El presidente Rafael Correa reconoce que la nueva arquitectura financiera latinoamericana que Ecuador –junto con otros países de la región- ha venido impulsando durante los últimos años, “lastimosamente no ha avanzado mucho”.
En conversación con la prensa extranjera, días antes de celebrarse la IV reunión de jefes y jefas de Estado de la Celac en la ciudad de Quito, Correa manifestó que la concreción de este proyecto hoy se ve afectado por los problemas económicos internos de cada uno de los países que conforman el bloque.
"Los acuerdos y reglamentos para la operación del Banco del Sur, como banco de desarrollo, ya están listos, pero se ha postergado varias veces la apertura del Banco", dijo.
“Hay otras prioridades. No se puede pensar en los temas regionales con el mismo tiempo y capacidad de antes. Se complican las cosas para sacar adelante esa nueva infraestructura financiera regional. Sería extraordinario tener el Banco del Sur”, expresó el presidente ecuatoriano, al considerar -incluso- mucho más importante crear el Fondo del Sur, el cual sería muy beneficioso para la movilización en conjunto de las reservas de la región de forma paralela a la estructura financiera dominante.
Poniendo juntos los ahorros, éstos se potencian mucho más, porque no todos los países los necesitan al mismo tiempo, indicó el Presidente.
Destacó que desde Venezuela se está trabajando con el sistema Sucre para evitar utilizar monedas extra regionales para el comercio exterior, al tiempo de manifestar que una moneda conjunta suramericana sería una de las alternativas para el largo plazo, para protegerse más de las acciones especulativas y tener más presencia en el mundo.