La agresión de Estados Unido contra una de sus 12 naciones miembros, aceleró la decisión de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) de llevar su voz a la VII Cumbre de las Américas, con sede en Panamá, los días 10 y 11 de abril próximo.
Poco más de una semana antes de la IX Cumbre extraordinaria del bloque, celebrada en Caracas, el presidente Barack Obama decretaba emergencia por considerar a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad del norteño país.
El peligro latente lo dictaba la propia historia del continente y de otros países- Panamá entre ellos- invadidos y desolados por tropas enviadas por el Pentágono, tras la difusión de sanciones unilaterales como esa orden ejecutiva, soberbia imperial mediante. En esta ocasión, los nuevos argumentos del organismo regional quedaron plasmados en un documento clave: la Declaración de Caracas. El texto, suscrito por unanimidad el 17 de marzo último, reafirmaba en primer lugar el compromiso con la paz frente a la acción injerencista.
Los jefes de Estado y de Gobierno, primeros ministros y cancilleres presentes en la cita exhortaron en ese sentido a una solución pacífica de los conflictos con apego a los principios de no intervención.
De igual manera, llamaron a actuar en el marco de la Carta de Naciones Unidas con la disposición de abstenerse del uso de recursos coercitivos. Al tiempo de solicitarle a Obama derogar el ilegal decreto, se demandó establecer el diálogo con Caracas como alternativa a la confrontación.
El ALBA ofreció incluso la posibilidad de integrar un grupo de facilitadores del hemisferio y sus instituciones para impulsar una diplomacia de paz, con el objetivo de aliviar tensiones y garantizar la resolución amigable entre esas dos naciones.
CUBA Y VENEZUELA: UNIDAD INDESTRUCTIBLE
De la Cumbre caraqueña y sus repercusiones hay mucho que hablar, según analistas, aunque señalan como sobresaliente la comparecencia del presidente cubano, Raúl Castro.
En su intervención en plenaria el jefe del Estado caribeño reiteró el rechazo a las sanciones estadounidenses contra el gobierno de Nicolás Maduro. Apuntó que como en años anteriores contra el fallecido presidente Hugo Chávez, ahora la intención es recuperar el control de la mayor reserva petrolera del planeta y asestar un golpe al proceso integrador y emancipador que tiene lugar en América.
Tras significar que Venezuela no está sola, precisó que Estados Unidos debería entender de una vez que es imposible seducir o comprar a Cuba (en alusión al proceso para restablecer nexos diplomático) ni intimidar a Venezuela. “Nuestra unidad es indestructible”, aseveró.
Otros dignatarios presentes en Palacio de Miraflores como Evo Morales, de Bolivia; Daniel Ortega, de Nicaragua, y el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, apuntaron que la agresión de la Casa Blanca es contra toda América Latina y el Caribe.
Morales indicaba por ejemplo que estábamos en presencia de una amenaza, pero norteamericana y a las democracias, una amenaza a la paz social, aquella que pretende amedrentar a los pueblo. En ese sentido llamó a la unidad y expresó estar convencido de que las intervenciones militares no son solución, además de manifestar la disposición de los bolivianos de juntos combatir cualquier invasión estadounidense.
También el canciller Patiño abogó por mantener la paz mediante el diálogo y condenó a Estados Unidos, el único país que amenaza a los pueblos, sentenció.
CASA POR CASA
La IX Cumbre del ALBA estuvo matizada en Venezuela por una intensa campaña nacional de recolección de firmas, que arrancó el pasado 14 de marzo y hasta el 9 de abril venidero, con el objetivo de llegar a los 10 millones para entregarlas al inquilino de la Casa Blanca en Ciudad Panamá.
El presidente de la República alabó incluso que la iniciativa ha logrado inscribir más de seis millones de rúbricas, que son voluntades según explicó. Si Usted quiere paz, vaya y firme -exhortó el mandatario- para demostrarle a Obama que no somos una amenaza, Venezuela es patria de Libertadores. La campaña denominada “Obama Deroga el Decreto Ya”, la encabeza el alcalde del municipio Libertador, de Caracas, Jorge Rodríguez.
Por iniciativa de sus organizadores, la iniciativa encontró nuevo espacio en las redes sociales y, más recientemente, se convirtió en un despliegue en las comunidades, casa por casa, en la que dirigentes de la Revolución exhortan al pueblo a sumarse a esta noble causa.
La cruzada que defiende a Venezuela como país esperanza, tiene impacto mundial con la recopilación de rúbricas en países como Ecuador, Cuba, Nicaragua, China, Rusia, República Dominicana, Guatemala, Dinamarca y Alemania, entre otros.
La voz de ALBA llega a Panamá también multiplicada por similar postura en otros organismos como la Unión de Naciones Suramericanas, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Petrocaribe, el Grupo de los 77 más China y el Movimiento de Países no Alineados, cuya presidencia pro témpore asumirá Venezuela en 2015.