Durante la emisión de nuestro primer programa Integrando Nuestra América, recordamos la derrota Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) ocurrida hace 10 años en Mar del Plata, Argentina.
Deolinda Carrizo, representante del movimiento campesino-indígena de Argentina y secretaria operativa de la CLOC Vía Campesina del país sureño, acotó que la derrota al ALCA simbolizó la oportunidad de profundizar el trabajo desempeñado por las organizaciones argentinas y la posibilidad de articularlo con los de otros movimientos del continente.
Por su parte, Edgardo García, secretario de la Asociación de Trabajadores del Campo de Nicaragua y coordinador de la Vía Campesina de la región centroamericana, apuntó que la derrota al ALCA en aquella oportunidad fue sustantiva “porque tuvimos la oportunidad de salir de una recesión horrorosa, los programas de ajuste estructurales nos habían aplastado. Éramos víctimas de un modelo de domesticación a palo. Abandono de políticas agrarias, privatización de salud y educación. Masiva deserción del país”.
Una prueba de esta articulación y trabajo conjunto de contención del ALCA se materializó con la creación de Petrocaribe, recordó García, quien agregó que esta instancia ha permitido vertebrar determinadas políticas, “antes de eso se hablaba de tratados de libre comercio y nada de cooperación”.
Iván González, coordinador político de la Confederación Sindical de Las Américas, agregó que el grito de los pueblos posibilitó la efectiva estructuración de una acción conjunta “para derrotar a un enemigo que tenía múltiples cabezas y que significaba la aplicación de una agenda de precarización y de pérdida de derechos para los trabajadores”.
No obstante, resaltó que la región no debe dispersarse “en la acción frente a los tratados bilaterales del ALCA”, puesto que esto implicaría un debilitamiento en el enfrentamiento, lo cual puede apreciarse en los países de Centroamérica y en Colombia, Perú y Chile.