Hasta el día de hoy se realiza en Olmué, el sexto encuentro Latinoamericano de Gestión Comunitaria del Agua. Una actividad que ya se ha realizado en diversos países como Ecuador, Perú, Paraguay y Costa Rica y que tiene por objetivo intercambiar experiencias respecto a la gestión del agua potable rural en Latinoamérica.
En Chile existen cerca de 1600 comunidades rurales que actualmente hacen frente a la escasez hídrica mediante diversos mecanismos de gestión. En tanto, en Latinoamérica, la cifra asciende a 70 mil organizaciones, las que han aumentado de acuerdo a la grave sequía que vive toda la región.
Guillermo Saavedra, presidente de la Federación Nacional de Cooperativas de Servicio de Sanitarios (Fesan), indicó que actualmente en el país existen múltiples comunidades que no tienen acceso al agua potable.
En ese sentido, sostuvo que la mayoría de estas localidades se encuentran precisamente en las regiones donde se ha decretado emergencia hídrica, lo que significa que los pobladores deben abastecerse mediante camiones aljibe, lo que es muy caro e incómodo, dijo.
“Hoy las zonas más afectadas por la sequía que son la III y IV Región, también la V y la Región Metroplitana, que tienen problemas de abastecimiento en lugares aislados, porque hasta ahí todavía no ha llegado los sistemas de agua potable rural con cañería, con tubería, por así decirlo, que los lleven hasta los hogares, lo cual tiene un tremendo costo y una tremenda incomodidad”, señaló.
El dirigente también manifestó que para poder hacer frente al desabastecimiento que viven las regiones rurales es importante que se ejecute la Política Nacional de Recursos Hídricos.
De acuerdo a esto agregó que deben realizarse diferentes iniciativas para resolver el tema, como por ejemplo, campañas de eficiencia hídrica y la construcción de embalses que permitan retener el agua que se va al mar.
“En este minuto en Chile el 20 por ciento del agua que viene de la Cordillera se queda en los valles centrales y el 80 por ciento va a parar directamente al mar. Entonces, se trata de retener más agua a través de los embalses y poder retener para distribuirla en los regantes. Y también ser más eficientes en el uso de los recursos hídricos mediante campañas de ahorro y uso eficiente de agua en los hogares, en la agricultura, en toda la actividad industrial y agrícola”.
Por último, Saavedra comentó que en Latinoamérica se han realizado diversas experiencias para poder abastecer de agua potable a las comunidades que no tienen acceso a ellas, pero que sin embargo, las soluciones dependen de las experiencias de cada país.