Ignacio Ramonet, impulsor del Foro Social Mundial y del observatorio internacional de medios de comunicación, entre otras importantes iniciativas, conversó con varios periodistas que forman parte del Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América, acerca de la comunicación en el actual contexto geopolítico.
A continuación presentamos una síntesis de las respuestas que dio Ramonet los comunicadores/as de la región.
La guerra mediática es relativamente antigua pero se ha exacerbado en esos últimos 15 años en los países progresistas. Cuba padece una guerra mediática desde hace más de 50 años, y las autoridades cubanas han aprendido a desarrollar una contraofensiva para imponer la verdad. Y entre ellas, han creado Prensa Latina.
En estos 15 años, ¿qué ha sucedido en América Latina como contraofensiva a la guerra mediática? Por ejemplo, la creación de Telesur, muy importante. No había un canal de información, de difusión de la cultura latinoamericana, que les diera a los estadounidenses una visión latinoamericana hecha por latinoamericanos. Antes el predominio de esta comunicación en el continente estaba en manos de canales estadounidenses, en particular de CNN. También los países progresistas latinoamericanos han desarrollado los medios públicos y en otros casos se han creado, se han desarrollado las radios comunitarias. Es decir, los gobiernos progresistas han partido del principio que había que añadir democracia mediática donde antes había monopolio mediático de los medios privados, en condiciones en que, ideológicamente, los medios privados se habían enrolado en una especie de cruzada conservadora contra los gobiernos progresistas.
Las redes sociales juegan un rol fundamental, son capaces de movilizar sociedades, y lo hacen, a veces, de forma que parece una diversión entre amigos, tiene algo de jubiloso, de festivo, como de inocente, que es el objetivo de esta manipulación. Todo esto está muy bien pensado. Hay que conocer esta estrategia que está muy bien definida con el objetivo de hostigar a los gobiernos progresistas latinoamericanos.
Estas técnicas se usaron en Venezuela contra Maduro, en Brasil contra Dilma, en Argentina, y otros países. Hoy igual que los gobiernos reaccionaron creando medios públicos y translatinoamericanos como Telesur, hay que desarrollar las redes sociales.
Tengamos en cuenta que el pueblo sociológicamente está con los gobiernos progresistas. Las fuerzas conservadoras, como no pueden ganar las elecciones democráticas, entonces tratan de encontrar medios para debilitar o derrotar a los gobiernos, y uno de ellos es hoy el ataque en forma de enjambre.
Hay que sencillamente armar al pueblo de argumentos en las redes sociales y desencadenar una contraofensiva en esos espacios, porque los gobiernos están defendiendo unos valores muy positivos, humanistas, constructivos, y vale la pena defenderlos.
Hay que tener en cuenta que aquí juega la creatividad y capacidad de elaborar discursos que seduzcan. Si la oposición logra mejores discursos que el gobierno, estamos perdidos, es el libre juego del debate democrático. Hay que partir del principio de que un gran cambio sociológico se está dando en América Latina. Con 15 años de gobiernos progresistas, más libertad, oportunidades, democracias, cambian los parámetros sociológicos de la sociedad.
Se calcula que 50 millones de latinoamericanos han salido de la pobreza, es obvio que esas personas tienen otras aspiraciones. Están muy agradecidas de haber salido de la pobreza, pero ahora tienen otras expectativas. Si los gobiernos siguen dirigiéndose al mismo país de hace 15 años se equivocan. Hay que avanzar con dos piernas. Por un lado, sacar a las personas que quedan en la pobreza, y la segunda pierna es para ayudar a las clases medias, media bajas, que escuchan los cantos de sirena de la derecha, que las usan como carne de cañón y luego las abandonan.
Desde el punto de vista de la comunicación hay que encontrar alternativas de inclusión, porque a la clase media también hay que incluirla.
El cuestionamiento a la comunicación en los países progresistas de la región es una actitud clásica de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Todo el mundo debe saber que esta organización es un simple gremio de propietarios, ellos mismos son un oligopolio, y están a la cabeza de los oligopolios, y muchos son dueños de los grandes medios ligados a los poderes económicos latinoamericanos. Estos dueños de medios han sido cómplices de dictaduras, de persecución de militantes, jóvenes y partidos que luchaban por la democracia y fueron perseguidos, calificados como terroristas por los regímenes autoritarios, en particular en el marco de la espantosa Operación Cóndor.
