Los gobiernos de Bolivia, Ecuador y Venezuela retiraron sus respectivos embajadores de Brasil luego de consumarse la destitución de Dilma Rousseff por el Senado lo que consideran un golpe político.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ratificó el retiro de su representante diplomático ante Brasil, Horacio Sevilla, y calificó la acción contra Roussef de ‘apología del abuso y la traición’. La misión en Brasilia quedó en manos de un encargado.
‘Jamás cohonestaremos estas prácticas, que nos recuerdan las horas más obscuras de nuestra América’, dijo Correa en su cuenta en Twitter. Asimismo, envió ‘toda nuestra solidaridad con la compañera Dilma, con Lula, y con todo el pueblo brasileño’.
Igualmente, el gobierno venezolano de Nicolás Maduro anunció el retiro de su embajador y el congelamiento de sus relaciones con la administración de Micehl Temer, ratificado por el Senado, y condenó enérgicamente la destitución de Dilma.
Venezuela ‘ha decidido retirar definitivamente a su embajador’ en Brasil, Alberto Castellar, ‘y congelar las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno surgido de este golpe parlamentario’, subrayó la Cancillería en un comunicado.
‘Se ha ejecutado una traición histórica contra el pueblo de Brasil, y un atentado contra la integridad de la mandataria más honesta en ejercicio de la presidencia’ de ese país, remarcó la cancillería.
En su cuenta de Twitter, Maduro expresó ‘toda la solidaridad’ con Rousseff. ‘Condenamos el golpe oligárquico de la derecha ÂíQuién Lucha Vence!’, escribió. Agregó que el ‘golpe de Estado parlamentario’ forma parte de la ‘embestida oligárquica e imperial’ contra la región.
Mientras, el presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó a consultas a su embajador en Brasilia, luego de condenar ‘el golpe parlamentario’.
‘Estamos convocando a nuestro embajador en Brasil para asumir las medidas que en este momento se aconsejan’, escribió el mandatario boliviano a través de Twitter.
Además Morales tuiteó: ‘Condenamos el golpe parlamentario contra la democracia brasileña. Acompañamos a Dilma, Lula y su pueblo en esta hora difícil’.
La cancillería boliviana llamó en un comunicado ‘a todos los Estados de nuestra región a rechazar estos golpes de Estado ‘suaves’ ante el peligro de la debilitación de la institucionalidad de la democracia, provocada por oposiciones incapaces de lograr votos necesarios para formar un gobierno’.