La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) expresó este miércoles su “profunda preocupación ante las emergencias de carácter humanitario” que atraviesan miles de migrantes en el Mediterráneo y en el sudeste asiático y que requieren ser afrontadas con “urgencia” y cooperación entre los Estados.
A través de un comunicado divulgado este miércoles por la Cancillería de Ecuador, país que ejerce la presidencia pro tempore, el bloque regional, que reúne a 33 países, expresó su “profunda preocupación” por la situación, reafirmó la importancia de garantizar los derechos humanos de los migrantes, condenó “firmemente” todo tráfico de personas y reprobó “toda forma de criminalización de la migración”,
“Destacamos la responsabilidad de la comunidad internacional en su conjunto para afrontar con la debida urgencia estas graves crisis y declaramos que frente a esta realidad debe primar la cooperación entre Estados de origen, tránsito y destino con la finalidad de poder gestionar unos flujos migratorios ordenados, regulados y seguros”, indica el documento.
Aboga para que en el marco del diálogo y la cooperación “se impulsen soluciones urgentes, conjuntas e integrales, que comprendan la protección humanitaria inmediata de todos quienes lo requieran y la erradicación de las causas que provocan este tipo de crisis”.
La Celac también menciona que la búsqueda y rescate de quienes están en riesgo de vida debe ser prioritaria y además reafirma la necesidad de que las personas que sean rescatadas en el mar, la mayoría de veces a la deriva, sean tratadas “de manera digna y con apego a los instrumentos internacionales de derechos humanos”, incluyendo el derecho a solicitar estatus de refugiados.
Desde hace algunas semanas las autoridades europeas han rescatado a miles de migrantes provenientes de África que huyen de sus países desde Libia y cruzan el Mediterráneo para llegar a Europa. En la travesía enfrentan riesgos de todo tipo y otros miles han perecido en naufragios.
La Unión Europea trabaja en un plan para enfrentar la situación que incluye operaciones navales contra el tráfico de migrantes y para el rescate de personas y una propuesta para que los países miembros acojan cuotas de migrantes, idea ante la cual algunos países han expresado reparos.
Al otro lado del mundo, migrantes de Birmania y Bangladesh, incluidos miembros de la minoría musulmana rohinyás, estuvieron durante semanas a la deriva en el mar del sudeste asiático ante la negativa de algún país por recibirlo.
Pese a los riesgos y las incertidumbres la migración continúa.
Los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), manifestamos nuestra profunda preocupación ante las emergencias de carácter humanitario que viven miles de seres humanos en los mares del Sudeste Asiático y del Mediterráneo. Ante esos hechos, destacamos la responsabilidad de la Comunidad Internacional en su conjunto para afrontar con la debida urgencia estas graves crisis y declaramos que frente a esta realidad debe primar la cooperación entre Estados de origen, tránsito y destino con la finalidad de poder gestionar unos flujos migratorios ordenados, regulados y seguros.
La CELAC considera indispensable garantizar los derechos humanos de las personas migrantes; condena firmemente todo tráfico ilícito de migrantes; y, reprueba toda forma de criminalización de la migración.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños llama la atención sobre la prioridad que reviste la búsqueda y rescate de quienes están en riesgo de vida. Subraya la importancia de que las personas rescatadas sean tratadas de manera digna y con apego a los instrumentos internacionales de derechos humanos que les sean aplicables, incluyendo el derecho a solicitar estatus de refugiado.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños apoya los llamados realizados por distintas instancias del Sistema de Naciones Unidas e insta a que en el marco del diálogo y la cooperación se impulsen soluciones urgentes, conjuntas e integrales, que comprendan la protección humanitaria inmediata de todos quienes lo requieran y la erradicación de las causas que provocan este tipo de crisis.