Estos dueños de medios, siguen ahí organizados, y aún no han sido juzgados como debió suceder por complicidad en genocidio, crímenes contra la humanidad, como las desapariciones masivas en Argentina, las represiones en Guatemala, El Salvador, Colombia, etc.
Entonces estos dueños, han visto sus espacios reducidos, en la medida en que han surgido lo que llamamos los medios públicos, que existen en todo el mundo. El primer oligopolio habría que reclamárselo al Reino Unido por la BBC, en Francia el gobierno tiene cantidad de radios, y es una gran democracia. Parte de estos dueños de medios en el continente han sido cómplices de algunas de las peores dictaduras que ha habido en América Latina, y hoy tienen la desfachatez de hacer acusaciones. Algún día tendrán que dar explicaciones por su vínculo con crímenes de estas dictaduras.
Si bien no cabe dudas que ha habido un progreso enorme en materia de desarrollo de medios públicos y comunitarios, la cuestión de la narrativa, la estética y qué otro tipo de información podemos hacer es más difícil de imaginar. Creo que lo más inventivo se ha hecho desde la comunicación comunitaria, porque tienen mayor proximidad y capacidad de mover la parrilla tradicional de los medios en general. Seguramente no se ha producido esa revolución estética, pero se ha avanzado en todos los terrenos.
Cara y cruz de las redes sociales
Ramonet también se refirió las potencialidades y peligros de las redes sociales como twitter, Facebook, etc. Por una parte, Internet nos ha dado un margen de libertad importante, nos han permitido también independizarnos, emanciparnos de la relación con los grandes medios de comunicación, por lo menos nos han dado esa ilusión. Además ha permitido la realidad de una cierta democratización mediática, en la medida que cada ciudadano tiene la posibilidad de comunicar, y no solo ser pasivo frente a los medios dominantes.
Pero, surge ahora una nueva problemática, es decir que en la medida que se usan las redes sociales, por una parte se está contribuyendo con la consolidación, fortificación, enriquecimiento de una empresa que es hoy día lo que eran los grandes grupos mediáticos en los 80, 90 y los 2000. Por ejemplo, cuanto más se usa Facebook, más se cotiza la empresa en la bolsa de Nueva York. Por otra parte, todas las grandes empresas de internet son estadounidenses, por lo que la relación con una empresa del centro sigue siendo de dependencia absoluta, mayor aún que la que se podría tener con un medio nacional de cualquier país.
A estas redes, les damos informaciones de nosotros mismos, que las venden a empresas comerciales que a la vez nos van a proponer que compremos sus productos y servicios, o bien las están vendiendo al Departamento de Estado, para que sepa cómo pensamos, qué leemos, tendencias políticas, religiosas, o bien, le están dando la información a la NSA, como bien demostró Snowden.
Las masas están desapareciendo. Nosotros trabajamos con un concepto de medios masivos de comunicación, pero en realidad, en la práctica, cada vez esa expresión va a corresponder a algo que ya no existe. No hay ya medios verdaderamente masivos de comunicación. Un grupo de canales puede, pero un solo canal ya no puede. Ya no estamos reflexionando respecto a esta masividad, que está desapareciendo, se está haciendo cada vez más impalpable. Las masas están desapareciendo de los medios, porque los medios son cada vez más individuales y el consumo de los medios es cada vez más individual, y la producción de la comunicación es cada vez más individual, de ahí que, por ejemplo, el presidente Obama en la campaña para su segunda elección, no dio entrevistas a ninguna televisión, sino solo a unos periódicos, y se comunicó por twitter, porque tiene 47 millones de seguidores. Esto nos obliga a repensar la relación con las masas. Esta desaparición de las masas, hace que cuando hablamos de redes sociales tenemos que admitir que las masas desaparecen, aunque eso no impide que esa comunicación individual repercuta y alcancemos al final masas, enfatizó Ramonet.
“Las redes sociales son más de persona a persona, en realidad, lo que ocurre es que en algún momento esas personas que están aisladas, se reúnen, lo que yo llamo la lógica del enjambre. Es decir, la masa aparece de vez en cuando, para algo preciso, aunque no tengan líder, no tengan programa, como sucedió con la llamada primavera árabe, los denominados indignados, entre otros”.
Lo que está ocurriendo ya es que los grandes grupos mediáticos, los países desarrollados, cada vez tienen más dificultad en presentar un balance equilibrado. Por ejemplo, en la prensa escrita, no hay un periódico en la gran prensa escrita que gane dinero. La norma es reducir personal, paginado, y hay cierres de periódicos. Muchos han desaparecido en su versión material y están solo en internet. Esta lógica llega también a la televisión. La televisión pierde su audiencia de masas. Al perder su masividad baja la publicidad y, por tanto, recursos, lo que repercute en emisiones cada vez de más baja calidad.
