La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, pidió este miércoles a los países del foro latinoamericano y caribeño Celac una estrategia regional de combate al virus zika y anunció una reunión de ministros de Salud del Mercosur el próximo martes en Montevideo.
“En mi intervención propuse que tuviéramos también una acción de cooperación en el combate al virus zika (…) Vamos a hacer una reunión del Mercosur el martes en Montevideo abierta a todos los países que quieran de la Celac o el Unasur”, aseguró a la prensa antes de abandonar la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en las afueras de Quito.
Luego de registrar los primeros casos de zika durante 2015, el virus se ha propagado en casi toda la región con una gran velocidad. Esto se explica por la ubicuidad del mosquito transmisor además del dengue y la chicunguña, indicó a la agencia de noticias AFP el jefe del departamento de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Sylvain Aldighieri.
Aunque todavía los profesionales no han podido asegurar que el contagio en mujeres embarazadas produzca microcefalia en el feto, científicos brasileños confirmaron que se transmite de madre a hijo a través de la placenta.
Según la OPS, en 18 países de Latinoamérica y el Caribe se ha confirmado la circulación autóctona del zika.
Justamente, se estima que quien más casos reporta es Brasil, ya que el Ministerio de Salud no informó la cantidad total de enfermos, sino de los vinculados con la microcefalia. El resto de los países más afectados son Colombia, que registran unos 13.500 infectados; El Salvador, 5.561; y Honduras, 608.
¿Qué es el virus del zika?
La infección por el virus del zika es causada por la picadura de mosquitos infectados del género Aedes y suele generar fiebre leve, sarpullidos, conjuntivitis y dolores musculares.
Los síntomas más comunes del zika son fiebre leve y exantema (erupción en la piel o sarpullido). Suele acompañarse de conjuntivitis, dolor muscular o en las articulaciones, con un malestar general que comienza entre 2 y 7 días después de la picadura de un mosquito infectado.
Una de cada cuatro personas infectadas desarrolla los síntomas de la enfermedad y en quienes los padecen, la enfermedad es usualmente leve y puede durar entre 2 y 7 días.