Durante tres días de este fin de semana se realizó en varias sedes de la Universidad de Montevideo el II Foro por la Paz de Colombia, que albergó a 120 organizaciones sociales y políticas de varios países del continente. En el transcurso de las actividades se realizaron varias mesas que abarcaron las distintas aristas del prolongado conflicto político y armado que se desarrolla en Colombia, y en la que expusieron protagonistas de luchas campesinas, indígenas, medioambientalistas y por los derechos humanos de ese país y de otros de la región.
Resumen Latinoamericano estuvo presente en el Foro, no sólo con la cobertura del mismo, sino con la edición de un suplemento especial sobre la necesidad de avanzar hacia la paz con justicia social en Colombia.
El movimiento Marcha Patriótica fue, junto a la central de trabajadores uruguaya PIT-CNT, el Frente Amplio y la Unidad Popular, parte de los convocantes de este encuentro que finalizó con una declaración que alienta a realizar todas las acciones posibles para que la paz con justicia social no se frustre, y la unidad latinoamericana se vea fortalecida con la misma. Según el documento, se ratifica que se busca un continente libre de militarización y que para ello es imprescindible la paz en Colombia. Ratifican también su respaldo al proceso de paz actual y reafirman la necesidad de iniciar el proceso de paz con el ELN. También afirman que es evidente el triunfo de los procesos sociales en América Latina.
La delegaciones más numerosas de participantes al Foro llegaron, obviamente desde Colombia, y también desde Argentina y Brasil, amén de la participación de delegados uruguayos, mexicanos, vascos, ecuatorianos y otros del continente.
Entre las figuras más conocidas que hicieron parte de algunas de las mesas de discusión del Foro, se destacaron los colombianos Víctor Manuel Moncayo y Darío Fajardo, que participaron en su momento en la Comisión Histórica del Conflicto Colombiano, el responsable de Relaciones Internacionales de Marcha Patriótica, Javier Calderón, el Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, el politólogo argentino Atilio Borón, los representantes de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Graciela Rosemblum y José Schullman, la vicepresidenta de la Asamblea Nacional de Venezuela, Tania Díaz, la dirigenta del Partido Comunista Colombiano, Gloria Ramírez, la diputada vasca independentista, Diana Urrea, el intelectual brasileño Theotonio Dos Santos, el dirigente de la Asociación de Zonas de Reserva Campesina de Colombia, César Jerez, el referente del Movimiento Quebracho de Argentina, Fernando Esteche, y el de Patria Grande, Manuel Bertoldi, y por último, en el panel de clausura de la actividad, el ex presidente uruguayo José Mujica.
También por Argentina, se hicieron presentes numerosos militantes de organizaciones sociales y políticas que integran el Campamento Antiimperialista, quienes deliberaron el día sábado en la Facultad de Sociales, junto a militantes de organizaciones populares de Uruguay y México. Desde esa plataforma unitaria que reúne a alrededor de 30 organizaciones argentinas se viene trabajando el llamamiento a un Campamento Antiimperialista para el mes de septiembre en la provincia de Buenos Aires.
Mesas de debate
Varias fueron las mesas que suscitaron la atención y participación de los asistentes al Foro. Entre ellas, vale destacar la de "Tierra y Territorio", "Mujeres constructoras de paz", "Jóvenes estudiantes latinoamericanos", "Monopolios de la Información", "Presas y presos políticos", "Política anti-drogas e injerencia extranjera en América Latina". Otra mesa fue la de "Trabajadores por la paz con justicia social", en la que intervinieron representantes de Uruguay, Colombia, Brasil y Argentina.
En la Mesa de "Comunidades en lucha por la paz con justicia social", por ejemplo, un representante del Movimiento Quintín Lame de Colombia, señaló que "como indígenas fuimos obligados a una lucha frontal y desigual. Hemos estado defendiendo nuestro territorio y seguiremos haciéndolo hasta que se apague el sol". Luego, remontándose en la historia de lucha del pueblo colombiano, señaló que " durante la conquista española, a pesar de las diferencias internas, hicimos la unidad para enfrentar al agresor, al extraño. Eso, a pesar del tiempo pasado, aún subsiste". Apuntó que "apostamos a la paz, campesinos, indígenas y afrodescendientes. Tratan de mantenernos en un mundo capitalista donde todos los días sufrimos invasiones de elementos ajenos a nuestra cultura", y concluyó: No queremos una paz donde sólo se callen los fusiles, sino una paz con justicia social, inclusiva, que deje atrás tantos años de sometimiento".
