Nueve años después de la firma, en 2007, del acuerdo de creación del Banco del Sur (BS), todo indica que finalmente este banco de desarrollo suramericano, concebido como un componente clave de la nueva arquitectura financiera regional, entraría en operación próximamente. En efecto, entre el 30 de agosto y el 1 de septiembre, se realiza en Quito la III Reunión del Consejo de Ministros del Banco y la III Reunión Ordinaria del Consejo de Administración de la entidad, donde se espera avanzar en la aprobación de las acciones necesarias para la operación del Banco.
De los siete países que firmaron el acuerdo de constitución, cinco ya lo han ratificado en sus respectivos parlamentos: Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay y Venezuela. Uruguay lo ratificó este año, con lo cual se cumplió la cuota mínima de 5 países para que el BS pueda entrar en funcionamiento. Los parlamentos de Brasil y Paraguay aún no lo ratifican. Ahora falta firmar la personaría jurídica de la entidad, nombrar el presidente, y afinar los mecanismos.
Se espera que el BS se oriente a apoyar las metas ya consensuadas de la integración suramericana, como por ejemplo la interconexión regional (vialidad, ferroviaria, anillo de fibra óptica para telecomunicaciones, sistema eléctrico integrado), o planes de integración en salud, educación, etc. Se trata de proyectos “sin signo ideológico”, en los cuales concuerdan tanto gobiernos de derecha como de izquierda, según señaló Andrés Arauz, Director Ejecutivo del BS para Ecuador, en conversación con la prensa internacional.
El canciller ecuatoriano, Guillaume Long, por su parte, recalcó que este tipo de proyecto permitirá a los países de la región integrarse económicamente y diversificar más sus economías, siendo que antes se priorizaban las conexiones hacia fuera de la región. Al reconocer que, con los recientes cambios políticos, se vive un momento crucial para la integración regional, el canciller enfatizó que este contexto “nos pone a prueba para demostrar que la integración latinoamericana y suramericana son verdaderas políticas de estado y no solamente políticas de gobierno”. Por lo mismo, resaltó la voluntad del nuevo gobierno argentino de mantener su compromiso con el BS.
Otra área de inversión, impulsada por Ecuador, y que ha logrado un acuerdo de principio, es generar un fondo regional para potenciar el conocimiento, ciencia y tecnología, orientado a buscar respuestas a los problemas del desarrollo. Arauz destacó que América del Sur no tiene actualmente ningún mecanismo regional conjunto para la investigación científica, que podría, por ejemplo, financiar interrelaciones entre universidades, centros de investigación, etc.
Los países signatarios han comprometido 7 mil millones de dólares para capitalizar el BS, en montos diferenciados según la economía de cada país; pero se ha tenido que alargar los plazos de entrega, en unos casos hasta 10 años, como respuesta a la crisis. Los depósitos iniciales de los países miembros permitirán apenas cubrir los costos operativos; pero al completarse las cuotas acordadas para el primer año, se contará ya con un fondo pequeño de inversión, que se destinará principalmente a financiar estudios previos para algunos de los proyectos ya acordados en el marco de Unasur.
Si bien se trata de un capital relativamente pequeño para un banco de desarrollo, Arauz informó que, a diferencia de los bancos de desarrollo tradicionales, se ha previsto que el BS pueda también atraer una parte de los fondos de la región que actualmente están colocados en el exterior. Según el Banco de Pagos Internacionales, América Latina tiene más de un billón de dólares depositado en otras regiones del mundo, del cual más del 75% se encuentra en Estados Unidos. Estos cuantiosos recursos generan riqueza para otros países, están al servicio de otros pueblos, señaló Long, lo cual es “una de las grandes contradicciones del sistema en que vivimos y es uno de los grandes errores históricos”. Una parte importante se encuentra incluso en los llamados paraísos fiscales.
Las reuniones de esta semana se habían programado inicialmente para abril, en el marco de la Cumbre de Unasur que debía realizarse en Quito, la cual que tuvo que suspenderse debido al terremoto que días antes azotó ese país. Los países integrantes del BS esperan que los otros cinco países de Suramérica se decidan a sumarse al Banco, por lo que, en la reunión de Quito, se considerará la ampliación del plazo fijado inicialmente (y que ya venció) para que expresen su interés de ingresar.