Desde nuestras comunidades y parajes rurales, campesinos indígenas, y conurbanas a 40 años del golpe genocida, nos sumamos a las actividades y conmemoraciones populares, por Memoria Verdad y Justicia.
La Dictadura que se instauró a partir del 24 de marzo de 1976, contó con la participación de un sector importante del ejército, de la oligarquía y empresarios civiles, sectores conservadores de la iglesia, en coordinación con los servicios secretos de EEUU, y fue la respuesta del imperialismo y el poder económico concentrado en la Argentina, al proyecto emancipador y liberador, que forjara una maravillosa generación del pueblo Argentino, con un horizonte de Soberanía, Independencia y Justicia Social.
El Genocidio, no fue solo para desaparecer a esa generación militante y su proyecto, sino además para generar terror en la población e implantar un modelo económico, de subordinación política y económica a los Estados Unidos que necesitan que la Argentina cumpla el papel de proveer solo materias primas, abortando su desarrollo industrial y la generación de trabajo y valor agregado. Fue el preludio a la globalización y el Neoliberalismo.
Neoliberalismo que se implantó a fuego y sangre, no sólo en nuestro país, sino en toda Latinoamérica, a través de estrategias conducidas por EEUU como el plan Cóndor y que sembró de dictaduras el continente.
La Dictadura, impuso el desarrollo del Neoliberalismo en el campo, que ocasionó mayor concentración de la tierra, la subordinación de nuestra agricultura al capital financiero y especulativo y la expulsión del campo de cientos de miles de familias campesinas, condicionando la Soberanía Alimentaria y provocando un crecimiento desmesurado de las ciudades, con grandes masas de desocupados, en las periferias, que a la larga sería un problema para la propia gobernabilidad democrática.
En el mismo sentido, la dictadura se alzó con furia sobre las organizaciones agrarias y de trabajadores rurales, para revertir los alcances obtenidos, La ligas agrarias en el norte del País, de la mano de la organización y la educación rural, habían logrado poner en discusión la hegemonía de los monopolios que comercializaban el algodón , entre ellos Bunge Born, los sindicatos agrarios disputaban con los Blaquier, que se alzaban con la renta cañera a expensas de la explotación de los trabajadores. Los hacheros, los contratistas de viña, los fruticultores, los tabacaleros, se organizaban para reclamar sus derechos.
Asimismo, avanzó en el INTA, despidiendo a cientos de trabajadores que apostaban al pequeño productor, y desapareciendo a aquellos investigadores y extensionistas que soñaban con un campo diverso y poblado, siguiendo la misma línea de la campaña del desierto y las guerras contra las montoneras de gauchos campesinos indígenas de fines del siglo XIX,
La continuidad histórica la dio Martínez de Hoz como ministro de economía, y diferentes dirigentes de la SRA en cada uno de estos ámbitos. Muchos de estos personajes de la SRA, la CRA y la Coninagro, reaparecieron en 2008, en la lucha por la resolución 125, que ajustaba las retenciones a la Soja.
La Dictadura actuó sobre la dirigencia, secuestrando, torturando y desapareciendo, infundiendo el terror, el miedo a organizarnos, la idea de que un solo modelo es posible: el Agronegocio
Y es que a pesar de los 30 mil desaparecidos, a pesar de los cientos de miles de expulsados del campo, de la guerra con agrotóxicos, de los desmontes y las topadoras el pueblo sigue en pie, y la lucha por otro modelo Agropecuario es parte de nuestra historia y nuestro presente
Por eso, este 24 de marzo, estaremos en todas las plazas y parajes a lo largo y ancho del país, acompañando y marchando junto a los organismos de DDHH, a las madres, las abuelas, los Hijos y gritando Nunca Más. Dejando en claro que seguimos en la Lucha por la Reforma Agraria Popular y la Soberanía Alimentaria
Ni un Metro Mas! La Tierra Es Nuestra
Somos tierra para alimentar a los pueblos
Movimiento Nacional Campesino Indigena
CLOC-Vía Campesina Argentina