En lo que va del año 2016, se han reportado 125 asesinatos de jóvenes negros y latinos a manos de la policía estadounidense. Una investigación conducida en el 2013 por la organización, Malcolm X Grassroots, encontró que la policía en los EEUU asesina un hombre negro desarmado cada 28 horas. Estas tragedias, que suceden a diario en nuestras comunidades, y que una vez se invisibilizaban o se ignoraban, ahora se conocen en el país y a nivel mundial.
Desafortunadamente, la atención nacional e internacional de los casos no ha logrado que los familiares no tengan que sufrir la perdida de sus seres queridos triplemente: (1) al ser asesinadas por la policía, (2) al momento que los medios de comunicación masiva comienzan a justificar estos asesinatos, y (3) al momento de entrar en el sistema judicial, el cual permite que los policías asesinos sean dejados en libertad.
Esta realidad represiva en los EEUU, continuara hasta que se erradique la enfermedad del capitalismo. Esta es la enfermedad que produce el síntoma de la violencia estatal, que incluye la brutalidad policiaca. En la historia de su desarrollo, los departamentos de policía fueron creados para servir y proteger la propiedad privada y a la clase elite, y para controlar y reprimir la clase trabajadora, particularmente a los negros, indígenas y latinos. Los EEUU ha sido histórica y profundamente dividida por líneas raciales. Una prueba de esto son los diálogos prácticamente infértiles que han tenido líderes negros con autoridades de gobierno buscando alcanzar la valoración de las vidas de las personas negras- Frederick Douglas y Abraham Lincoln, Martin Luther King, jr y Lyndon B. Johnson, el Presidente Obama y líderes de Ferguson.
A partir de los últimos asesinatos han salido multitudes de personas a marchar y protestar en muchas de las grandes ciudades de los EEUU afirmando que la vida negra y latina vale, el presidente Obama dio su discurso habitual ?recordándole? a la ciudadanía y al mundo que los acontecimientos no representan a los EEUU, y han salido los auto-denominados líderes de la comunidad negra como Al Sharpton ?apoyando? a las familias de los víctimas.
¡Más de los mismo! Claramente, para obtener resultados diferentes necesitamos trazar pasos distintos. Ya no podemos seguir teniendo conversaciones sobre reformas o diálogos para mejorar relaciones con un sistema creado para aniquilarnos.
Necesitamos luchar para construir e implementar el cambio necesario que garantice la protección de las vidas de las personas negras y las latinas. Es necesario profundizar nuestro análisis y fortalecer nuestra estrategia, entendiendo que estos métodos represivos no son únicos de los EEUU, pero que los EEUU también ha importado estas prácticas represivas mundialmente.
Nuestra lucha es local, nacional y global en solidaridad con las clases trabajadoras negras del mundo, y en contra del capitalismo, el racismo y la industria militar. Mientras reafirmamos que la vida negra importa, decimos que el capitalismo mata. Estamos a favor de la vida plena y el desarrollo de nuestras comunidades en EEUU y alrededor del mundo.