América Latina alcanzó esa meta planteada por distintos organismos internacionales gracias a la combinación de “un buen desempeño económico y políticas exitosas de protección social”, reveló la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De acuerdo al trabajo titulado ‘El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo’, presentado en Roma, en el 2002 había 60,4 millones de latinoamericanos con subnutrición (un 10,5% de la población) mientras que la última cifra de 2015 mostró una reducción hasta los 26,8 millones (menos de un 5% del total).
De esta forma, la región logró “por amplio margen” las metas planteadas en 1996 en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) en la capital italiana, y los Objetivos de Desarrollo del Milenio Primera (ODM 1), establecida en 2000 por los miembros de las Naciones Unidas, de “reducir el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual no más tarde del año 2015″.
“Los logros de América Latina son en gran medida un reflejo del progreso robusto de sus países. El buen desempeño económico general, el crecimiento de la producción agrícola y las políticas exitosas de protección social se encuentran entre los principales correlatos del progreso en la región”, precisó la investigación.
“La combinación de redes de seguridad con programas especiales para agricultores familiares y pequeños productores y el apoyo específico a los grupos más vulnerables, junto a programas amplios de seguridad alimentaria, como los desarrollados en las escuelas, contribuyeron de manera significativa a mejorar la seguridad alimentaria en la región”, añadió.
En sintonía, el director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, afirmó hoy que América Latina demostró que la protección social de la región es un aliado para reducir el hambre mundial.
“Hemos aprendido de América latina que la protección social ayuda mucho”, dijo el directivo al presentar el informe, en que también colaboraron el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Entre las iniciativas específicas, el reporte destacó ‘América Latina y Caribe sin Hambre 2025′, firmada en Guatemala en 2005 y ratificada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) como un compromiso “para erradicar el hambre en el plazo de una generación”.
Pese a resaltar el trabajo de toda América Latina, la FAO marcó diferencias importantes entre los países y subregiones, ya que mientras que América del Sur logró reducir la subalimentación en más del 75%, la prevalencia en América Central disminuyó en un 38,2%.
En cuanto a países, la agencia de la ONU concluyó que el objetivo de reducción del hambre se cumplió en Argentina, Brasil, Chile, Guyana, Nicaragua, Perú, Venezuela, Uruguay, Bolivia, Panamá y Surinam.
Mientras que Colombia, Ecuador, Honduras y Paraguay están “en camino” de alcanzar la meta “durante los próximos años si mantienen las tendencias actuales”, y Guatemala y El Salvador “no parecen estar en la vía de conseguir las metas internacionales”.
A nivel global, el trabajo advirtió que hay 795 millones de personas desnutridas, una cifra que se redujo en 167 millones en la última década y en 216 millones desde 1990.
O sea, en el mundo, una de cada nueve personas es incapaz de consumir suficiente comida para llevar una vida activa y sana.
Por regiones, además de América latina, consiguieron alcanzar el objetivo de reducir la desnutrición el Cáucaso, las regiones del sur, el este y el centro de Asia, y las del norte y el oeste de África.
Los avances fueron más lentos en el Caribe, Oceanía, el Sudeste Asiático y en el sur y el este de África, mientras que el hambre aumentó en el centro de África y el oeste de Asia.
Actualmente, el Sudeste Asiático concentra el mayor número de personas desnutridas, 281 millones, mientras que en África subsahariana el 23,2% de la población pasa hambre.