Con motivo de la 8ª Conferencia Internacional de La Vía Campesina que se celebra entre el 1 y el 8 de diciembre en Bogotá, el Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América (FCINA) dialogó con dos integrantes de la Coordinación Internacional de la articulación, Nury Martínez Silva (FENSUAGRO, Colombia) y Micherline Islanda Aduel (Tet Kole Ti Peyizan Ayisyen, Haití).
De la entrevista colaborativa participaron Jimena Montoya del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE), Felipe Bianchi, del Centro de Estudos da Mídia Alternativa Barão de Itararé y agencia ComunicaSul, Marina Caixeta del Portal Desacato y Javier Tolcachier, de la Agencia internacional de noticias Pressenza.
Sobre los debates que las organizaciones vienen dando en torno al rol que corresponde a feminismos y diversidades en el actual momento histórico Nury Martínez Silva, comentó que durante la 8va. Conferencia de La Vía Campesina se debatirá en torno a las violencias y al antipatriarcado, a partir de espacios para ambos ejes de trabajo.
Sobre la lucha por la construcción de la soberanía alimentaria Micherline Islanda Aduel (TetKole Ti PeyizanAyisyen, Haití) subrayó el recorrido de las organizaciones que integran este movimiento de 36 añosde lucha en defensa de la madre tierra. La joven luchadora haitiana afirmó también que la soberanía alimentaria es para la organización una posición política. “Para construir la Soberanía Alimentaria, es necesario practicar la Agroecología”, afirmó y explicó que es un método propio, una identidad que hace al buen vivir y el bienestar de las y los campesinos, al proponer lógicas alternas a la mercantilización. A su vez dicho método de trabajo de la tierra propone la no utilización de químicos, en defensa de la vida. “Lo que defendemos desde la CLOC- Vía Campesina es la vida, no solo de las y los campesinos sino de todos y todas los que habitan el planeta. Intentamos con esto construir desde las bases una manera de salir del imperialismo”, expresó y remarcó desde las juventudes de la Vía Campesina, “tenemos claridad sobre la necesidad de continuar con esta visión. El fin último es la soberanía alimentaria”.
Sobre las tensiones a nivel mundial y el avance creciente de las ultraderechas y los posicionamientos políticos de la Vía Campesina al respecto, Martínez Silva evaluó que el sistema corporativo y el extractivismo avanzan con fuerza sobre los territorios. “Esto es una preocupación para nosotros, porque han cambiado las formas de dar golpes”, afirmó al describir los llamados golpes suaves, que se valen de mecanismos judiciales y normativos para entronar gobiernos de derecha.
La dirigente expresó su preocupación por el avance de la derecha en Europa y también por la situación humanitaria por la que atraviesa el pueblo palestino. En la 8a. Conferencia de la Vía Campesina habrá, según explicó Nury, un espacio para realizar diagnósticos y análisis y para plantearse alternativas y alianzas posibles.
“Nuestra consigna es que ante las crisis globales construimos soberanía alimentaria para el futuro de la humanidad” sostuvo y agregó que se espera que a partir de este encuentro se espera que, luego de 30 años de lucha, La Vía Campesina amplíe los márgenes de alianzas, hacia la globalización de las movilizaciones, “en lucha por la paz y la democracia”. La formación política, aseveró, es muy importante para los análisis del quehacer.
De acuerdo con Martínez, la unidad de las organizaciones de izquierda es un proceso dificultoso, “porque el neoliberalismo ha hecho que se dispersen”.
Sin embargo, la lideresa colombiana recalcó que las demandas de esta organización global, deben ir mucho más allá de los derechos alimentarios. “Son necesarios cambios estructurales, para lo que son necesarias alianzas más profundas, porque es preocupante la ofensiva del capital en América Latina”, afirmó.
Sobre el lobby mediático por el agronegocio y sobre los espacios para construir mecanismos de comunicación popular para disputar sentidos sobre estos temas, Micherline observó que el agronegocio se hace de estas herramientas para luchar contra las concepciones de La Vía Campesina y que esto se encuentra en relación con los procesos de expoliación de la tierra que cometen los gobiernos. Algo que según alertó, promueve la crisis alimentaria que se vive a nivel mundial.
En este proceso, según la joven dirigente, la OMC es un instrumento de avance sobre los intereses de las y los Campesinos y campesinas. “Esta organización hace lobby a nivel global y nosotros nos movilizamos contra eso”, observó y afirmó la necesidad de crear un organismo internacional que defienda los intereses de las y los campesinos. “Debemos enfrentar la lógica de los agronegocios en el mundo”, afirmó.