Estamos viendo surgir actores diferentes. Por ejemplo, vemos ahora surgir como productores de programas, entidades que eran alquiladores de videos, como Netflix, que se ha vuelto un productor tan importante, que produce series. Vemos como los grandes grupos se están desmontando. No desaparecen. Los compran personas; pero ahora no para ganar dinero, lógica que está desapareciendo. Curiosamente los están comprando los magnates de internet, los que están ganando dinero con twitter, con Amazon, Facebook, únicamente para tener influencia, que es un lujo más que quiere tener hoy un oligarca, para negociar con los dirigentes políticos, con sus socios económicos, y por el momento poseer un medio de comunicación, es algo que todavía se aprecia.
Los grandes grupos se están desmantelando y yendo a manos de oligarcas. No todos los oligarcas están malintencionados, y pueden querer hacer una buena información en función de la democracia, con la creencia de que sin una buena información no hay democracia, que es lo que permite que los ciudadanos tengan elementos para poder discutir. Todos necesitamos unos medios en democracia, que sean confiables, que nos procuren hechos.
La crisis europea
En relación al contexto europeo, Ramonet precisa que en realidad Podemos y Siryza son fuerzas que surgen de la crisis económica que vive Europa y las soluciones de terapia de choque propuestas por los países conservadores, que yo llamo de sadismo económico, porque los salarios y pensiones bajan, los servicios se privatizan, se pierden las ventajas logradas, personas van a la pobreza por millones, unos 10 o 12. Cuando ya se pensaba en Europa que nunca más se caería en la pobreza y que nuestros hijos vivirían mejor que nosotros, en cambio ahora una generación ve lo impensable, después de la segunda guerra mundial, todas las promesas y programas que se hicieron se vienen abajo. Y más aún, en el marco de una Unión Europea que se construyó con la garantía absoluta de que Europa solo podría crecer y la felicidad solo podría aumentar.
Este choque del castigo social es lo que causa que surjan fuerzas nuevas, como en América Latina tras las dictaduras surgieron fuerzas nuevas que traducían la decepción con los partidos tradicionales que habían sido cómplices de esas políticas. Podemos y Syriza son organizaciones políticas que han observado lo que sucedido en América Latina, que sin querer reproducir estas realidades, sí les han enseñado. Han visto cómo se puede elaborar una política de inclusión social contra los grandes poderes financieros. Eso está sucediendo en Europa, aunque no es el movimiento dominante. En el marco europeo lo que está subiendo es la extrema derecha. Hoy en Francia el primer partido es el Frente Nacional, que es neofascista, y es el primer partido de los trabajadores. Todo el norte de Europa está dominado por la extrema derecha. Es el fenómeno más visible de lo que ocurre. A veces en América Latina no se tiene consciencia de ese fenómeno en Europa.
La influencia de la agenda de Estados Unidos en América Latina es paradójicamente cada vez menor. La CELAC lo ha demostrado. Justo por este aislamiento es su cambio en la política con respecto a Cuba. Han tenido que reconocer que su política con respecto a la Isla ha sido errónea. Pero curiosamente y en contradicción con esta línea están hostigando de manera inaceptable a Venezuela, y el resultado va a ser nuevamente que van a quedar aislados, pues no puede ser que pretendan una nueva política hacia Cuba y hostiguen a Venezuela, así que en la Cumbre de las Américas, los Estados Unidos se van a quedar nuevamente aislados. La influencia ha disminuido con respecto a las décadas de los 50 y 60, no hay comparación.
En medio de esta batalla que se está dando en América Latina en defensa de los gobiernos legítimos y democráticos, los periodistas deben tomar posición, lo que no significa que deben traicionar su deontología o su ética, sino que deben defender algo que pensamos son políticas que convienen a la mayoría. Eso no debe conducirles a mentir, exagerar u ocultar información. La información no es objetiva, es subjetiva, es de coraje, y hoy día hay que demostrarlo, particularmente en Argentina, frente a la batalla que se avecina el 25 de octubre próximo cuando se elegirá al sucesor o sucesora de la presidenta Cristina, concluyó Ignacio Ramonet.
* Enlace audio de la entrevista:
http://www.ivoox.com/comunicacion-actual-contexto-geopolitico-audios-mp3_rf_4281094_1.html