Luego, el dirigente Aidén Salgado,de CONAFRO, Colombia, reivindicó la lucha de los afrodescendientes, "quienes sufrimos exclusión en todos los sentidos". Salgado, que es de la localidad de Palenque (uno de los primeros sitios de lucha contra la esclavitud de la historia colombiana) se quejó amargamente de que "no hay presencia afro en las conversaciones en La Habana y tampoco en la Comisión Histórica de la Verdad. "No queremos un proceso de paz racista y excluyente, no nos sirve a nosotros y tampoco a las ansias de paz". Explicó que en Colombia, "las zonas más atrasadas y pobres, son las que habitan los afro y los indígenas. Son zonas invisibilizadas", añadió. Luego acotó que "es indudable que la guerra golpea con fuerza a la gente pobre, pero nosotros éramos pobres antes de comenzar la guerra". Propuso finalmente: 1) Incluir el tema afro en los diálogos en La Habana, 2) Construir otro documento histórico en la Comisión de la Verdad, y que esta última integre a un o una afrodescendiente", entre otras reivindicaciones.
En esa misma mesa, el dirigente colombiano César Jerez, de ANZORC (Zonas de Reserva Campesina) historió los distintos procesos de paz que fracasaron en su país, "entre ellos, el último, en el Caguán, en un momento en que la guerrilla de las FARC tenían un desarrollo militar muy importante, incluso habían llegado a tomar capitales de departamentos". "Ese fracaso nos metió en otra década de violencia, represión, tortura y muerte", añadió. Luego destacó que siempre "un proceso de paz es el acumulado de años de lucha y resistencia", acotando que desde el Caguán al actual proceso, se han hecho avances imposibles de ocultar. Luego destacó que la postura de la élite oligárquica frente a las zonas de reserva campesina, es que éstas sean una moneda de cambio frente a una eventual firma en un acuerdo final de paz. Apuntó también, que el gobierno está dispuesto a ceder lo mínimo, y busca acelerar los tiempos, no teniendo en cuenta las reivindicaciones esenciales de la guerrilla y los movimientos populares.
En la Mesa de Mujeres, la dirigenta colombiana Gloria Ramírez, dijo que "la violencia hacia las mujeres que se vive en nuestro país es una relación de poder, en el plano político, en el económico y también en el de las relaciones intra-familiares". Aplaudió la ley contra el femicidio que se acaba de implantar allí, "porque visibiliza el problema de la agresión constante que sufrimos como mujeres". Abogó también para que "en nuestros países haya estados laicos, más allá de la fe. Que el estado tenga que garantizar a los creyentes y no creyentes, la posibilidad de que tomen sus propias decisiones, No podemos seguir soportando la satanización de las mujeres". Ramírez informó que en Colombia es muy alto el índice de mortalidad materna en los hospitales. "Eso ocurre, por la pobreza, porque los gobiernos no invierten en salud familiar.Las mujeres se mueren dando a luz, porque la sociedad no ha tomado la decisión de salvarles la vida".
Otro momento importante del Foro se dio cuando se produjo una teleconferencia con los máximos dirigentes de las FARC y el ELN, quienes reiteraron la necesidad de seguir avanzando, a pesar de los palos en la rueda impuestos a diario por el gobierno de Santos y la oligarquía, en un proceso de paz que asegure la construcción de una Colombia diferente.
El Foro también albergó un acto de solidaridad internacionalista donde la dirigenta bolivariana Tania Díaz llamó la atención de los participantes sobre la feroz campaña de acoso internacional a la Revolución Bolivariana, que en estos días se ceba sobre el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. La diputada vasca por Bildu, Diana Urrea, recordó a los presos y presas políticas a los que el imperio español mantiene aislados desde hace años, y reivindicó el derecho del pueblo vasco, catalán, palestino y saharaui de ejercer el derecho a la autodeterminación.
El domingo, en el acto de clausura, con la presencia de varios dirigentes frenteamplistas uruguayos, la figura central fue el expresidente Mujica, quien afirmó que la paz de los colombianos es una causa de todos los latinoamericanos porque la guerra de Colombia, “es una puerta de entrada a la intervención de afuera, en las entrañas del continente”.