El vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó en una entrevista exclusiva con Andes en esta capital, que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se ha convertido en un mecanismo legítimo, unitario, diverso e indispensable para la concertación política y la integración regional; además se refirió al proceso de normalización de las relaciones entre su país y Estados Unidos, y al alto nivel de las relaciones entre la isla caribeña y Ecuador.
Díaz-Canel asistió en representación del presidente Raúl Castro a la IV Cumbre de Celac con sede en la Mitad del Mundo, a unos 15 kilómetros de Quito, que concluyó la víspera con la aprobación de una Declaración Política y la adopción de una veintena de Declaraciones Especiales.
En su agenda de trabajo en Ecuador, rindió tributo al patriota y expresidente ecuatoriano Eloy Alfaro y el Héroe Nacional de Cuba José Martí, y se reunió con los integrantes de la brigada médica cubana que presta colaboración en Ecuador.
Vicepresidente; ¿cómo valora usted esta jornada de la IV Cumbre de la Celac?
La IV cumbre de la Celac, celebrada en esta bella tierra ecuatoriana, ha dado continuidad a las anteriores cumbres y, además, ayuda a la consolidación de la Celac. Yo creo que hay un principio que está bien definido que ha sido bien defendido en esta Cumbre, que es la unidad dentro de nuestra diversidad. Y ese es un principio que su defensa hizo posible que los 33 Estados miembros de la Comunidad nos agrupáramos en torno a un objetivo común el transcurso de la defensa de ese objetivo en tres cumbre de la Celac se consolida ahora en la IV Cuarta Cumbre de la Celac, indudablemente da como relevancia que la Celac se ha convertido en un mecanismo legítimo, en un mecanismo unitario, en un mecanismo diverso, en un mecanismo indispensable para la concertación política y para la integración de los países del Caribe y de América Latina.
Por lo tanto yo creo que se crean todas las condiciones con las proclamas con la resoluciones, con las Declaraciones que durante todas estas cumbres se han ido adoptando y hemos ido compartiendo para poder de conjunto todos los países latinoamericanos y caribeños enfrentar los retos actuales y los retos futuros.
Yo diría que nosotros en todos los que nos propongamos en estos momentos, en todas las acciones que desarrollemos de manera conjunta y colectiva, debemos tener como paradigma, los preceptos que están presentes en la Proclama de América Latina y el Caribe como ‘Zona de Paz”, que se aprobó en la II Cumbre (en La Habana), porque si lo hacemos de esa manera, podremos lograr con la concertación política y con la integración un nuevo tipo de relación que puede ser ejemplar para el mundo, que se basa precisamente en esos principios y en la defensa de la paz, en los principios de la solidaridad, en los principios de la cooperación, en los principios de acción conjunta, sin egoísmos.
Yo creo que sobre esas bases, alimentadas por todo el trabajo conjunto de los países latinoamericanos y caribeños, nosotros podemos construir en nuestra región un mundo mejor y Cuba cree en esos valores que compartimos todos en Celac.
En estos momentos América Latina y algunos países de la región están atravesando situaciones producto de un shock externo y algunos otros acontecimientos del mundo. ¿Cuál es el punto de vista de Cuba al respecto?
Realmente tenemos una situación que afecta en la crisis políticas y económicas que hay a nivel internacional, pero yo creo que las problemáticas en América Latina la hemos discutido con mucha franqueza, con mucha transparencia en esta Cumbre, y sobre todo con una voluntad y una disposición de entre todos enfrentar esos problemas y resolverlos. Por lo tanto, yo creo que ahora tenemos la posibilidad de demostrar nuestras capacidades para mejorar, para facilitar la vida de nuestros pueblos precisamente en medio de una compleja coyuntura política y económica a nivel internacional.
América Latina también es una de las regiones más desiguales del mundo. ¿Qué pasos deben darse para buscar un equilibrio en estas sociedades?.
Primero tenemos que reconocer que las desigualdades y la pobreza tienen que ver con un orden económico internacional que se nos ha impuesto, que no favorece la inclusión de las grandes mayorías, que no favorece tampoco desde el punto de vista de la arquitectura financiera internacional los intereses de los pobres; por lo tanto hay que romper ese orden económico internacional, hay que crear un orden económico internacional que se base en la inclusión en la igualdad, en programas sociales en los cuales hay experiencia en América Latina en función de la educación, la salud, la protección a los ciudadanos, la participación ciudadana en la solución de los problemas; y eso hay que apoyarlo también con una construcción financiera, con una arquitectura financiera distinta donde desde la región podamos crear capacidades para enfrentar nuestros problemas con cooperación, y creo que lo más llamativo es que ha habido una enorme coincidencia de puntos de vista en los debates que hemos realizado y una tremenda voluntad política y disposición para hacerlo de esta manera.
Será un camino largo, será un camino que iremos construyendo con la participación de todos, pero creo que está más cerca ahora que nunca, precisamente por todo lo que ha ido aportando la Celac en estos años.
Cuba prácticamente ha normalizado las relaciones con Estados Unidos, sin embargo, se mantiene el bloqueo, se mantiene la base naval de Guantánamo. ¿Qué debería pasar para una relación plena en cuanto a Estados Unidos y esta situación bilateral?.
No hemos normalizado las relaciones, hemos restablecido las relaciones, y ahora viene un proceso más complejo, más largo, que es el de la normalización de relaciones. Para normalizar las relaciones tenemos que lograr en primer lugar que se levante el bloqueo, que es una acción que unilateralmente la tiene que enfrentar Estados Unidos porque unilateralmente fue el que puso el bloqueo a Cuba. Se debe devolver el territorio ilegalmente ocupado a Cuba y que hoy usa los Estados Unidos como base naval en la provincia cubana de Guantánamo.
Deben cesar los programas subversivos y las emisiones ilegales de radio y televisión hacia Cuba y debe buscarse un mecanismo de compensación al pueblo cubano por los daños que le ha causado el bloqueo. En eso se encaminan las conversaciones que en estos momentos establecemos.
Reconocemos que ha existido una voluntad del presidente (Barack) Obama por llevar al Congreso y por convocar al congreso de Estados Unidos a que se levante el bloqueo, creemos también que el presidente Obama puede hacer uso más intenso de las facultades ejecutivas que tiene hoy como presidente, que pueden lastrar en mucho el contenido nocivo y perverso del bloqueo, y eso estamos trabajando.
Finalmente, ¿cómo marchan las relaciones con Ecuador en estos momentos?.
Tenemos un alto nivel de relaciones políticas, tenemos relaciones de otro tipo que son las sentimentales, las culturales, las históricas, las relaciones de dos pueblos hermanos. Yo creo que son relaciones que hay que calificarlas en un sentido superlativo, y lo que creo que es también tenemos que aprovechar toda esa relación y toda esa capacidad para llevarlas también y profundizarlas en el intercambio comercial, en el intercambio económico, pero Cuba y Ecuador son pueblos hermanos, la Revolución Ciudadana y la Revolución cubana son Revoluciones también hermanas.