Por su parte Nury, comentó que el agronegocio en Colombia, que explota principalmente la palma aceitera, bananas y azúcar, utiliza la propaganda para volver “amigables” este tipo de explotaciones sin plantear el impacto que tienen en la vida de la población y los territorios.
Para la dirigente sindical campesina, los medios de comunicación popular no son suficientes para contrarrestar estos discursos, sin embargo, las organizaciones, creen en la necesidad de continuar aportando a la construcción de estos espacios.
“En la 8va. Conferencia de la Vía Campesina habrá invitados aliados, que deben ayudar en esos procesos y aportar para la formación. Nos falta mucho para poder visibilizar nuestras propuestas y lo que implica el agronegocio”.
Sobre la actual crisis política en Haití, la coordinadora Nacional de la Juventud del movimiento Tet Kole Ti Peyizan Ayisyen responsabilizó a los gobiernos del Core Group, conformado por las embajadas de los Estados Unidos, Francia, Canadá, Alemania, España, la OEA y la Unión Europea, entre otras entidades extranjeras, quienes son los que deciden todo en el país.
En ese sentido condenó la intervención “humanitaria” como una nueva ocupación en un país donde no hay guerras. Tan solo en la capital Puerto Príncipe hay problemas de violencia, pero no en los restantes departamentos.
En relación a las dificultades derivadas de la migración forzada de muchos haitianos de sus territorios y en particular de muchos jóvenes,Islanda señala que son el imperialismo y la burguesía dominicana los que han creado una división entre pueblos hermanos que viven en una misma isla y no se consideran enemigos. Los movimientos campesinos de ambas naciones trabajan en conjunto para fortalecer la solidaridad entre los dos pueblos, agregó.
Asimismo, denunció el asesinato de campesinos en la región nordeste del paíscon el objetivo de crear zonas francas. Campesinos que ahora son explotados como mano de obra en sus propias tierras para levantar esas construcciones.
Consultada sobre los problemas medioambientales y climáticos que atraviesan los pueblos de la región, Nury Martínez afirmó que estos temas, que La Vía Campesina engloba bajo el concepto de justicia climática, son muy importantes y serán abordados en un espacio específico de la Conferencia.
El cambio climático ha trastocado las estaciones, ocasionado severos daños a las posibilidades de cultivo y cría de animales y originado el desplazamiento forzado de pobladores. Para salvar la tierra y la humanidad hay que cambiar el modo productivo, señaló la dirigente, a lo que agregó que lo que produce la degradación medioambiental es la explotación minera, el agronegocio, los megaproyectos hidroeléctricos y el desvío de ríos. Por esto, La Vía Campesina plantea que la agricultura campesina y la agroecología debe estar en el centro del debate para defender el planeta y la humanidad.
Nury mencionó además la creación de los IALAs (acrónimo de Instituto Agroecológico Latinoamericano), que ya son doce, donde se pone en práctica y se forma a jóvenes para que se queden en el campo bajo estos paradigmas.
Pero no se puede hablar de soberanía alimentaria sin reforma agraria, sin acceso a la tierra, lo que el gobierno actual en Colombia está intentando implementar mediante leyes, precisó.
Respecto a las trabas que atraviesa el proyecto de una Reforma Agraria Integral y de lograr una “Paz Total” en Colombia, país en el que el conflicto armado tuvo mucho que ver con el despojo de tierras al campesinado, la presidenta de FENSUAGRO indicó que uno de los problemas es que la mayor parte de las tierras aptas para la agricultura son utilizadas por los terratenientes para la producción ganadera extensiva.
Hay mucho impedimento institucional, el Estado colombiano está diseñado para ir contra el campesinado y, aunque el gobierno quiera cambios,eso conspira contra la posibilidad de acceder a proyectos productivos, al sistema de compras públicas, etc.
Pero se van logrando pequeños avances y el movimiento campesino está apoyando y participando, atentos a no permitir un golpe de Estado contra el presidente Petro que la derecha intenta prácticamente desde el inicio de la gestión.Por primera vez en la historia de Colombia, además, el campesinado es considerado como sujeto de derechos.
Las organizaciones campesinas valoran mucho los esfuerzos del presidente y lo apoyan, pero no es fácil. Existen todavía muchos grupos armados en Colombia y se sigue asesinando gente en los territorios. Por ello es que la Paz Total se debe construir con la participación del pueblo desde los territorios.