En rueda de prensa conjunta ofrecida el miércoles en Riad tras la conclusión de la cita de mandatarios, los cancilleres de Arabia Saudita, Adel Al-Jubeir, y de Brasil, Mauro Vieira, así como el secretario general de la Liga Árabe (LA), Nabil El-Arabi, coincidieron en la valoración favorable.

De acuerdo con el representante del país anfitrión, hubo pleno reconocimiento por los dignatarios de ambas regiones de reconocer el estado de Palestina y mostrar solidaridad frente a la agresividad y ocupación israelí, así como condena a la profanación de lugares sagrados del Islam.

La Declaración de Riad también llamó a boicotear comercialmente a Israel como medida de presión para que cumpla con resoluciones internacionales, respete los derechos de los palestinos y contribuya a relanzar el estancado proceso de paz, además de propiciar el desarme nuclear.

El texto rechazó la interferencia en los asuntos internos de los países de la región por fuerzas extranjeras que violen así la Carta de la ONU y los principios de buena vecindad, y defendió la cooperación Sur-Sur como complemento -y nunca como una alternativa- de la cooperación Norte-Sur.

Asimismo, reflejó el acuerdo sobre la necesidad de combatir las corrientes de pensamiento terrorista y extremista, particularmente la del llamado Estado Islámico a la vez que incentivar la comunicación y el diálogo entre los seguidores de las distintas religiones y civilizaciones.

Al-Jubeir destacó el interés del reino wahabita de construir las mejores relaciones con todos los países del mundo, en particular -acotó- con los de América del Sur, y citó como ejemplo de la cooperación dentro del mecanismo ASPA la estrecha coordinación y consultas en todas las esferas.

Respecto a Brasil, reveló que en el plano bilateral se abogó por intensificar las relaciones no sólo en lo económico, político y cultural, sino también en la cooperación de seguridad y en la industria militar para luchar contra el terrorismo y cualquier otra amenaza global.

Vieira, por su lado, aseguró que el documento final avalado por los 22 gobernantes de la LA y los 12 de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se aprobó sin reservas de ningún tipo, aunque admitió que "la tarea no fue fácil", debido a la variedad y complejidad de los temas abordados.

El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, en su calidad de coordinador de los países sudamericanos para la cumbre, defendió el fortalecimiento de la cooperación como medio de promover el desarrollo efectivo, la paz, seguridad y reducir la pobreza.

A tono con la Declaración de Riad, subrayó la conveniencia de construir capacidad, innovación y estimular el intercambio tecnológico y cultural, a la vez que fraguar una asociación estratégica birregional que se enmarque en el diálogo político para reafirmar posiciones conjuntas en temas relevantes.

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