La Habana, 7 abr (PL) Para el pueblo panameño debe ser lamentable que personas asociadas a actos terroristas contra Cuba sean acreditadas y recibidas en la VII Cumbre de las Américas, consideró hoy un analista del país caribeño.

De acuerdo con el también periodista Iroel Sánchez en un espacio como el Foro de la Sociedad Civil, que se desarrollará paralelamente a la cita regional, fueron aceptados contrarrevolucionarios radicados en la isla, cuyas actividades son financiadas por el Gobierno de Estados Unidos.

La nación norteamericana destina 50 millones de dólares anuales para costear las acciones de esas personas, quienes reciben el dinero de un país que mantiene bloqueado a Cuba y financia el terrorismo, enfermedades y epidemias, expresó en declaraciones al canal multinacional Telesur.

Al mismo tiempo, sostuvo, tales mercenarioos han llegado a asociarse con individuos que recibieron entrenamiento de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y ejercieron la violencia y el terror contra el pueblo del país antillano.

Sánchez recordó que en el año 2000, cuando el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, estuvo en Panamá para participar en la X Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, un plan terrorista orquestado por Luis Posada Carriles pretendió el asesinato del presidente cubano.

De haberse producido el atentado, expresó, se habría acabado con la vida no solo de los cubanos invitados, sino además de la decenas de jóvenes que se encontraban en la Universidad de Panamá.

Según el analista, los organizadores del evento dieron espacio para estos contrarrevolucionaros porque responden a la política de Estados Unidos.

En la entrevista con la televisora, se subrayó el hecho de que mientras tales personas fueron recibidas en el foro paralelo, ese mismo espacio excluyó a representantes de la Central de Trabajadores de Cuba.

Gisela Duarte, miembro del Secretariado Nacional de la organización, manifestó la víspera que a los delegados de su organismo le interesaba mostrar ejemplos de verdadera democracia de la que los sindicatos son parte, pero aunque enviaron la solicitud de participación con tiempo suficiente, no fueron aprobados.

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