Eladio Loizaga, quien sin embargo no logró alinear al resto de los países detrás de su diatriba.
Comenzó entonces el discurso en relación a los supuestos incumplimientos por parte de Venezuela de la normativa del Mercosur, que rápidamente los medios hegemónicos convirtieron en una verdad indiscutida.
2.500 normas
El Representante Permanente de Venezuela ante Mercosur y Aladi, José Félix Rivas Alvarado, destacó que Venezuela ha incorporado en tan solo cuatro años más del 85% de la normativa del Mercosur, titánica tarea que al resto de los países del Mercosur han tenido 25 años para llevar adelante.
Otro de los temas que se han puesto en tela de juicio es el supuesto incumplimiento por parte de Venezuela de las normas comerciales del bloque.
Rivas señaló que “el Mercosur tiene un conjunto de reglas que deben ser normadas e incorporadas por los Estados que ingresen al bloque; estas normas se encuentran en el Acuerdo de Complementación Económica N° 18 (ACE 18) que regula las condiciones mediante las cuales los Estados Parte procurarán el establecimiento del Mercado Común”.
“ Del mismo modo -continúa Rivas- la Nomenclatura Común del Mercosur, que es el vocabulario único que facilita la identificación y clasificación de las mercancías que se intercambian entre los miembros del esquema de integración y que Venezuela incorporó en marzo de 2013”.
La adopción por parte de Venezuela del Arancel Externo Común del Mercosur fue definida muy tempranamente (diciembre de 2012) y adoptada definitivamente en marzo de 2013.
Igualmente Venezuela adoptó el Certificado de Origen Digital, el cual permite disponer de los correspondientes estándares de seguridad en la certificación de origen, agregó el representante venezolano.
Por último, se encuentran los Programas de Liberación Comercial, que permiten a los países miembros el otorgamiento de diversos beneficios arancelarios en el comercio recíproco.
En relación a éstos, el diplomático venezolano destacó que en el caso uruguayo, se acordó en 2012 el desgravamen total e inmediato del comercio recíproco vigente actualmente.
Tanto en el caso de Argentina y Brasil se establecieron ese mismo año cronogramas de desgravación que permitirán llegar al 100% en 2018.
En el caso paraguayo, también se estableció un acuerdo de preferencia arancelaria del 100%, pero no se encuentra vigente dado que Paraguay no ha internalizado ese documento, por lo que se encuentra en mora.
Entonces, Venezuela no solamente no ha incumplido las normativas mercosurianas, sino que ha hecho un gigantesco esfuerzo por adoptar las mismas en un plazo mucho menor al que tuvieron Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, dando por tierra con los argumentos que presuponen mala fe o falta de voluntad.
“ Desde el año 2012, Venezuela ha venido dando cumplimiento de manera paulatina a sus obligaciones en materia de incorporación normativa, respecto a lo cual cabe considerar que la tarea impuesta supone nada menos que el análisis de un universo total estimado en más de 2.500 normas de Mercosur adoptada durante 21 años -entre 1992 y 2012- para la incorporación de la normativa vigente”, sostuvo Rivas.
¿Dónde está lo anti-jurídico?
Venezuela incluso ha internalizado protocolos como el Protocolo de Montevideo sobre Compromiso con la Democracia en el Mercosur (conocido como Ushuaia II) que no han sido incorporados -por ejemplo- a la normativa paraguaya.
Lo que sí es un incumplimiento de las normas de Mercosur, además de anti-jurídico e inaceptable es la creación de una nueva categoría de miembros del Mercosur por encima de los Estados Parte, como es la de “Estados Fundadores”.
Así como son anti-jurídicas e inaceptables las reuniones y declaraciones públicas que se han realizado en nombre de ese grupo de países.
Y así como también es anti-jurídico e inaceptable que se pretenda desconocer la Presidencia Pro Témpore de Venezuela como forma de pretender aislar al país que mayores esfuerzos y compromisos ha asumido en aras de consagrar la integración latinoamericana y lograr la complementariedad y de nuestros pueblos.
No va a haber golpe
El diputado uruguayo Daniel Caggiani, quien es vicepresidente del Parlamento del Mercosur (Parlasur) declaró a la agencia de noticias Sputnik que “algunos países tienen como objetivo incidir en la situación interna de Venezuela más que fortalecer el proceso de integración. Intentan exportar el golpe blando en el Mercosur”.
Esta estrategia ha tenido tanto éxito por parte de las oligarquías aliadas al imperialismo norteamericano en Honduras, Paraguay y Brasil, se complementa con los intentos permanentes por generar situaciones de violencia que pudieran derivar en golpes no blandos, tal como han intentado esos mismos sectores de la derecha radical en Venezuela, Ecuador y Bolivia.
El pueblo venezolano demostró el pasado 1° de septiembre que quiere dirimir sus conflictos en paz y democracia, dando por traste a quienes intentaron enlutar al país y provocar acciones que pudieran servir de pie a sanciones internacionales y una intervención extranjera.
Sin embargo, en los días previos fueron capturados más de 90 paramilitares que habían sido sembrados en los alrededores del Palacio de Miraflores (casa de gobierno), así como se capturaron a militantes opositores con uniformes militares y policiales y armas de guerra.
Incluso se develó un plan de fuga del joven ex alcalde de San Cristóbal (estado Táchira), Daniel Ceballos, detenido por los sucesos violentos de los que participó en su ciudad en febrero de 2014 y que gozaba del beneficio de prisión domiciliaria por una supuesta enfermedad.
Esto no ha sido sencillo.
Las venezolanas y los venezolanos han resistido la más dura guerra económica, el ataque contra la moneda, el desabastecimiento deliberado, la especulación y sobreprecios que han incrementado la inflación sensiblemente, así como la caída de los precios del petróleo que han limitado fuertemente los ingresos del Estado.
Al mismo tiempo, diversas acciones conspirativas que han llegado hasta el asesinato selectivo de altos dirigentes del chavismo, han sometido al pueblo a una gran tensión.
Por si eso fuera poco, la acción de agentes externos como el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, que -de manera irregular, unilateral e inconsulta con los países miembros de esa organización- se ha empeñado en atacar a Venezuela en espiral ascendente calificándola de dictadura y pretendiendo erigirse en juez continental, pone en alerta al pueblo y el Gobierno Bolivariano para impedir cualquier tipo de injerencia extranjera en los asuntos internos del pueblo venezolano y de las formas políticas, sociales y económicas que ha adoptado libremente.